Afp Periódico La Jornada
Martes 8 de abril de 2025, p. 23
Londres. El Tribunal Supremo británico denegó al Banco Nacional de Cuba (BNC) el permiso de apelar una decisión favorable al fondo especulativo CRF sobre préstamos impagados por la entidad de la isla, en una decisión anunciada este lunes.
El permiso para impugnar ha sido denegado, afirmó a Afp un portavoz del Tribunal Supremo de Reino Unido.
Según el máximo organismo de la justicia británica esta decisión se basa en que la solicitud para impugnar no plantea un punto de derecho discutible ni un punto de derecho de importancia pública general.
La Alta Corte londinense había considerado en abril de 2023 que CRF, al que Cuba considera fondo buitre, adquirió legítimamente una deuda impagada del BNC.
El fondo de inversiones, con base en las islas Caimán, se había hecho en el mercado secundario con préstamos de 78 millones de dólares contraídos por el BNC en los años 1980 con dos bancos europeos (Credit Lyonnais Bank Nederland e Istituto Bancario Italiano).
El 19 de noviembre, el Tribunal de Apelación de Londres había desestimado un recurso del BNC para impugnar la decisión favorable a CRF.
Última esperanza
El Tribunal Supremo era la última esperanza del BNC a la que agarrarse para ganar el caso en la justicia británica.
Esto marca una victoria decisiva y concluyente en la fase jurisdiccional. El tribunal más alto de Reino Unido ha confirmado ahora lo que hemos dicho desde el principio: CRF es el acreedor legítimo, y Cuba ya no tiene bases para disputar eso, afirmó este lunes, en un comunicado, David Charters, presidente de CRF.
Aunque la deuda original fue contraída por el Banco Nacional de Cuba (BNC) con esas dos entidades, en 2019 fue adquirida por el banco chino ICBC Standard Bank, al que el fondo CRF compró esa deuda.
Según CRF, Cuba tendría una deuda impagada de mil 200 millones de dólares con el fondo, aunque ahora sólo reclame una pequeña parte.
Las autoridades cubanas habían intentado cortar el procedimiento de raíz, asegurando que CRF I Limited adquirió los derechos ilegalmente, llegando incluso a sobornar al director de operaciones del BNC, Raúl Eugenio Olivera Lozano, quien fue posteriormente juzgado y cumple 13 años de cárcel.
En aquella ocasión, la jueza Sara Cockerill, de la Alta Corte londinense, consideró que el fondo compró legítimamente la deuda con la aprobación del BNC, y como acreedor puede reclamar su pago ante la justicia británica.
La Alta Corte reconoció en abril de 2023, en una decisión que se podría considerar salomónica, que el BNC carecía de capacidad para consentir en nombre de Cuba y lo hizo en nombre propio.
Cuarto triunfo
Tras esa decisión, Cuba recurrió ante el Tribunal de Apelación londinense, que escuchó en una audiencia la reclamación en julio de 2024, antes de desestimar la impugnación en noviembre de ese año.
Este es el cuarto triunfo consecutivo de CRF en los tribunales ingleses y confirma su posición legal para perseguir la recuperación de reclamaciones de deuda soberana bajo la ley inglesa. La sentencia cierra la fase de jurisdicción del proceso y permite avanzar con confianza hacia la fase de fondo, señaló CRF en un comunicado.
Si el BNC se viera obligado a pagar estos primeros 78 millones de dólares, crearía un precedente peligroso con respecto al resto de los préstamos adquiridos por CRF.
Intensificaremos nuestros esfuerzos para hacer cumplir completamente esta sentencia, advirtió David Charters.
Para la CMW, mejoró protección a derechos humanos de migrantes
Ángeles Cruz Martínez
Periódico La Jornada Martes 8 de abril de 2025, p. 5
El Comité de Naciones Unidas para la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares (CMW, por sus siglas en inglés) reconoció el trabajo de México por las reformas legales y el compromiso con la protección de los derechos humanos de las personas en esa situación, así como el desafío que representa la política de Estados Unidos en la materia, pero también criticó la estrategia.
Durante el primer día de su sesión y luego de que la delegación mexicana presentó un informe de actividades, los relatores preguntaron la razón del despliegue del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, encargadas de tareas de vigilancia y operativos en contra del crimen organizado y a la vez forman parte de las acciones dirigidas a la protección de migrantes.
