Covid-19 y pobreza // Barril: 23.08 dólares
Carlos Fernández-Vega
En días pasados el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) divulgó un estudio ( La política social en el contexto del Covid-19 en México) en el que se presentan proyecciones nada gratas sobre el impacto de la pandemia en los grupos vulnerables.
En resumidas cuentas, el Coneval advierte sobre los efectos potenciales que la actual coyuntura sanitaria podría generar en los niveles de pobreza por ingresos y en la pobreza laboral. La pobreza por ingresos se podría incrementar entre 7.2 y 7.9 puntos porcentuales, teniendo un incremento de la pobreza extrema por ingresos entre 6.1 y 10.7 millones de personas para 2020, mientras para la pobreza laboral se estima un aumento de 37.3 a 45.8 por ciento en los primeros dos trimestres del 2020.
Ante tal panorama, en la mañanera de ayer el presidente López Obrador dijo que me enteré de ese pronóstico. Yo estoy trabajando, les comentaba sobre un texto en donde vamos a explicar la estrategia que se está llevando a cabo y es de protección a todos, en particular a la gente humilde, a la gente pobre. Por eso, a lo mejor las proyecciones, el pronóstico del Coneval lo hace a partir de los supuestos de antes o pensando en los planes que se aplicaban antes; ahora es distinto.
Parte fundamental de la acción gubernamental, dijo el mandatario, es evitar que se cumpla el pronóstico del Coneval: “la estrategia para que no haya pobreza –porque ellos hablan de que con el coronavirus va a aumentar el número de pobres en 10 millones, según entendí– nosotros estamos trabajando para que esto no suceda”.
Sin embargo, el Coneval advierte que la conclusión general es que esta crisis puede revertir los avances de México en materia de desarrollo social y afectará en mayor proporción a los grupos más vulnerables. Ante este desafío es necesario ampliar y fortalecer las medidas emergentes de respuesta desplegadas a partir de los programas prioritarios, mejorar su capacidad operativa, asegurar que su focalización sea adecuada, así como considerar medidas adicionales de atención a quienes pierdan su fuente de ingreso, como resultado de la contingencia, y a sectores urbanos que están más expuestos.
Pero López Obrador subrayó que todos los días estamos dispersando recursos de créditos; vamos a seguir con lo mismo, vamos a estar dispersando y no falta el dinero para distribuir recursos abajo. Este mes tenemos estimado bajar alrededor de 120 mil millones de pesos, la mayor parte de ese dinero entrega directa, como se está haciendo con los créditos a pequeñas empresas.
Detalló que hace como 15 días el gobierno comenzó a otorgar créditos a ese tipo de empresas, con trabajadores registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social, y ya llevamos entregados alrededor de 150 mil créditos, 16 mil millones de pesos en total, de todos los créditos, que no sólo son estos 150 mil créditos, sino que ya empezamos a entregar un millón de créditos más para pequeñas empresas familiares del sector formal, del sector informal de la economía. Entonces, estamos con ese propósito de que no se cumpla con el pronóstico del Coneval.
Aún así, el Coneval pone el dedo en la llaga: la pandemia de Covid-19 nos enfrenta a la urgente necesidad de promover la construcción de un sistema de protección social que asegure la resiliencia y el avance progresivo de los derechos sociales en México. Nuestro país enfrenta la crisis de la pandemia en condiciones de vulnerabilidad previamente registrados. Entre otros factores debido a la alta prevalencia de diabetes y enfermedades cardiovasculares, la precariedad laboral, problemas de acceso al agua y de hacinamiento que impiden la adopción generalizada de medidas preventivas y múltiples brechas de acceso a derechos sociales, como salud, alimentación, educación y vivienda. Se impone desplegar todos los recursos e instrumentos disponibles para amortiguar el impacto.
Las rebanadas del pastel
Flaco, ojeroso y sin ilusiones, pero ayer el precio del barril mexicano de exportación recuperó casi dos dólares: se vendió a 23.08. Ánimo.
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Javier Valdez: deber de justicia
A tres años del asesinato de Javier Valdez Cárdenas la justicia plena sigue pendiente. En los 36 meses transcurridos desde que el corresponsal de este diario en Sinaloa fue ultimado a tiros en las inmediaciones del semanario Ríodoce, del cual fue fundador, lo único que se ha establecido de manera irrefutable es que el crimen estuvo motivado por el afán de acallar su trabajo periodístico: así lo han admitido quienes se encuentran presos por el homicidio, pero además se sabe que el también autor de varios libros sobre el narcotráfico y la violencia delictiva fue objeto de repetidas amenazas anónimas en los tres meses previos a su muerte.
Aunque las pesquisas presentan avances, están lejos de una conclusión satisfactoria: de los tres asesinos materiales identificados, Luis Idelfonso N, El Diablo, habría sido asesinado el 29 de septiembre de 2017 en San Luis Río Colorado, Sonora; Francisco N, El Quillo, se encuentra detenido por los delitos de homicidio cometido con premeditación y ventaja, y posesión de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército. Hasta ahora, la única condena firme se emitió el pasado 28 de febrero a Heriberto P, El Koala, quien aceptó un procedimiento abreviado por el que se le sentenció a 14 años y ocho meses de prisión. El Koala admitió su responsabilidad como coautor material en consumación instantánea y carácter doloso en el homicidio del corresponsal de La Jornada.
En contra, el autor intelectual acreditado por el crimen, Dámaso López Serrano, El Mini Lic, no ha enfrentado la acción de la justicia por contratar y pagar a los tres delincuentes mencionados para que asesinaran a Javier Valdez. Integrante del cártel de Sinaloa e hi-jo de Dámaso López Núñez, El Licenciado, uno de los hombres más cercanos a Joaquín El Chapo Guzmán Loera, El Mini Lic se entregó a las autoridades migratorias estadunidenses en julio de 2017, se convirtió en informante de la agencia antidrogas de ese país (DEA, por sus siglas en inglés), y el próximo 11 de junio recibirá sentencia por cargos de narcotráfico. El pasado 29 de enero, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) presentó la solicitud formal de detención con fines de extradición en contra de López Serrano, pero hasta ahora no se sabe de avances en el proceso para que las autoridades estadunidenses lo entreguen a las mexicanas.
Es urgente que la SRE obtenga la extradición del único autor intelectual señalado hasta el momento y que el Poder Judicial investigue a fondo tanto su implicación como las posibles complicidades con que haya contado, pues sólo de esta manera se podrá avanzar hacia el total esclarecimiento del caso y la consecución de una justicia plena. De no ser así, prevalecerá la impunidad que caracteriza a la violencia homicida que tiene lugar en la nación y, muy en particular, a la que se perpetra en contra de periodistas: resulta inevitable recordar la insatisfactoria y deficiente investigación que el gobierno de Chihuahua ha conducido tras el asesinato contra Miroslava Breach Velducea, colaboradora de este diario ultimada apenas siete semanas antes que Javier. Sin saber que sería víctima de la misma forma atroz de censura, el sinaloense expresó sobre su colega que a Miroslava la mataron por lengua larga. Que nos maten a todos,si esa es la condena de muerte por reportear este infierno. No al silencio.
Como lo fue para Javier, Miroslava y las decenas de periodistas asesinados en México antes y después que ellos, el ejercicio de informar continúa siendo una actividad de alto riesgo, y únicamente dejará de serlo cuando se corte la cadena de impunidad que facilita atentar contra las vidas de los informadores. Por eso, el esclarecimiento de todos los homicidios es un deber de estricta justicia, pero también el primer requisito para que pueda hablarse de una auténtica libertad expresión en el país.