
Autor: Martin Esparza
Al anunciar en Chiapas el Programa Nacional de Electricidad que contempla frenar el desmantelamiento del sector y la modernización de 60 hidroeléctricas que permita la autosuficiencia y el fin de los subsidios a empresas privadas, el presidente Andrés Manuel López Obrador, dejó en claro que en la recuperación del sector energético descansará el fortalecer nuestra soberanía económica y apoyar a las familias de menores recursos con tarifas justas.
En pocas palabras, dar vuelta a la página del neoliberalismo en la que se escribieron por 3 décadas un sinfín de corrupciones y abusos, que generaron millonarios quebrantos a las finanzas públicas, vía la entrega de contratos por compra de electricidad a empresas trasnacionales, sobre todo en los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón, así como la adquisición de gas licuado a precios exorbitantes.
El presidente conoce a fondo el tema porque en 2008 colocó en la palestra nacional el monumental fraude cometido por el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, al denunciar la venta de gas licuado que la firma Repsol pactó con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), por un monto de 21 mil millones de dólares, por el periodo de 2011 a 2016. La trasnacional compraba el combustible utilizado en las plantas de CFE a un costo de 6 mil 20 millones de dólares al Perú, para venderlo a la entonces paraestatal a un sobrecosto que le permitía ganar por la intermediación 15 mil millones de dólares.
En su mensaje de Chiapas, el mandatario señaló que desde 1992, la tecnocracia neoliberal comenzó a entregar concesiones del sector energético –tanto del petróleo como la electricidad– a empresas particulares, echando por la borda nuestra autosuficiencia, hasta llegar al punto de tener que comprar la mitad de la energía eléctrica que se consume en el país, a precios elevadísimos.
Las voces que insisten en descalificar el nuevo modelo político que se enfila a dar un golpe de timón en el modelo económico, guardan mutis cuando de hablar del rotundo fracaso de la política energética de los últimos gobiernos se trata, pues saben que no existen los argumentos válidos para defender el saqueo perpetrado tanto a Petróleos Mexicanos como a la CFE, y la ilegal extinción de Luz y Fuerza del Centro, que lanzó al desempleo a 44 mil agremiados del Sindicato Mexicano de Electricistas, en octubre de 2009, por la imposición de un decreto de extinción aplicado de forma autoritaria por el expresidente Felipe Calderón.
El informe de fiscalización de la Cuenta Pública 2009, elaborado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), propina un serio revés a los amanuenses del neoliberalismo y da la razón al presidente López Obrador en el sentido de que los subsidios en la electricidad no son un beneficio para los consumidores sino para las empresas particulares, porque una cosa “es comprarles energía a precios de mercado” y otra hacerlo a “precios elevadísimos”.
De acuerdo con el análisis de la ASF, durante los gobiernos panistas de Fox y Calderón se otorgaron 772 permisos a productores independientes de energía, sobre todo a empresas trasnacionales, de tal suerte que en 2 sexenios se terminó por entregarles casi el 50 ciento de la generación de energía eléctrica del país, orillando a la CFE a la subutilización de su infraestructura para no obstaculizar su desarrollo y sus ganancias.
El asunto más delicado es que no sólo avalaron el desplazamiento de la Comisión Federal de Electricidad de la generación de energía, sino además decidieron comprársela a estas multinacionales que tan sólo en 2009 se embolsaron 269 mil millones de pesos por ese concepto. Es hora de que tanto los panistas como sus socios políticos del Partido Revolucionario Institucional y otros partidos comparsas expliquen al pueblo de México el por qué dieron luz verde a los contratos de compra de electricidad con 25 firmas extranjeras, signados hasta el año 2040 y que costarán al país 1.6 billones de pesos por energía que sencillamente pudieron generar la CFE y la extinta Luz y Fuerza del Centro, esta última a la que los gobiernos neoliberales no le permitieron crecer financieramente.
