Para colmo, los homicidas, en lugar de salvaguardar la escena del delito y de llamar al Ministerio Público y al servicio forense, subieron el cadáver a un vehículo policial y lo trasladaron a una agencia de su corporación.
La primera y obligada reflexión es que la brutal incapacidad, la falta de humanidad, la torpeza y la ignorancia de los uniformados que protagonizaron este episodio criminal –tres hombres y una mujer– son indicativos de la presencia, en diversas corporaciones policiales, de elementos que, lejos de garantizar la seguridad de las personas, representan un peligro de muerte potencial para cualquiera que tenga la mala suerte de ser detenido con o sin motivo.
El comentado no es ciertamente el único caso de violencia policial homicida. Para citar uno de los más sonados, en mayo del año pasado, en el municipio jalisciense de Ixtalhuacán de los Membrillos, conurbado a Guadalajara, mataron a golpes al joven Giovanni López, tras detenerlo por no usar cubrebocas.
Y el fenómeno no es, desde luego, privativo de México. En ese mismo mes, en Mineápolis, Minesota, el ciudadano afroestadunidense George Floyd fue asfixiado en el curso de su arresto por el ahora ex policía Derek Chauvin con la complicidad de su compañero Tou Thao, en un episodio que provocó una oleada de indignación en Estados Unidos y en el mundo. Para entonces, en la nación vecina, los numerosos asesinatos de afroestadunidenses a manos de policías habían dado ya origen al movimiento Black Lives Matter (Las vidas de los negros importan).
Si en Estados Unidos las víctimas principales de brutalidad policial son personas negras y latinoamericanas, en nuestro país los excesos de violencia por parte de uniformados tienen también inconfundibles orientaciones racistas, clasistas, misóginas, homofóbicas o xenófobas.
En el caso de Victoria Salazar, no puede pasarse por alto el hecho de que su homicidio tuvo lugar en una región de gran afluencia turística en la que, sin embargo, no se ha sabido que los agentes del orden se ensañen de manera semejante en contra de vacacionistas de alto poder adquisitivo, nacionales o extranjeros, por más desmanes que éstos puedan realizar.
No puede soslayarse, en cambio, que en el caso de Tulum la víctima era mujer, extranjera, migrante y pobre.
En lo inmediato es exigible, desde luego, que la procuración y la impartición de justicia sancionen conforme a la ley a los autores del homicidio, pero ello no es, ni de lejos, suficiente.
Es impostergable, además, emprender una capacitación urgente de las corporaciones policiales estatales y municipales, no sólo en materia de prácticas legítimas de arresto y de uso de la fuerza, sino también, y lo más importante, en principios éticos, empezando por el del respeto a la vida humana.
Trump pudo haber evitado 400 mil decesos por Covid-19: experta
David Brooks Corresponsal
Periódico La Jornada Martes 30 de marzo de 2021, p. 18
Nueva York., Deborah Birx, ex coordinadora médica contra el Covid-19 en el gobierno de Donald Trump, sugirió que más de 400 mil muertes en la pandemia pudieron haberse evitado con una respuesta efectiva del ex ocupante de la Casa Blanca; mientras, Rochelle Walensky, directora de los Centros de Control de Enfermedades (CDC, por su siglas en inglés), alertó ayer sobre una catástrofe inminente si no se redoblan esfuerzos de prevención al asomarse un repunte de casos.
El presidente Joe Biden advirtió que se podrían perder los logros ante la pandemia porque la gente está dejando de tomar precauciones, y llamó a que gobernadores y alcaldes a que emitan nuevas órdenes para el uso de cubrebocas como un deber patriótico.
Recomendó que los estados frenen sus esfuerzos de reapertura. También anunció que todo adulto será elegible para una vacuna a partir del 19 de abril (es decir, ya no se limitará por edad o condiciones médicas). Unas horas antes en la misma Casa Blanca, la doctora Walensky, directora del CDC, expresó alarma ante una posible cuarta ola del Covid.
Advierten de una cuarta ola de la pandemia
Afirmó que aunque hay muchas razones para tener esperanza, en este momento estoy asustada y hay elementos para sentir una catástrofe inminente ante nuevos rebrotes de contagio en varias partes del país.
Walensky aconsejó mantener las medidas de mitigación y que todos se vacunen tan pronto puedan con el fin de que todos los que queremos estén aquí cuando se acabe esta pandemia.
Aunque la distribución y aplicación de vacunas se ha incrementado dramáticamente llegando a un promedio de hasta 2.7 millones al día, se siguen registrando nuevos brotes de Covid-19 en varios estados donde se informa de incrementos de entre 40 a 60 por ciento sólo en las últimas dos semanas.
El país ya superó el total de 30 millones de casos con unos casi 5 mil más cada día, según la Universidad Johns Hopkins. Casi 550 mil estadunidenses han muerto de Covid.
La gran mayoría de esas muertes pudieron haber sido evitadas, sugirió la doctora Birx, coordinadora de la respuesta al Covid en el gobierno de Trump. En entrevista con CNN el fin de semana, Birx pareció indicar que más de 400 mil de esas muertes no debieron ocurrir si el gobierno de Trump hubiera implementado una respuesta más efectiva a la crisis de salud pública.
Lo veo de esta manera: la primera vez tenemos una excusa, había como cien mil muertes en esa primera ola. Todas las demás, a mi pesar, podrían haber sido mitigadas o reducidas sustancialmente.
En el mismo programa, el doctor Anthony Fauci, el especialista de mayor rango dentro del gobierno sobre enfermedades contagiosas, comentó que las exigencias de Trump de reabrir la economía en contra de las recomendaciones de la comunidad científica las sintió como un golpe al pecho.