lunes, 17 de mayo de 2021

Misiles israelíes estremecen Gaza de norte a sur; van casi 200 muertos.

Ofensiva aérea destruye viviendas y hospitales
La sede de Ap y Al Jazeera, objetivo perfectamente legítimo: Netanyahu
▲ Un palestino en medio de los escombros de su casa, destruida en un ataque aéreo israelí sobre la ciudad de Rafá, en el sur de la franja de Gaza.Foto Afp
Ayer, el ataque más letal de Israel en Gaza; 42 muertos
▲ Un palestino rescata a una niña de los escombros de uno los tres
edificios destruidos ayer en Gaza por la aviación israelí. En la cruenta ofensiva también fueron dañadas varias instalaciones de salud, entre ellas una clínica que proveía cuidados para traumas y quemaduras, cuya sala de esterilización quedó inservible, así como un hospital de Médicos sin Fronteras. Foto Afp
Afp, Ap, Dpa y The Independent
Periódico La Jornada  Lunes 17 de mayo de 2021, p. 22
Gaza. Aviones de combate israelíes lanzaron decenas de misiles en diversos puntos de Gaza esta madrugada estremeciendo de norte a sur la ciudad, como parte de un ataque generalizado, luego de los bombardeos de las últimas 24 horas en los cuales murieron 42 palestinos, el ataque más letal desde que estallaron los enfrentamientos con el movimiento islamita Hamas la semana pasada.
En breve comunicado, la Defensa de Israel señaló que sus aviones de combate atacan blancos terroristas en la franja de Gaza. Al cierre de esta edición no había reportes sobre los daños de esta nueva oleada.
La fuerza aérea israelí intensificó su ofensiva aérea ayer, destruyó tres edificios y dañó varias instalaciones de salud, entre ellas una clínica que proveía cuidados para traumas y quemados, cuya sala de esterilización quedó inservible, así como un hospital de Médicos sin Fronteras.
Dos prominentes médicos perdieron la vida: Ayman Abu Ouf, jefe de Medicina Interna y Covid-19 de Shifa, el mayor hospital de Gaza, y Moein Ahmad Alouf, uno de los pocos neurólogos en la zona, quien murió con sus cinco hijos.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un discurso televisado aseguró que los ataques continúan con toda la fuerza y tomarán tiempo. Acompañado de su ministro de Defensa, Benny Glantz, sostuvo que Israel quiere imponer un alto precio a Hamas.
Justificación
Luego, en entrevista con la televisora estadunidense CBS, Netanyahu justificó la destrucción el sábado del edificio que albergaba las oficinas de la agencia de noticias Associated Press (Ap) y de Al Jazeera, con el argumento de que se trató de un objetivo perfectamente legítimo.
Agregó que compartió información de inteligencia sobre la evidente presencia de Hamas en el inmueble. Ni la Casa Blanca ni el Departamento de Estado comentaron si algún funcionario ha visto esas pruebas.
Sally Buzbee, directora editorial de Ap, exigió una investigación independiente de este ataque y que se difunda la evidencia de que Hamas tenía presencia en el inmueble.
Reporteros sin Fronteras y Amnistía Internacional pidieron a la Corte Penal Internacional investigar como crimen de lesa humanidad el ataque contra el edificio Al Jalaa, de 12 plantas, donde además de los medios de comunicación había departamentos residenciales.
Los saldos
Desde las primeras horas del domingo, 42 palestinos, incluidos al menos ocho niños, murieron en bombardeos en el enclave, donde viven 2 millones de personas bajo un bloqueo israelí.
Se trata de la cifra diaria de muertos más elevada desde que comenzó este nuevo ciclo de violencia, que ya ha causado la muerte de 192 palestinos, entre ellos 58 niños, y más de mil 200 heridos, según el último balance palestino.
Del lado de Israel, 10 personas han muerto, entre ellos dos menores y un soldado, y hay 283 heridos por disparos de cohetes palestinos.
La ofensiva ha desplazado, además, a unos 34 mil palestinos, estimó el enviado de la Organización de Naciones Unidas para Medio Oriente, Tor Wennesland.
Más de 500 casas han sido destruidas, de acuerdo con autoridades de la franja de Gaza.
Hamas menospreció la fuerza de nuestra respuesta a sus cohetes, comentó Aviv Kochavi, jefe del Estado Mayor israelí, y detalló que Gaza fue sometida a bombardeos de intensidad sin precedente.
A lo largo de la jornada dominical cuadrillas de rescate se dieron a la tarea de sacar cuerpos de entre los escombros, ante la mirada horrorizada de los familiares.
Varias decenas de heridos fueron enviados al vecino Egipto, ante el colapso de los hospitales en el enclave palestino, ya de por sí golpeado por la pandemia del Covid-19. Tres convoyes con 263 palestinos heridos a bordo, cruzaron el puesto de Rafá hasta la región egipcia del Sinaí del Norte, indicaron fuentes médicas y funcionarios.
El conflicto bélico, el más fuerte desde la guerra de 2014, ha desatado protestas en la región reocupada de Cisjordania y avivó la violencia entre ciudadanos judíos y árabes dentro de Israel, donde se han reportado enfrentamientos con saldo de nueve palestinos muertos.
Al caer la tarde un vehículo embistió a soldados israelíes que patrullaban en el barrio de Sheij Jarrah, en Jerusalén Este. El atropellamiento dejó varios heridos, según la policía israelí, que mató al agresor.
Hamas continuó con su andanada de cohetes contra Israel. Una sinagoga fue impactada en la sureña ciudad de Ashkelon, poco antes del inicio del feriado judío de Shavout. No hubo víctimas.
Los grupos armados palestinos lanzaron más de 3 mil 100 cohetes contra Israel desde el pasado día 10, el mayor número de cohetes disparados hacia Israel, según el ejército, que precisó que la mayoría fueron interceptados.
Abu Anas Achkanani, habitante del barrio Rimal, blanco de bombardeos, explicó que perdió a su cuñada y cuatro sobrinos, el mayor de ellos de apenas 11 años, que, según él, dormían cuando cayó el proyectil.
Atacan a líderes de Hamas
En su persecución contra las estructuras de Hamas, que gobierna la franja de Gaza desde 2007, el ejército israelí atacó el domicilio de (el jefe político de Hamas en Gaza) Yahya Sinwar, y el de su hermano, Mohamad, jefe de logística del grupo islamita, y publicó en Twitter un video que muestra graves daños bajo una nube de polvo.
Fuentes de seguridad palestinas confirmaron el ataque a la vivienda de Sinwar, pero por ahora se desconoce su suerte.
En tanto, una delegación estadunidense encabezada por el enviado especial Hady Amr se reunió ayer con el ministro israelí de Defensa, Benny Gantz, quien expresó a Washington su profundo reconocimiento al apoyo al derecho y deber de Israel a defenderse contra los ataques terroristas.
Esta nueva escalada estalló tras el lanzamiento desde Gaza, hace una semana, de una andanada de cohetes contra Israel en solidaridad con los cientos de palestinos heridos en los disturbios con la policía israelí en la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén Este, sector ocupado por Israel desde 1967.
Los disturbios en la explanada, tercer lugar santo del islam, fueron la culminación de fuertes tensiones y enfrentamientos en Jerusalén Este debido, sobre todo, a la amenaza de expulsión de familias palestinas a favor de colonos judíos en un barrio de la Ciudad Santa.

