El país sudamericano se ha visto envuelto en una crisis política con manifestaciones casi diarias desde el 7 de diciembre, cuando el entonces presidente Pedro Castillo fue detenido tras intentar disolver el Congreso y gobernar por decreto. Foto Afp
Lima. Crecen las protestas exigiendo la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y elecciones este año. Este martes hubo una multitudinaria manifestación antigubernamental en Lima. También hubo movilizaciones en distintas regiones del país. “Ni un muerto más. Dina renuncia”, se lee en una gran banderola que un grupo de manifestantes llevan por las calles de la capital. Detrás de ellos se encolumna un nutrido grupo que camina coreando “El pueblo está luchando, Dina lo está matando”. Se unen con otros manifestantes. Al final de la tarde es una multitud la que ha tomado las calles del centro de la capital. Se agitan banderas peruanas, con los colores del arcoíris que identifican a los pueblos indígenas. Miles han llegado a la capital desde el interior del país para demandar la salida de la presidenta que después de más de medio centenar de muertos se niega a renunciar. Hace muchos años que el país no ve protestas de la magnitud que han alcanzado en los últimos dos meses.
Sangre Inca
Las protestas estallaron en el sur andino en diciembre luego de la destitución de Pedro Castillo y se han extendido al resto del país. Desde hace dos semanas han tomado protagonismo en Lima. Los pobladores del interior del país que han viajado a la capital para hacer escuchar su voz en las calles cercanas al Palacio de Gobierno y el Congreso, blancos de la ira popular, tienen rol protagónico en las movilizaciones en Lima. Hay una fuerte presencia de poblaciones andinas. Una multitud que ha llegado al centro de la ciudad caminando desde uno de los barrios del cordón de pobreza que rodea la capital camina coreando “Somos sangre Inca, no somos terroristas”. Una consigna que refuerza su identificación indígena y que responde a las acusaciones de terroristas que para desacreditarlos y criminalizaros les lanzan desde el poder político y mediático. En el centro de la ciudad se unen con otro numeroso grupo que girita “aquí están, estos son, los que siempre van a luchar”. Hay entusiasmo, convicción, decisión. “Dina, asesina, el pueblo te repudia”, “la sangre derramada, jamás será olvidada”, “fuera Congreso corrupto”, son otras consignas que retumban en el centro de la ciudad.
Fuertes contingentes policiales y tanquetas cortan el paso de varias calles en el centro de la ciudad. Impiden acercarse al Congreso y al Palacio de Gobierno. La represión ha sido constante y dura en cada una de las movilizaciones. En Lima y en el interior del país. Desde que comenzaron, las protestas han dejado 58 muertos. De ellos, 47 asesinados por las fuerzas de seguridad: 46 por disparos de la policía y el ejército, y uno por una bomba lacrimógena que un policía le disparó a la cabeza desde pocos metros. Esta última muerte ocurrió el sábado en Lima, la primera en la capital. El gobierno, la mayoría derechista del Congreso y los medios hegemónicos aplauden la represión y criminalizan las protestas. Al cierre de esta nota, la policía comenzaba a lanzar bombas lacrimógenas contra manifestantes.
Adelanto de elecciones
Mientras las masivas protestas tomaban una vez más las calles de Lima y otras ciudades, el Congreso suspendía por segundo día consecutivo el debate y votación del adelanto de elecciones para octubre de este año. Desde el lunes, legisladores negocian a puertas cerradas un acuerdo de consenso que asegure alcanzar los votos necesarios para aprobar el adelanto de elecciones. Para ello se necesitan 87 votos, dos tercios del Parlamento unicameral.
Elecciones en octubre de este año, en abril de 2024, en octubre pero condicionadas a que se haga simultáneamente un referéndum para una Asamblea Constituyente, no mover nada para que las elecciones sean en 2026, eran las diferentes posturas. Este martes circuló la versión de una posible propuesta para elecciones en diciembre de este año, como fecha de consenso. En ese caso, el cambio de gobierno sería en abril de 2024. Una propuesta que ya ha sido rechazada por las calles. En la noche del martes continuaban las arduas negociaciones entre los legisladores. Se anunció que el tema sería debatido y votado este miércoles.
