jueves, 6 de mayo de 2021

Impulso a la solidaridad mundial de los trabajadores.

Napoleón Gómez Urrutia
Hace unos días se efectuó de manera virtual la reunión del Comité Ejecutivo Internacional de IndustriALL Global Union, el organismo sindical más grande del mundo, con más de 50 millones de trabajadores afiliados, provenientes de 140 países. Esta entidad se fundó el 19 de junio de 2012 como resultado de una fusión que unió a la Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas, FITIM, y la Federación Internacional de Sindicatos de la Química, la Energía, Minas e Industrias Diversas, ICEM. Es decir, precisamente se integró para englobar a los sectores de la minería, la energía y las manufacturas principalmente.
IndustriALL nació como una asociación para organizar y desarrollar el poder colectivo de los trabajadores en todo el mundo, para promover y defender sus intereses comunes con respecto tanto a las corporaciones como a los Estados. Trabaja para fortalecer el movimiento sindical por medio de la unión de los obreros industriales a escala global, mediante la integración, la lealtad, la solidaridad de la clase trabajadora y la coordinación de la negociación colectiva. La sede central está en las oficinas de Ginebra, Suiza. Tengo el honor de ser el único miembro de México en su comité ejecutivo mundial.
Para alcanzar esos objetivos, este órgano promueve el reconocimiento y la aplicación efectiva de las normas y derechos laborales internacionales. Defiende activamente a sus afiliados miembros frente a las amenazas y los ataques en contra del movimiento sindical, ya sea por parte de los gobiernos y empleadores, o ambos unidos en complicidad. Coordina, además, y facilita las campañas de sindicalización y de contratación colectiva mediante las fronteras y apoya a las organizaciones que están agrupadas en esta gran y enorme institución, brindando asistencia técnica, apoyos y solidaridad con relaciones estratégicas y de colaboración mutua.
El encuentro global que ocurrió la semana pasada es sumamente importante en las circunstancias críticas que estamos viviendo en el mundo entero. Durante más un año, la pandemia del Covid-19 ha trastornado a nuestros países, con consecuencias muy graves para los trabajadores en todos los sectores, regiones y lugares del globo terráqueo. La crisis económica y de empleo derivada y agravada por la debilidad sanitaria, ha generado una desocupación mundial de más de 300 millones de personas. Tan sólo en Estados Unidos, quizá todavía la economía más fuerte, 20 millones de trabajadores han sido desocupados. Por ello, cada vez se hace más necesario defender los derechos laborales, combatir los abusos y exigir el acceso equitativo de las vacunas para todos.
En el panorama actual, muchas empresas y sociedades siguen siendo crueles, racistas, discriminadoras, injustas, antidemocráticas y violentas. Aunque algunos de estos problemas han persistido de manera sistémica, valiéndose de la pobreza y de las necesidades de la gente por encontrar un empleo, esos hechos y actitudes empresariales han provocado un aumento de los crímenes de odio y asesinatos de personas, particularmente de los activistas sociales y de los derechos humanos de los trabajadores.
Incluso hoy en día los jóvenes, las personas adultas, pero particularmente las mujeres, también tienen que luchar, sufrir y morir sólo por defender su integridad, su dignidad y sus derechos inherentes. La lucha por la no discriminación, la igualdad, la no violencia, la justicia y la participación en el liderazgo, en las estructuras y procesos de toma de decisiones es una realidad triste e inquietante que continúa. Es fundamental respetar los derechos de las mujeres y abordar las barreras de sus intereses económicos, sociales, culturales, civiles y políticos para lograr la igualdad de género y su empoderamiento.
Esta lucha no difiere de aquellas que defienden los derechos humanos y de los trabajadores. Sistemas como la subcontratación u outsourcing han proliferado en todo el mundo, con la consecuente pérdida de derechos laborales, aumento de la simulación, la evasión fiscal y la carencia de recursos para atender las necesidades de salud, vivienda digna así como lograr las pensiones y jubilaciones decentes. En México, con la reforma que aprobamos en el Senado de la República para prohibir estas actividades, controlarlas y regularlas, dimos un paso histórico, visionario, y nos pusimos a la vanguardia de la lucha por frenar este modelo de explotación y de corrupción, que tanto daño ha hecho a la economía, a los trabajadores y a la sociedad en su conjunto.
Finalmente, durante la reunión de IndustriALL se reafirmó la solidaridad mundial y el reto que los sindicatos afiliados representamos para responder al poder de las compañías multinacionales y de los gobiernos conservadores, ambos muchas veces aliados y enemigos de la clase trabajadora. También en el Comité Ejecutivo se reafirmaron las estrategias, las soluciones y la solidaridad, así como la lucha para construir un nuevo modelo de globalización y de prosperidad compartida, que permita dar prioridad a la mayoría de la gente en su lucha por un sistema de democracia y justicia social.

