jueves, 17 de mayo de 2018

Bajo la lupa | Trump contra la historia: palestinos son mayoría en Israel/Jerusalén/Cisjordania/Gaza

Alfredo Jalife-Rahme
En seis días los supremacistas racistas Trump y Netanyahu incendian el Gran Medio Oriente al provocar la erupción de dos volcanes geopolíticos: el pisoteo del creativo acuerdo nuclear de Obama con Irán (http://bit.ly/2rKcr6W) y la inauguración de la embajada de EU en la parte anexada de Jerusalén oriental como capital de Israel (http://bit.ly/2KmnVoM): regalo de Trump a su yerno talmúdico Jared Kushner (http://bit.ly/2IHxjGw), en sincronía con la carnicería de 60 palestinos asesinados y dos mil 771 (¡mega-sic!) heridos por Israel en el aniversario 70 de la catástrofe palestina Nakba (https://bit.ly/2Iyqvaw), expulsados de sus tierras por el irredentismo del proyecto paleo-bíblico del Gran Israel de los ríos Nilo al Eúfrates (https://bit.ly/2wP3XkC).
El asesinato colectivo de palestinos –repudiado por los principales aliados occidentales de Trump y Netanyahu: Gran Bretaña, Francia y Alemania– denota una deliberada reingeniería demográfica contra los palestinos en los territorios ocupados de Jerusalén/Gaza/Cisjordania con el fin de implementar el Gran Israel talmúdico mediante ilegales anexiones que contravienen las resoluciones de la ONU.
Como Trump con su supremacismo racista blanco y su guerra demográfica contra los mexicanos –Trump y el Supremacismo Blanco: Palestinización de los Mexicanos(http://bit.ly/2K4CD4J)– el primer ministro Netanyahu, que adhiere al supremacismo talmúdico –que define de bestias (sic) al resto de la humanidad–, intensifica su guerra demográfica contra los palestinos quienes son hoy la mayoría en Israel/Jerusalén/Cisjordania/Gaza desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo, según el ejército israelí (http://bit.ly/2jZy6Vn), que concuerda con la Oficina Central Palestina de Estadísticas de diciembre de 2016 (http://bit.ly/2Kmyto3).
Según el israelí Yotam Berger, las cifras presentadas por el ejército muestran que más árabes que judíos viven en Israel, Cisjordania y Gaza, entre el río Jordán y el mar Mediterráneo.
Según la Oficina Central de Estadísticas de Israel, hasta septiembre de 2017, 6.5 millones de judíos viven en Israel.
Solamente en Cisjordania y la Franja de Gaza viven cinco millones de palestinos, lo cual no incluye a los 1.8 millones de árabes que habitan en Israel ni las centenas de miles de palestinos que viven en Jerusalén oriental, de acuerdo al vice comandante de Administración Civil, el coronel Haim Mendes, en una sesión conjunta con los Comités de Defensa y Relaciones Exteriores de Israel del Parlamento (Knesset).
En forma feroz, los anexionistas legisladores de extrema derecha (https://bit.ly/2k0zyqA), impugnaron de falsos los datos de su ejército.
La anterior canciller Tzipi Livini, hoy legisladora de centro-izquierda, dedujo las implicaciones de la paridad demográfica: si no nos despertamos de las alucinaciones de la anexión de Cisjordania que aboga la derecha israelí, perderemos la mayoría judía. Así de simple (http://bit.ly/2KrkkGi).
En Radio Sputnik, Soheir Asaad, abogado del Centro Legal para los Derechos Árabes en Israel (Adalah) fustigó que la agresión continua de Israel contra los palestinos representa el esfuerzo para cambiar la demografía de Israel y Jerusalén: una reingeniería demográfica, para no decir limpieza étnica (http://bit.ly/2IKMFds), cuando las leyes discriminativas de Israel como sus balas, eliminan a los palestinos.
