Legisladores y más de 400 organizaciones piden que la Casa Blanca apoye una suspensión de las reglas de propiedad intelectual
▲ El presidente Joe Biden se dirige hacia el Air Force One, ayer, en la base aérea Andrews, Maryland, para emprender un viaje a Pensilvania.Foto Ap
David Brooks Corresponsal
Periódico La Jornada Miércoles 17 de marzo de 2021, p. 22
Nueva York., La prioridad del gobierno de Joe Biden es contar con suficientes vacunas contra el Covid-19 para toda su población nacional –algo que casi todo político de cualquier país desea–; sin embargo, políticos y cientos de organizaciones progresistas estadunidenses rechazan ese nacionalismo de vacuna y se están sumando a un llamado internacional a favor de suspender las reglas de propiedad intelectual de las farmacéuticas para permitir la fabricación mundial de una vacuna del pueblo.
Estados Unidos ya tiene más que suficientes vacunas, aunque aún no tiene la capacidad para aplicarlas con eficiencia a toda su población. Sin embargo, se logrará superar la meta prometida de Biden de más de 100 millones de vacunados en menos de sus primeros cien días, y contará con bastantes dosis para todo adulto en el país para finales de mayo, con un excedente de millones este año. Un 12 por ciento de la población ya está vacunada.
Por ahora Estados Unidos no está compartiendo el superávit en inoculaciones que tiene con otros países, incluyendo México. El gobierno mexicano está a la espera de una respuesta de Washington sobre una solicitud para la vacuna AstraZeneca que Estados Unidos tiene almacenada.
Al ser interrogado este martes acerca del tema de compartir vacunas con aliados, Biden sólo se limitó a comentar que estamos hablando ya con varios países. Les dejaré saber muy pronto.
Pero para algunos críticos, la solución no está únicamente en compartir reservas de vacunas, sino de que todo país con capacidad para hacerlo puede fabricar la vacuna, y con ello resolver el problema compartido por todo el planeta.
Un punto complicado
Lo que imposibilita esto no es nada más complicado que el llamado derecho de propiedad intelectual, o sea, la fórmula patentada de cada empresa farmacéutica, algo aparentemente sagrado y protegido por leyes nacionales y las establecidas por la Organización Mundial del Comercio (OMS).
Varios legisladores demócratas estadunidenses y cientos de organizaciones están instando a la Casa Blanca a apoyar una suspensión temporal de algunas de las reglas de comercio sobre derechos de propiedad intelectual para que se puedan producir más vacunas, tratamientos y pruebas diagnósticas a nivel global. Esa exención provisional de estos productos para enfrentar la pandemia fue propuesto por India y Sudáfrica en la OMS, pero Wa-shington y varios países europeos siguen frenando esa propuesta.
Sanders critica a farmacéuticas
El senador Bernie Sanders comentó recientemente: “es intolerable que en medio de una crisis de salud mundial, enormes empresas farmacéuticas multimillona-rias continúan dando prioridad a sus ganancias al proteger sus monopolios… en lugar de dar priori-dad a la vida de las personas en todas partes, incluyendo el sur global…. Necesitamos una vacuna del pueblo, no una vacuna de ganancias”.
El diputado Ro Khanna reiteró que no hay ninguna razón para dar prioridad a las ganancias de las empresas farmacéuticas sobre la dignidad de la gente en otros países.
Otros han denunciado la existencia de un “apartheid en vacunas” para el mundo. A finales de febrero, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, acusó que 10 países habían concentrado hasta 75 por ciento de las vacunas contra el Covid-19, mientras personas en más de 130 países esperaban recibir una sola dosis.
Días después agregó: vemos muchos ejemplos de nacionalismo de la vacuna en países ricos, y afirmó que la campaña de vacunación global representa la prueba moral más grande de nuestros tiempos.
Esta campaña para una vacuna del pueblo está apoyada por una amplia alianza de más de 400 organizaciones incluyendo sindicatos nacionales, agrupaciones de derechos humanos, de defensa del consumidor y de salud pública, entre ellos Public Citizen, Amnistía Internacional y Oxfam y está buscando que la vacuna sea designada como un bien público global.
Exigen que Biden se sume al llamado global por una suspensión de las reglas de la OMS que por ahora imposibilitan la producción y distribución de las vacunas y otros tratamientos. (https://www.oxfam.org/es/notas-prensa/los-paises-ricos-vacunan-una-persona-por-segundo-mientras-la-mayoria-de-las-naciones).
Después de que los gobiernos invirtieron miles de millones en el desarrollo de las vacunas contra el Covid-19, las drogas están protegidas por derechos de propiedad privada. Tenemos que lograr que las vacunas sean disponibles en todas partes si vamos a lograr derrotar al virus en cualquier parte, afirmó Public Citizen.
El economista Premio Nobel Joseph Stiglitz afirmó que la carencia mundial de vacunas es artificial, ya que hay muchas empresas en países en desarrollo que podrían producir cantidades masivas de vacunas si tuvieran la propiedad intelectual, si les da acceso a la tecnología, en entrevista con Democracy Now. Advirtió: Estados Unidos no estará libre de la pandemia hasta que el mundo lo esté.
Más de 100 países apoyan iniciativa
Lori Wallach, directora del proyecto Global Trade Watch de Public Citizen y experta en comercio, comentó que el gobierno de Biden debe ponerse del lado correcto de la historia y sumarse a los más de 100 países que apoyan una suspensión de emergencia de las reglas de la OMS, y agregó que si la producción mundial no se acelera de manera masiva, “mucha gente en los países en desarrollo no serán vacunados hasta 2024… esto es una carrera contra el tiempo”.
