La realización del Foro hacia la construcción del proyecto de educación democrática, convocado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) e inaugurado ayer en el auditorio principal del Centro Médico Siglo XXI, es un hecho relevante por la destacada trayectoria de algunos participantes, por la pluralidad de las voces que ahí se expresaron y porque abre la posibilidad de conformar un consenso, mediante el diálogo y el debate, sobre la política educativa que debe fijarse el Estado mexicano para las décadas por venir.
En su intervención, Pablo González Casanova, ex rector de la máxima casa de estudios y colaborador de este diario, señaló la necesidad de articular el proyecto educativo con el respeto a la dignidad del magisterio y la defensa de los derechos laborales de los trabajadores de la educación y de todo México, así cono de fundamentar la enseñanza en la moral y en la verdad, entendida la primera como la defensa del interés general frente al individualismo, y la segunda, como una crítica permanente de la cultura de la servidumbre, de lo que pasa y de aquello que lo determina.
El foro, señaló Víctor Manuel Zavala Hurtado, secretario general de la sección 18 de Michoacán, es un espacio para escucharnos entre todos y no sólo unos cuantos. Recordó que el magisterio disidente buscó inútilmente ser escuchado en el proceso de aprobación de la impugnada reforma educativa adoptada en 2013. “Esta ruta de construcción entre todos –dijo– debió ser el primer paso para una verdadera transformación educativa”.
Un aspecto relevante del encuentro es que desvirtúa la acusación insistentemente formulada de que las movilizaciones magisteriales que tienen lugar desde hace meses carecerían de razones educativas y responderían a una supuesta defensa de priviligios o a maquinaciones y manipulaciones políticas. Desde su convocatoria, este foro demuestra, en cambio, que el movimiento de la CNTE tiene entre sus motivaciones centrales la defensa de derechos laborales, pero también una preocupación por el modelo educativo que se ha pretendido implantar sin tomar en cuenta a quienes son, además de los alumnos y de sus familias, los protagonistas principales del sistema educativo nacional.
Cabe esperar, pues, que la reunión se convierta en factor de solución al conflicto por las modificaciones legales en el ámbito educativo emprendidas en el marco del Pacto por México, que emane de ella una propuesta rigurosa, viable y con sentido social para reorientar el ejercicio gubernamental en materia de enseñanza pública y que exista en la clase política, particularmente entre los integrantes del Congreso de la Unión, sensibilidad y sentido de Estado a fin de adecuar el marco legal vigente para resolver las necesidades reales del país en materia de educación.