Soheir Asaad comenta que en fechas recientes Israel promulgó muchas leyes (sic) con el objetivo de controlar (sic) la demografía de la población de Jerusalén en general, como la parte oriental de Jerusalén en especial, con la anexión de su tierra.
Según Soheir Asaad, se promulgaron tres enmiendas, dos de las cuales son de anexión (sic) de alrededor cinco asentamientos de colonos en Jerusalén, lo que significa que 280 mil colonos serán sumados a Jerusalén, mientras más y más palestinos son empujados fuera de la ciudad en completa violación a la ley internacional.
La tercera enmienda de los legisladores israelíes versa sobre la limitación (sic) a que los palestinos puedan convertir a Jerusalén como capital del Estado palestino independiente.
Soheir Asaad agregó que miles de millones de dólares son invertidos en proyectos que incrementan la falsa soberanía de Israel sobre Jerusalén mediante la plena asociación entre Israel y EU para oprimir y violar los derechos de los palestinos en Jerusalén y Cisjordania. ¿No serán los nuevos y crapulosos negocios inmobiliarios en Jerusalén de Trump y los Kushner?
Va viento en popa la judaización de Jerusalén oriental (http://bit.ly/2wLyoIC), al unísono de la limpieza étnica de palestinos (http://bit.ly/2KpTT3v).
Haaretz explaya las recientes recomendaciones de un comité para legalizar miles de hogares construidos en tierras de propiedad privada de los palestinos en los asentamientos de Cisjordania (http://bit.ly/2IkWUFI), sin importar que tales leyes (sic) israelíes no aplican a los derechos de propiedad en Cisjordania.
Se trata de una usurpación de lo ajeno mediante expropiaciones ficticias y reapropiaciones inmobiliarias implementadas en forma gradual con el fin de anexarse el territorio palestino de Cisjordania –5 mil 860 kilómetros cuadrados frente a 20 mil 770 de Israel y 360 de Gaza que sobrevive en el hacinamiento antihumano–, mientras sus moradores árabes son empujados más allá del río Jordán hasta Jordania (más de 10 millones de habitantes) que hoy comporta la tercera parte de palestinos en su seno, refugiados desde 1948.
Nada menos que Ronald Lauder, presidente del Congreso Mundial Judío (CMJ), comenta que Israel enfrenta dos graves amenazas que podrían poner en peligro su existencia misma: una, la posible defunción de la solución de dos Estados cuando 13 millones de personas viven entre el río Jordán y el mar Mediterráneo y casi (sic) la mitad de ellos son palestinos: Heridas Auto-Infligidas de Israel (https://nyti.ms/2jZDg3q).
Hay que corregir al presidente del CMJ: hoy los palestinos son ya mayoría y los israelíes son minoría.
Ronald Lauder aporta una impactante proyección demográfica: si continúan las presentes tendencias, Israel enfrentará una poderosa opción, ya sea otorgar a los palestinos derechos plenos y cesar de ser un Estado judío, ya sea rescindir sus derechos y cesar de ser una democracia (sic).
Otra corrección a Ronald Lauder: ¿Cómo puede ser democracia un Estado supremacista/paria que practica el Apartheid contra su mayoría palestina?
La segunda amenaza de Ronald Lauder es doble: la capitulación (sic) de Israel a los extremistas (sic) religiosos y la creciente desafección de la diáspora judía.
Sobre la polémica ley del retorno israelí –que se prohíbe en forma discriminativa a la diáspora palestina de otros seis millones refugiados en Líbano, Siria, Jordania y Kuwait–, ¿cómo pueden retornar a Israel quienes nunca, incluyendo sus antecesores, estuvieron allí –su hoy mayoría ashkenazi no-semita–, si hacemos caso al libro El invento del pueblo judío del historiador israelí Shlomo Sand? (http://bit.ly/2GjoZYm)
¿Podrán detener los supremacistas racistas Trump y Netanyahu la dinámica demográfica de la historia en favor de los palestinos?
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