Israel: reacciones adversas
En Nueva York, ayer, el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) realizó una reunión de emergencia a fin de buscar un modo de detener el inmisericorde ataque de Israel contra la población de Gaza –que ha causado ya alrededor de 200 muertes, entre ellas las de 58 niños y 34 mujeres– y los continuos lanzamientos de cohetes por la organización palestina Hamas hacia ciudades israelíes, que han causado una decena de muertes, dos de ellas de menores.
Las palabras con las que el secretario general de la ONU abrió la sesión no dejan lugar a dudas: el funcionario calificó la destrucción humana y material de absolutamente espantosa, una referencia que sólo puede ser aplicable a la franja de Gaza, donde la vida de la población, de por sí precaria por el férreo bloqueo israelí, se ha convertido en un infierno por los bombardeos aéreos y terrestres, el corte del servicio eléctrico, los ataques de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés) contra hospitales, campos de refugiados y residencias de civiles y la reciente prohibición de introducir medicinas e insumos médicos, como denunció la organización Médicos Sin Fronteras (MSF).
Cierto es que para los habitantes de centros urbanos israelíes como Ascalón y Tel Aviv la escalada bélica se ha traducido en muerte, zozobra y destrucción material, pero en una escala infinitamente menor que en la arrasada franja.
En este contexto, cabe saludar el posicionamiento de la representación mexicana ante el Consejo de Seguridad, encabezada por Juan Ramón de la Fuente: el diplomático condenó el continuo despojo territorial de los palestinos por parte del régimen de Tel Aviv; la represión policial israelí en Jerusalén, que fue el factor detonante de la escalada; los bombardeos de civiles en Gaza y el uso desproporcionado de la fuerza contra la infraestructura civil y de medios informativos.
Asimismo, condenó los ataques de Hamas contra localidades israelíes, lamentó la lentitud del Consejo de Seguridad para asumir su papel como garante de la paz y la seguridad internacional. Además, el representante mexicano exhortó a resolver la aspiración palestina a un Estado propio y las preocupaciones de seguridad de Israel en el contexto de la solución de dos Estados que convivan en paz, con fronteras seguras e internacionalmente reconocidas, que preserven el estatuto especial de Jerusalén.
Por otra parte, ayer la Organización de Coo-peración Islámica celebró una reunión de emergencia para analizar la terrible situación en la Palestina ocupada y cercada. Aunque algunos de los integrantes de esa instancia internacional, como Arabia Saudita, Turquía y Marruecos mantienen relaciones cálidas con el régimen de Tel Aviv, en el encuentro se mantuvo el consenso para la fórmula de los dos Estados como solución al añejo problema palestino-israelí.
A pesar de estas reacciones internacionales adversas, el premier israelí, Benjamin Netanyahu, porfía en mantener la ofensiva contra Gaza, donde hace dos días las fuerzas israelíes destruyeron la sede de la cadena Al Jazeera y de la agencia Associated Press so pretexto de que el edificio era usado por Hamas, afirmación que hasta ahora no ha sido demostrada.
Como es evidente, la vía para detener el derramamiento de sangre no pasa tanto por Tel Aviv, Jerusalén o Gaza, sino por Washington y Bruselas: Estados Unidos y la Unión Europea deben exigir a los gobernantes israelíes que acepten un alto el fuego inmediato y el establecimiento de un Estado palestino en la franja de Gaza y la totalidad de Cisjordania, con capital en la parte oriental de Jerusalén, como lo estableció desde hace décadas la comunidad internacional.