Dentro de Estados Unidos también hay una marcada desigualdad ante la pandemia y hasta ahora en su tratamiento. Desde enero de 2020, por lo menos una de cada 11 personas que residen en Estados Unidos han sido contagiadas por el virus, y por lo menos uno de cada 620 han fallecido.
Tres veces más muertes entre latinos que blancos
Pero como ha sido el caso desde un inicio, no todos sufren la pandemia igual. Los afroestadunidenses, latinos e indígenas son mucho más afectados –hasta dos veces más– que blancos. Según algunos cálculos, los latinos tienen tres veces el número de muertes por Covid per cápita que los blancos.
La vacunación tambien está enfrentando barreras raciales con poblaciones más vulnerables enfrentando problemas para obtener y aplicar las dosis.
Al mismo tiempo, algunas encuestas registran que hasta un tercio de latinos dicen que no quieren vacunarse.
Sin embargo, 70 por ciento que sí desean hacerlo aún no tienen acceso fácil en un sistema caótico e inconsistente de vacunación, el cual es administrado por cada estado con sus propias normas y reglas.
Más aún, entre comunidades inmigrantes y sobre todo los indocumentados, hay renuencia y angustia a presentarse ante cualquier agencia oficial y eso se complica aún más si se tiene que cumplir con requisitos de comprobar identidad y vivienda.
La tasa de vacunación entre afroestadunidenses está a la mitad de la de los blancos, y para los latinos esa brecha es aún mayor, según un análisis del New York Times.
Esto es, el mundo en desarrollo o el Sur global también vive dentro del mundo desarrollado en el Norte global”.
Abruma éxodo de menores en la frontera al gobierno de EU
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Foto/AFP
Nueva York., La llegada incesante de miles de inmigrantes indocumentados menores de edad no acompañados a la frontera estadunidense (una mitad de ellos mexicanos en 2020) amenaza con empantanar las intenciones del gobierno de Joe Biden de promover reformas migratorias.
La narrativa de medios nacionales y de políticos opositores es que hay una emergencia y una crisis en la frontera, en parte provocada por traficantes de humanos que están promoviendo sus negocios, al anunciar falsamente que la frontera se está abriendo al distorsionar los mensajes oficiales sobre el desmantelamiento de las políticas antimigrantes del gobierno de Donald Trump.
El líder de la minoría republicana en la Cámara baja, Kevin McCarthy, quien este lunes encabezó una delegación legislativa republicana a la frontera para investigar el trance, culpó al gobierno de Biden por una crisis creada por las políticas presidenciales del nuevo gobierno.
Durante los últimos días, el ex presidente ha repetido su ya conocida retórica sobre la amenaza de los inmigrantes ilegales a la salud y a la seguridad del país
Verónica Escobar, diputada demócrata federal de El Paso, acusó que sus colegas republicanos estaban promoviendo el temor e ira contra migrantes, nutriendo esa xenofobia.
Sin embargo, el desafío, como lo llama oficialmente el gobierno de Biden, en la frontera y su manipulación política en Washington podría entorpecer una vez más los esfuerzos de reforma del sistema de migración.
Alza dramática en cifras
Los medios nacionales siguen reportando incrementos dramáticos en el flujo de inmigrantes a la frontera, y en particular de menores de edad no acompañados.
Al buscar revertir la política de Trump y dejar de enjaular y deportar a los niños y adolescentes interceptados al cruzar la frontera, Biden está intentando restablecer mecanismos en donde son trasladados en menos de 72 horas, como marca la ley, de centros de la Patrulla Fronteriza a albergues administrados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos, y finalmente colocarlos con familiares o anfitriones verificados en Estados Unidos mientras sus casos son procesados.
Sin embargo, el incremento en números de migrantes menores de edad está abrumando la capacidad del gobierno en cumplir con lo que, dice, son procedimientos humanitarios.
Las autoridades interceptaron a más de 100 mil migrantes indocumentados en febrero pasado, entre ellos más de 9 mi 400 menores de edad no acompañados.
Por ahora, las autoridades tienen bajo custodia a más de 4 mil 200 niños y adolescentes en centros de detención, reportó el Washington Post; muchos han permanecido más que las 72 horas permitidas bajo la ley.
La Patrulla Fronteriza está recibiendo un promedio de entre 400 y 500 más cada día. La gran mayoría son adolescentes de entre 15-17 años, procedentes de Centroamérica y México; el año pasado la mitad eran mexicanos, de acuerdo con datos oficiales.
Ante las críticas de grupos defensores de indocumentados de que menores de edad están encerrados en centros de detención durante días, sin ser atendidos, el gobierno de Biden anunció el despliegue de la Agencia Federal de Administración de Emergencias (FEMA) para ayudar a acelerar el procesamiento y traslado de menores a la custodia del Departamento de Salud, el cual ya tiene a casi 9 mil menores en sus albergues.
La Casa Banca no lo considera emergencia
La vocera de la Casa Blanca reiteró que el gobierno ve este problema como un desafío, pero no una emergencia y que el objetivo inmediato es trasladar a los menores de edad a instalaciones donde puedan recibir servicios de salud, recursos educativos entre otros.
Los niños requieren humanidad y seguridad
Insistió en que el gobierno anterior dejó un sistema desmantelado y disfuncional y ahora la nueva administración busca resolver el problema tratando a esos niños con humanidad y seguridad.
Mientras tanto, en los próximos días se presentarán ante la Cámara baja proyectos de ley en los que se ofrezcan vías para regularizar de manera permanente a los llamados dreamers (quienes llegaron con sus padres cuando eran menores de edad), así como a trabajadores agrarios indocumentados, pero su destino en ser promulgadas en ley –ni hablar de medidas de reforma migratoria más ambiciosas anunciadas por Biden– dependerá en gran parte de cómo se navega la situación en la frontera en las próximas semana.