domingo, 20 de mayo de 2018

Pemex; menos producción y menos proceso del petróleo.

Antonio Gershenson
Es muy conocida la decreciente producción de Petróleos Mexicanos (Pemex) en años recientes; se le echa la culpa al agotamiento natural de los hidrocarburos y no se habla de la masiva privatización del procesamiento del petróleo, y la lentitud de la actividad de empresa parestatal.
Extracción: En cuanto a la extracción del petróleo, que se haga más lenta no es simplemente por agotamiento. Es un abandono creciente de las anteriores áreas petroleras. Hemos mencionado el noroeste de la nación, Baja California y parte de Sonora, con áreas que se comprobaron positivamente con perforación exploratoria y luego se abandonaron. Con esto, por ejemplo, toda esa región importa su gas de Estados Unidos.
Un ejemplo del derroche de dinero es el Aceite Terciario del Golfo (ATG), nombre pedante de Chicontepec. Empezó con cantidades mínimas, hasta 2003, de menos de la tercera parte de la producción total, luego en 2009, 30 mil barriles diarios y llegó a un máximo de 69 mil en 2012, a 29 mil en marzo pasado, menos de la mitad del máximo alcanzado y también menos del 2 por ciento del total de la producción. No obstante su baja productividad, su presupuesto en 2009 alcanzó un monto de 24 mil millones de pesos.
Lo hemos comparado con el Litoral de Tabasco, que incrementó su extracción de 39 mil barriles de crudo diarios en 2003, a 212 mil en 2009 y a 360 mil en 2016, casi 10 veces más, y su presupuesto en el mismo 2009 fue de 6.6 mil millones de pesos, menos de la tercera parte del costo de Chicontepec en ese año, y con una producción siete veces mayor. Un barril de Chicontepec ha llegado a costar aproximadamente 20 veces más que uno de Litoral de Tabasco. Pero era presumido por los funcionarios ante los medios de difusión.
Ahora ya no se presentan estos casos, primero porque ya se prefiere no hacer públicas la mayoría de sus heroicas acciones, y segundo, con la simple entrega al capital privado de lo más posible, en especial a las empresas trasnacionales.
Vamos a comentar la otra parte importante de lo privatizado, la de transformación de las fuentes primarias, el crudo y el gas natural, para una multitud de productos.
La cifra de productos petrolíferos de Pemex ha bajado de poco más de 1.3 millones de barriles diarios hasta 2009, a 1.2 millones en 2014, a 915 mil en 2016 y 725 mil en el primer trimestre de 2018.
En cuanto a la producción de gasolina en particular, la disminución ha sido de 437 mil barriles diarios producidos en 2013, a 381 miles en 2015, 325 mil en 2016, 257 mil en 2017 y 192 mil en el primer trimestre de 2018. Se redujo frente el primer año de este gobierno a 44 por ciento, esto es a menos de la mitad.
Claro, a los altos funcionarios esto no les afectó; al contrario, han recibido cantidades de dinero difíciles de estimar, no sólo por sus ingresos oficiales, sino por sus regalitos por los crecientes volúmenes de importaciones de gasolina. Hace unos años comparábamos el precio de este tipo de productos con los importados por Brasil, que eran más baratos. Y la explicación sólo podía ser el costo de los citados regalitos.
En los también famosos concursos, forma para ocultar la privatización, mostramos un ejemplo: de la Ronda 3.1 en el bloque 16, la participación del Estado tiene una inversión comprometida de 2.2 millones de dólares, y las de otros bloques son similares. Pero hay una inversión esperada total de 568.7 millones de dólares.
Muchas veces más que lo de las partes estatales mexicanas sumadas. Las asociadas con Pemex en este caso son Deutsche (que significa alemán) Erdoel México y la Compañía Española de Petróleos. Se espera que dentro de no sé cuántos años empiece a salir petróleo ligero y gas en el área Tampico-Misantla-Veracruz.”
Y, claro, se apresuran, ante la posible sustitución de los actuales burócratas del Partido Revolucionacio Institucional por personas más civilizadas. Y confío en que haya demandas y otras formas legales para frenar semejantes ventas en abonos del país.
antonio.gershenson@gmail.com