Especulación financiera dispara precio de granos
Se suma a la sequía y el alza de combustibles: Especialista
▲ En los mercados internacionales, el precio del trigo ha aumentado 28 por ciento en lo que va del año.Foto Xinhua
Braulio Carbajal
Periódico La Jornada  Jueves 6 de mayo de 2021, p. 17
La especulación en los mercados financieros y el acaparamiento se añadieron a la sequía para impulsar el precio de los granos básicos como maíz, trigo, soya, arroz y café –de amplio consumo en México– a niveles no vistos en más de ocho años, coincidieron analistas.
Es el caso del maíz blanco, que en el país se utiliza principalmente para la elaboración de tortillas, uno de los alimentos más consumidos por los mexicanos, pues según datos del mercado de valores, el precio de la tonelada se ha disparado 40 por ciento en lo que va del año y 120 por ciento en los pasados 12 meses.
Sin embargo, no es el único caso que ha prendido las alarmas, pues el precio internacional de la soya, que suele transformarse en harina para elaboración de alimento para ganado o en aceite para consumo humano, se ha disparado 35 por ciento desde el cierre del año pasado a la fecha.
En tanto, de acuerdo con datos de mercados internacionales, en lo que va del año el precio del trigo ha aumentado 28 por ciento, el del café 21 por ciento y el del arroz 12 por ciento.
Con excepción del arroz, cuyo máximo nivel en cuanto a precios se alcanzó a mediados del año pasado debido al confinamiento por la crisis sanitaria, el costo internacional de todos los granos básicos mencionados se encuentra en su punto más alto desde 2013.
Carlos Bautista, especialista en comercio internacional de la Universidad La Salle, resaltó que si bien el aumento en el precio de alimentos básicos responde en parte a la sequía que enfrentan muchos países del mundo debido al cambio climático, también es consecuencia de la especulación, la cual ahora pagan los consumidores.
El también catedrático explicó que la especulación parte del temor de que la pandemia descontrolada que se vive en India pase a otros países, por lo cual muchos gobiernos han acaparado cantidades desproporcionadas de granos básicos para prepararse ante un eventual confinamiento, lo que al disminuir la oferta ha aumentado los precios.
En el caso concreto del maíz, Homero López, presidente del Consejo Nacional de la Tortilla, aseguró que las grandes empresas productoras de alimento han acaparado gran parte del grano en México, lo que ha provocado escasez y encarecimiento del insumo más importante para la elaboración de tortillas, cuyo precio al consumidor ha aumentado en los últimos meses.
Otro factor que se suma, dijo Bautista, es el alza en los combustibles a nivel internacional, que ha encarecido el transporte de mercancías, en particular por vía marítima.
Las materias que se mueven de un continente a otro se han visto más afectadas, pues absorben el flete marítimo, el ferroviario y luego el carretero, lo que se refleja en mayores costos de logística, señaló.
Para el catedrático el caso más grave en México es el del maíz, pues se refleja en la tortilla, alimento básico de la población.
Si sigue la especulación, más el alza en los precios de gas y electricidad, llegará el punto en que el subsidio del gobierno no sea suficiente y su precio aumente entre 20 y 30 por ciento, ocasionando mayor pobreza alimentaria en el país.