David Brooks, corresponsal
Joe Biden, presidente de Estados Unidos durante un discurso desde la Casa Blanca. Foto Ap
Nueva York. En el país más mortífero de la pandemia global de Covid-19 proclamada justo hace un año, Joe Biden promulgó en ley el masivo paquete de asistencia federal para enfrentar la crisis económica y social que detonó la emergencia de salud y en su primer discurso a la nación desde que llegó a la presidencia hace 50 días declaró que Estados Unidos procede hacia un retorno a la normalidad.
“Hay esperanza y luz y mejores días adelante, si todos hacemos nuestra parte”, dijo el mandatario desde la Casa Blanca la noche del jueves e instó a los estados a declarar que todo adulto puede tener acceso a una vacuna a partir del 1o. de mayo.
Buscando generar optimismo después de un “año de sufrimiento colectivo, de sacrificio colectivo” indicó que la vida podría retornar a algún grado de “normalidad” para el 4 de julio (día de la independencia), pero advirtió que eso depende de la cooperación plena del público.
El presidente anunció la próxima fase para superar la crisis de salud puúlica, recordando que desde que llegó se ha logrado aplicar hasta 2 millones de vacunas al día y que se superará por mucho el objetivo de aplicar 100 millones de vacunas en los primeros 100 días de su gobierno.
Con el ritmo logrado, subrayó, está instruyendo a los estados de que todo adulto pueda tener derecho a una vacuna a partir del 1o. de mayo (o sea, se levantarían las restricciones de edad o condiciones) y que se espera que habrá suficientes dosis para toda la población adulta para fines de mayo.
A fin de lograr “una de las operaciones más complejas que hemos enfrentado, como en tiempos de guerra”, en la respuesta a la crisis de salud pública, señaló que en las próximas fases se multiplicarán los sitios para vacunarse, sobre todo para las poblaciones más marginadas, así como una movilización masiva de recursos humanos y financieros.
Hoy, la Casa Blanca anunció el despliegue de 4 mil tropas activas para apoyar estos esfuerzos para ampliar la capacidad de vacunación, y ampliar también el sector de profesionales que pueden administrar las vacunas, desde dentistas a socorristas, estudiantes de medicina y enfermería y hasta veterinarios.
Biden también detalló medidas para acelerar la reapertura de las escuelas públicas, incluyendo el otorgar asistencia federal, la cual se encuentra dentro del paquete de rescate económico hoy promulgado en ley y vacunar al personal educativo.
Durante su discurso también condenó los crímenes de odio racial sobre todo contra los asiático-estadunidenses -algo nutrido por Donald Trump al culpar a China por la pandemia- incluyendo a quienes están salvando vidas durante esta crisis.
Lamentó la división entre estados y conflictos sociales durante la pandemia e hizo referencia especial al debate a veces violento en torno al uso de cubrebocas, “lo más fácil hacer para salvar vidas”.
El mensaje general fue que hay luz al final el túnel, pero solo si hay plena cooperación del público: “Necesitamos que todos se vacunen, lavarse las manos y usen el cubrebocas… Necesitamos la unidad nacional” para superar la pandemia, ya que “volver a la normalidad es vencer al virus”.
“Todos hemos perdido algo… Hemos perdido familiares, negocios, sueños, actividades escolares… Perdimos fe sobre si nuestro gobierno y democracia pueden cumplir en momentos de crisis”, pero aseguró que “estamos ligados tanto por las pérdidas… como también por la esperanza frente a nosotros”, e instó a la unidad nacional. “Esto es Estados Unidos, no hay hada que no podamos lograr si lo hacemos juntos”, declaró, en su intento de ser entre consolador e inspirador en jefe. Proclamó que “America está regresando”.
Recordó que esta tarde promulgó el llamado Plan de Rescate de America que además de financiar varias de las iniciativas contra el coronavirus que ofreció esta noche, incluye asistencia directa a ciudadanos y trabajadores, a pequeños comercios, apoyo alimenticio, el apoyo a los inquilinos y subrayó que entre otras cosas este programa reducirá la pobreza infantil a la mitad.
Reiteró que con este paquete de casi 1.9 billones de dólares, uno de los programas de asistencia federal más grande en décadas, “comprobaremos que este país puede hacer grandes cosas otra vez”.
Gran parte de la asistencia está dirigida a los trabajadores y los estadunidenses de bajos ingresos quienes han sido los más afectados por la pandemia, y contrasta con el primer proyecto de ley económico de Trump que se enfocó en reducción de impuestos para empresas y los más ricos. “Esta histórica legislación se trata de reconstruir la columna vertebral de este país”, declaró al firmar la ley.
El aniversario
Fue el 11 de marzo de 2020 -hace exactamente un año- que la Organización Mundial de Salud proclamó como pandemia global al Covid-19. En Estados Unidos ya habían más de 600 casos confirmados y 26 muertos, y los expertos en salud pública ya advertían que el virus podría llegar a niveles alarmantes, pero el entonces presidente Donald Trump había asegurado al país que “el coronavirus está muy, muy bajo control”.
El 10 de marzo Trump -a pesar de tener ya información sobre la gravedad del Covid- declaró que “estamos haciendo una gran labor… y [el virus] se desvanecerá, sigan tranquilos, se desvanecerá… muchas cosas muy buenas están por ocurrir”. El 11 de marzo, subrayó: “el riesgo es muy, muy bajo”.
Un año después, 527 mil 726 personas han fallecido en Estados Unidos -mas estadunidenses que el total combinado de los fallecidos en combate en la Segunda Guerra Mundial, la guerra en Corea, Vietnam y en Afganistán e Irak.
Es el país con el mayor número de contagios (casi 30 millones en el último año) y muertes en el mundo, mientras millones han perdido sus empleos, viviendas y ahorros. Se ha elevado el número de personas sufriendo de “inseguridad alimenticia” -o sea, hambre- a más de 45 millones (incluyendo uno de cada seis menores de edad) en el país mas rico del mundo..
2020 fue el año más mortífero en la historia grabada de Estados Unidos, con la tasa de muertes incrementada un 15 por ciento como resultado del Covid-19, el cual ocupó el tercer lugar en las causas de muerte después de enfermedades de corazón y cáncer, reportarán próximamente los Centros de Control de Enfermedades (CDC), divulgó Politico. El informe registra que el incremento de mortalidad en 2020 es el más grande desde 1918, año de la pandemia de la influenza.