Antes, la titular de la Misión Permanente de México ante Organismos Internacionales ubicados en Ginebra y cabeza de la delegación, Francisca Méndez, reafirmó el compromiso del Estado mexicano con la convención internacional en materia de migración.
Subrayó que el país reafirma su apertura al escrutinio internacional y al diálogo constructivo, pues aunque existen avances, persisten desafíos.
En la sesión de preguntas, el relator Pablo Ceriani criticó la participación de las corporaciones militares y policiacas, sobre todo a partir de los casos de uso excesivo de la fuerza donde migrantes han muerto. Recordó varios casos, entre ellos, el ocurrido en Huixtla, Chiapas, en octubre de 2024, cuando militares dispararon en contra de migrantes, seis de los cuales perdieron la vida. Mencionó al cubano Cristóbal Cobreiro, baleado por la Guardia Nacional en un retén donde hubo menores de edad lesionados.
La delegación mexicana respondió que las fuerzas armadas y la Guardia Nacional son instrumentos primordiales para la prevención, preservación de la seguridad pública y combatir la delincuencia, además de que gozan de la confianza de la población, según una encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Agregó que desde abril de 2019 existe un convenio entre la Secretaría de Relaciones Exteriores y la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre asesoría y programas para fortalecer acciones de seguridad pública.
Otro tema planteado por los relatores fue sobre los informes que hablan de política de desgaste por los reiterados traslados de las personas a la frontera sur, pues regresan al norte y de nuevo son devueltas.
Sobre los centros de atención a migrantes, Ceriani planteó las dudas en cuanto a las condiciones sanitarias en dichos lugares, así como las conclusiones de la investigación y medidas adoptadas para la no repetición del incendio en una instalación de Ciudad Juárez, donde fallecieron más de 30 migrantes en 2023.
La falta de actualización de la base de datos oficial migratoria fue otra pregunta del comité a México. La respuesta fue que la dirección de política migratoria de la Secretaría de Gobernación revisa las bases de datos y se prevé que la actualización de la plataforma quede lista en este mes.
En su informe, México destaca el incremento de la migración en la pasada década, y que 77 por ciento se realiza de manera irregular. Sólo entre enero y mayo de 2024, el Instituto Nacional de Migración registró a más de un millón 366 mil personas provenientes de más de 100 países.
México SA
Carlos Fernández-Vega
▲ Contenedores en el puerto de Qingdao, en la provincia de Shandong, China.Foto Ap
Desde que el desquiciado Donald Trump divulgó su perversa intención de imponer aranceles a todo y a todos, porque han abusado de Estados Unidos, la comunidad de naciones le advirtió que proceder en tal sentido equivaldría a darse un tiro en elpie y entre las patas se llevaría a tirios y troyanos, lo cual, en efecto, se materializó a partir del pasado 2 de abril (cuando dio a conocer a quiénes y en qué proporción aplicará las tarifas), fecha en la que comenzó el terremoto financiero, bursátil, cambiario, petrolero y, obviamente, comercial que parece no tener fecha de caducidad.
Entonces, es lo de menos si se dio un balazo en el pie o es víctima del efecto búmeran, porque lo peligroso es que en su afán de desbancar a China y hacerlo a la brava, Trump lo único que logra es desestabilizar la economía mundial. Estados Unidos, de por sí instalado en una burbuja, de tiempo atrás decidió subirse a la hamaca, mientras el gigante asiático avanzaba a galope y arrasaba en los mercados internacionales. Y el magnate hasta ahora se dio cuenta, por lo que quiere cobrarse la afrenta extorsionando y golpeando a terceras naciones, mientras estimula la recesión y la inflación en su propio territorio.
Dado que China aplica la misma receta arancelaria a Estados Unidos, ahora Trump amenaza con incrementar a 104 por ciento las tarifas aplicables a las importaciones del gran dragón, si es que éste no recula, lo que obviamente no hará. De hecho, el Ministerio de Relaciones Exteriores del gigante asiático denuncia que la imposición unilateral de Estados Unidos priva efectivamente a los países, en particular a los del Sur Global, de su derecho al desarrollo, y seguramente enfrentará una oposición generalizada de la comunidad internacional. La decisión afecta a más de 180 países y regiones del mundo, incluidas algunas economías clasificadas por la ONU como países menos desarrollados. El inquilino de la Casa Blanca actuó de una manera que prioriza sus propios intereses a expensas de los beneficios legítimos de otras naciones, lo que refleja el unilateralismo, el proteccionismo y el acoso económico.