Ante este permitido robo a la nación, es imprescindible que la rectoría del sector energético retorne al Estado. No puede admitirse que los políticos en turno sean simples gerentes de las multinacionales que en 3 décadas dictaron los que se debía de hacer en México en materia de petróleo y electricidad.
El proceso de desmantelamiento, como subrayó el presidente, viene de tiempo atrás, pues no hay que olvidar que en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, Pemex fue atomizado en cuatro subsidiarias. Esto dejó en segundo término áreas vitales para el desarrollo del país, como la petroquímica y la refinación. También en ese periodo se dieron cambios a la Ley Federal del Servicio Público de Energía Eléctrica, para comenzar la apertura del sector a particulares.
Pero si en el sector eléctrico los tecnócratas quebraron a la CFE por los contratos leoninos con las trasnacionales, también Pemex resintió el saqueo a sus finanzas y la falta de inyección de recursos para su crecimiento, pues del billón de pesos que las administraciones de Fox y Calderón recabaron por los llamados excedentes petroleros –cuando el barril del petróleo superó los 100 dólares–, la entidad pública no recibió beneficio alguno. Esa cantidad se esfumó sin que hasta la fecha nadie se responsabilice de tal despilfarro y saqueo a los recursos de la nación.
El anunció de una auditoría técnico-administrativa a áreas de la CFE como la red de gasoductos permitirá conocer a detalle los estropicios cometidos a una empresa pública que, al igual que Petróleos Mexicanos, fue creada por el presidente Lázaro Cárdenas con un sentido nacionalista para fomentar el desarrollo del país y el bienestar del pueblo. Pero a consecuencia de las políticas neoliberales, ambas perdieron el rumbo y fueron desarticuladas para favorecer intereses particulares.
Recuperar ese sentido nacionalista conllevará a fortalecer al sector y permitirá a la población de todo el país adquirir gasolinas, gas doméstico y electricidad a precios más accesibles en el mediano plazo, favoreciendo la economía de millones de hogares y devolviéndole el sentido social a la política energética.
A ese llamado para trabajar en unidad a favor del país y del fortalecimiento del sector eléctrico se suma el Sindicato Mexicano de Electricistas y todos los miembros de su Cooperativa LF del Centro y Generadora Fénix. Es hora de que empiece a gestarse un verdadero cambio que devuelva a la nación su soberanía energética para apuntalar su desarrollo económico: la ruta trazada por el presidente Cárdenas y hoy retomada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Martín Esparza Flores*
*Secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas
Tres pesos por metro cuadrado de tierra, lo que ofreció española Iberdrola a campesinos de Puebla
, Nacional, Noticias. - mayo 20, 2020
México, 19 de mayo 2020 (NOTIGODÍNEZ).- La trasnacional española Iberdrola, beneficiada desde el espuriato calderonista con un sinfín de negocios millonarios en el sector energético mexicano, habría ofrecido apenas 3 pesos anuales, sí, 3 PESOS ANUALES por metro cuadrado de tierra a ejidatarios de Puebla, para la construcción del “Parque Eólico Industrial de Energía Renovable”, PIER IV S.A. de C.V.
Fue hace poco más de un año cuando los campesinos de las comunidades de San Pedro Chapulco y Azumbilla, denunciaron que el proyecto arrancó sin previa consulta pública y con una manifestación de impacto ambiental (MIA) amañada, pese a que en la zona se ubica la biósfera Tehuacán-Cuicatlán con flora y fauna endémicas cuya supervivencia está en riesgo.
La información cobra relevancia luego de que el régimen de Andrés Manuel López Obrador, a través del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), emitiera un acuerdo para limitar el uso privado de “energías limpias” a nivel nacional y devolver el control del rubro a la Comisión Federal de Electricidad (CFE). El acuerdo desató la ira de las empresas privadas que desarrollan actualmente casi una treintena de proyectos eólicos y solares, por lo que anunciaron que acudirán a los tribunales internacionales para echar abajo la medida. En tanto, el poder judicial mexicano ya comenzó a otorgarles amparos legales para que sigan operando impunes.
