José Blanco
Parte sustancial del futuro de México depende de esa jaula: el TLCAN. Los gobiernos de Salinas a Peña, la convirtieron en una jaula de oro. Que sea de oro, es lo que nos han contado esos mismos gobiernos, sin reconocer que sea una jaula, aunque lo saben; pero también creen que no hay alternativa. Estar condenados a vivir enjaulados y atados al país del norte: es su credo más profundo; y creen que es lo mejor que nos ha pasado y que nos puede pasar. ¿En qué estarán pensando ahora que Trump ha dicho que es el peor tratado que haya firmado el gobierno estadunidense? Esperemos que el gobierno de la esperanza sea gobierno, y abra la puerta de la jaula, para que deje de ser tal, y abra muchas otras puertas, para que nos volvamos ciudadanos del planeta y dejemos de ser siervos abofeteados por el gobierno decadente del norte. Especialmente ahora que Estados Unidos (EU) está a dejando de ser la superpotencia económica del orbe.
Entre los triunfos de Trump está el haber logrado, en breve tiempo, ser el hombre más insultado y despreciado del planeta. No es fácil alcanzar este récord. El 10 de mayo Robert Rich se preguntaba ¿Por qué los votantes de la clase obrera eligieron a un egoísta, de piel delgada, petulante, mentiroso, narcisista, jactancioso, megalómano para presidente? Un día antes Simon Tisdall, de The Guardian, examinando el rocambolesco anuncio de Trump sobre el abandono del acuerdo nuclear con Irán, escribió: Trump, una vez más ha demostrado ser el maestro del caos.
La edición estadunidense de El País editorializó el pasado sábado: La presidencia de Donald Trump ha entrado en un punto crítico. Tras romper esta semana el acuerdo nuclear con Irán, el mandatario ha dado luz verde a la apertura este lunes de la embajada en Jerusalén, luego decidirá la suerte del tratado de libre comercio con Canadá y México, después el destino de la guerra arancelaria con Europa, y el 12 de junio, el futuro nuclear de Corea del Norte. En apenas un mes, el mundo habrá asistido a un terremoto geoestratégico del que emergerá el nuevo orden soñado por Trump. El de una América más solitaria que nunca.
Michael Reynolds escribió para Efe: “No se trata sólo de que el mandatario prosiga con la destrucción de un sistema de relaciones internacionales –comerciales y de seguridad– que, con mayor o menor éxito, ha funcionado razonablemente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Sucede que, además, el abandono unilateral de un acuerdo en el que se han implicado las principales potencias del mundo convierte a EU en un socio imprevisible y, por tanto, poco fiable para sus aliados”.
Angela Merkel dijo en Aquisgrán, la semana pasada: “Hay conflictos a las puertas de Europa. Y la época en que podíamos confiar en EU se acabó…; estamos ante grandes amenazas y Europa tiene el deber de mantener la paz y la estabilidad en la región”.
En entrevista con la emisora Europe 1, el ministro de Economía de Francia, Bruno Le Maire, abogó por el establecimiento de una soberanía económica europea, diciendo que ya es hora de que Europa convierta las palabras en acción. París califica de inaceptable la decisión de EU de volver a imponer sanciones contra las empresas que tengan negocios con Irán.
Rafael Poch, corresponsal de La Vanguardia en Moscú, ahora en París, escribió: “Con 500 millones de habitantes y representando 25 por ciento del PIB global, la Unión Europea (UE) no puede ser abordada como si se tratara de un país, sino que debe serlo como lo que es: una parte del mundo. Así que para abordar su crisis hay que situarla primero en el momento general del mundo. Ese ‘momento mundial’ contiene dos tendencias muy relacionadas; 1) el paso a la multipolaridad que ahora vivimos, lleno de tensiones bélicas, y 2) las enmiendas a la globalización actualmente en curso”.
La UE no es unión, aunque represente ese peso económico, y no se ve cercana la posibilidad de que lo sea. No sólo tiene que nivelar la cancha al interior de los 19 países del euro; para enfrentar los cambios, tendría que contar con ejército europeo de la dimensión y calidad que su economía representa. Una realidad también lejana. No obstante, no puede no pasar de las palabras a la acción.
Según el diario Político.eu, Theresa May habló con el presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, por separado el sábado y el domingo para discutir el acuerdo con Irán, así como los aranceles de EU.
El 26 de marzo China finalmente lanzó un contrato de futuros sobre petróleo denominado en yuanes. China, el mayor comprador de petróleo, pagará con yuanes convertibles a oro. El neoyorquino blog financiero ZeroHedge informó que la noche del 25 al 26 de marzo, más de 23 mil contratos se negociaron en la primera hora por un volumen teórico de más de 10 mil millones de yuanes, más de 1 mil 500 millones de dólares... Durante esa noche los contratos llegaron a 4 mil millones de dólares. Por su parte, el Bundesbank de inmediato incorporó al yuan como moneda de reserva. Rusia también lo aceptó, mientras firmaba con China un contrato de suministro de gas ruso a 30 años.
¿Continuaremos en la jaula de oro, o voltearemos a ver que algo está pasando en el mundo?