La demora del Congreso para tomar una decisión en momentos críticos, con más de medio centenar de muertos, y la insistencia de buen número de legisladores de negarse a convocar elecciones este año como demanda la gran mayoría, revelan a un Congreso de espaldas a las calles. Una reciente encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) revela que el Congreso tiene apenas 7 por ciento de aprobación y que 73 por ciento quiere elecciones este año. Los obstáculos para aprobar las elecciones adelantadas dejan como única salida para que eso se concrete la renuncia o destitución de Boluarte, lo que forzaría elecciones en seis meses. De acuerdo al sondeo del IEP, el 74 por ciento demanda la renuncia de Boluarte, lo que en el sur se eleva a 85 por ciento. Cada día su gobierno es más insostenible.
La primera deuda que se debe saldar es la contraída con el pueblo brasileño: Lula
Ante líderes sociales, confirma el decreto para expulsar a mineros ilegales de zonas indígenas
▲ El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, prometió ayer acelerar un acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, y planteó este verano como fecha límite, luego de un encuentro con el canciller federal alemán, Olaf Scholz, a quien recibió en el Palacio de Planalto.Foto Ap
Reuters Periódico La Jornada
Miércoles 1º de febrero de 2023, p. 21
Brasilia. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, declaró ayer que está a favor de la estabilidad económica y la seriedad fiscal, pero también defendió la seriedad política y social del país.
Durante un acto con organizaciones sociales en el Palacio de Planalto, el también ex dirigente metalúrgico afirmó que la deuda social de Brasil es la mayor que tiene el país y repitió su promesa de campaña de reajustar el valor del salario mínimo en términos reales todos los años de su gobierno.
Soy una persona que defiende mucho la estabilidad económica, la seriedad fiscal, pero quiero seriedad política y social, porque es verdad que tenemos mucha deuda por pagar, pero la más urgente de saldar es la contraída con el pueblo brasileño, sostuvo Lula.
Los comentarios del mandatario se producen en un contexto de constante temor expresado por los agentes del mercado financiero sobre las cuentas públicas del país en el que es su tercer mandato como presidente. También llegan en un momento en que el equipo de economía dirigido por el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, trabaja en un nuevo marco fiscal que sustituya al techo de gasto constitucional.
En su discurso ante miembros de movimientos sociales, Lula también afirmó que la economía brasileña se basará en la búsqueda de alternativas de energía limpia y, al igual que hizo durante la campaña electoral del año pasado, volvió a prometer que combatirá la deforestación en la Amazonia, afirmando que es necesario comprender la importancia de la selva para el planeta.
Mencionó el decreto emitido ayer mediante el cual se autoriza crear una zona de identificación de defensa aérea sobre tierra yanomami, al señalar que el instrumento servirá para expulsar a los mineros ilegales de las zonas indígenas.
En un momento humorístico de la ceremonia con representantes de movimientos sociales, Lula bromeó sobre su estancia en un hotel, un mes después de su investidura, a la espera de los arreglos al Palacio de la Alvorada, residencia oficial del presidente de la República.
“Soy un ‘sin techo’, un ‘sin palacio’, tienen que ayudarme a reclamar mi derecho a la vivienda.”
En tanto, Joenia Wapichana, quien en los próximo días se convertirá en la primera indígena en dirigir la Fundación Nacional del Indio, dijo que el gobierno prepara un grupo de trabajo, en el cual participarán varias agencias gubernamentales y organismos del orden, que lanzará una operación para expulsar a los mineros ilegales de oro de la reserva yanomami.
En declaraciones a la plataforma de periodismo amazónico Sumaúma, Wapichana aclaró que no podía dar detalles de la inminente operación para no alertar a los mineros que han invadido el territorio indígena.
Unos 20 mil mineros buscan oro en la mayor reserva indígena de Brasil, en el estado de Roraima, fronterizo con Venezuela, donde han contaminado las aguas con el mercurio utilizado para separar el metal del mineral y la tierra, según las autoridades. Los mineros están cada vez más asociados a bandas bien armadas que han aterrorizado a comunidades indígenas que por primera vez no pueden alimentarse por sí mismas, lo que ha provocado una malnutrición generalizada y muertes entre los 28 mil yanomamis.
En otro orden, la Casa Blanca informó que el presidente Joe Biden recibirá a Lula el próximo día 10.