Por su parte, el tabasqueño denunció que estas empresas prácticamente se habían apoderado por completo del sector energético y su plan consistía en consumar la quiebra total de CFE y de Petróleos Mexicanos (Pemex), las dos empresas nacionales más importantes de la historia de México.
De acuerdo con el diario La Jornada, uno de los pocos medios que en su momento hicieron eco de la denuncia de los campesinos, el “contrato” presentado por la trasnacional española se realizó el 18 de noviembre de 2012, a días de concluir el nefasto espuriato del genocida Felipe Calderón Hinojosa, quien hoy es integrante del consejo de administración de AvantGrid, filial estadounidense de Iberdrola.
Además de ofrecer un pago ínfimo de apenas 3 pesos anuales por metro cuadrado de tierra invadida para la construcción del parque, la abusiva trasnacional determinó que los ejidatarios no podrán sembrar ni construir en sus predios durante los próximos 30 años, es decir, hasta 2050. El contrato establece también un pago irrisorio de 4 pesos anuales por ocupación de caminos y 2 pesos por cada metro cuadrado por instalación de plataformas.
Los afectados denunciaron que se violentó el derecho de los pueblos a la consulta previa, libre e informada, según consta en el Artículo 2 de la Constitución federal, derecho que también es reconocido a nivel internacional como uno más de los derechos humanos universales.
El caso de los ejidatarios de Puebla sólo es uno entre decenas, casi cientos de abusos que las trasnacionales de “energías limpias” perpetran en diversas comunidades del país, particularmente aquellas que disponen de zonas con mucho viento. La resistencia de los pueblos contra el avance de parques eólicos privados en sus tierras, es ya uno de los conflictos más comunes en nuestro país desde hace más una década.
Apenas en noviembre del año pasado, Aristegui Noticias publicó un extenso reportaje que denuncia los llamados “contratos sucios” de las empresas de “energías limpias”. Todo un lodazal gigantesco de corruptelas, despojos, brutalidad y hasta asesinatos de activistas en complicidad con los desgobiernos estatales y federales.
En el reportaje se recordó que el genocida Felipe Calderón, ya como empleado de la española Iberdrola, operó en 2018 para que la empresa siguiera adelante con el proyecto de La Ventosa, “uno de los parques eólicos donde conviven miles de oaxaqueños que apenas reciben 10 dólares al mes por haber prestado sus tierras a esta gran transnacional”.
Opinión:
Los abusos de estas empresas extranjeras son monstruosos y casi nadie se entera de sus crímenes contra nuestros hermanos mexicanos en las zonas afectadas. Eso sí, los “grandes medios” falsarios no paran de desinformar a sus audiencias con el tema de las energías limpias sin mencionar absolutamente nada sobre las barbaridades denunciadas aquí. Como siempre, toca a los ciudadanos seguir viralizando estas denuncias y sobre todo sacar la información de las redes, pasándola a otros de viva voz. Es importante que más gente se entere de estas cosas y comprenda la motivación real de las brutales trasnacionales y sus cómplices criminales de los “medios” en todo este asunto –negociazo millonario para ellas a cambio de miseria para los pueblos afectados– de las energías renovables. Y ojo: no nos oponemos al aprovechamiento pleno de estas energías. Al contrario, sabemos que es urgente acabar con la dependencia a los combustibles fósiles –otro negocio para las criminales trasnacionales petroleras– que tanto dañan el medio ambiente. Pero consideramos que debe impulsarse el desarrollo de una industria nacional, creada por los propios mexicanos, únicamente si se antepone el respeto a los derechos humanos, el pago justo a los dueños originales de la tierra y la conservación del medio ambiente.
Con información de La Jornada. Foto derecha: OCMAL