Descarado, el mandatario estadunidense abiertamente reconoce que China es su objetivo a destruir (algo por demás imposible) y el único elemento de negociación por él impuesto a las naciones que le piden cancelar los aranceles es que le den la espalda a la superpotencia asiática, que la expulsen de sus respectivos países y sólo comercien con Estados Unidos. Exige, pues, alineación total e incondicional a los intereses de la Casa Blanca, si es que aquellas pretenden llegar a un acuerdo que incluya, eventualmente, la cancelación de los temidos aranceles. Y ese es el pago sólo para sentarse a negociar. No daré marcha atrás a menos que las naciones afectadas (hasta ahora no menos de 50 han solicitado audiencia) equilibren su comercio con mi país.
Los sacrosantos mercados están al borde del infarto, y de ello dan cuenta los despachos de las agencias informativas internacionales: las bolsas de Asia y Europa se desplomaron este lunes por el temor a una recesión a escala global, provocada por la decisión de Estados Unidos de aplicar grandes aranceles a sus socios comerciales. Tras las enormes caídas del jueves y el viernes pasados, vivieron otra jornada de caos por la guerra comercial desatada por el presidente Donald Trump. Y las caídas de los principales índices fluctuaron entre -13.22 por ciento y -3.9. Además, los precios petroleros se tambalean.
En el caso de nuestro país, ayer, al iniciar operaciones, el índice de precios y cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores llegó a caer más de 4 por ciento, aunque al cierre de operaciones la pérdida se redujo a 2 por ciento. Las acciones con mayores pérdidas cayeron entre 12.11 y 5.61 por ciento. Los precios petroleros internacionales registraron descensos de 3 por ciento, que se suman a la caída de 7 por ciento del pasado viernes. El precio del petróleo mexicano de exportación cerró en 57.67 dólares por barril. Y el tipo de cambio se incrementó a 20.68 pesos por billete verde.
La presidenta Sheinbaum se pronunció sobre la maquiavélica kermés de Trump: “nosotros estamos en pláticas; en la medida de lo posible queremos evitar poner aranceles recíprocos… No descartamos aumentar 25 por ciento, pero preferimos seguir el diálogo antes que otra medida; ponerlos sería muy fácil (al acero y el aluminio de procedencia estadunidenses), nada más que eso va a aumentar los precios aquí”.
Las rebanadas del pastel
Ánimo, que el merequetengue continúa y aún faltan un año y tres meses para la revisión del T-MEC.
Twitter: @cafevega cfvmexico_sa@hotmail.com
Rescatar el campo
Luis Hernández Navarro
Agricultura y campesinos son esenciales para que nuestro país tenga un futuro viable. Los alimentos son un arma poderosa cuando están en manos de las naciones del norte y las agroempresas, y una enorme debilidad para quienes carecen de ellos y deben adquirirlos en el mercado mundial. En plena guerra comercial global, la importancia geoestratégica de la comida es aún mayor.
Joao Pedro Stedile es uno de los principales dirigentes del Movimiento Sin Tierra (MST) en Brasil. Egresado del posgrado en la Facultad de Economía en la UNAM, es también referencia de Vía Campesina. Desde hace muchos años no se cansa de decir que un país que no protege su agricultura y los alimentos, con el fin de garantizar la alimentación para todo el pueblo, es un país condenado al fracaso.
No es el único en sostenerlo. El agricultor Ibrahim Coulibaly, nacido en Malí y representante campesino de África Occidental, sostiene: En el norte siembran subsidios y nosotros cosechamos deudas. Hay que abandonar la política basada en la importación de alimentos.
Para sortear estas fatalidades, con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se anunció un cambio en la política agrícola, en que, según la Secretaría de Agricultura, la autosuficiencia sería clave. Esta estrategia implica avanzar en una mayor producción interna de granos, en particular maíz, frijol, trigo harinero y arroz; así como en leche, carne de res, cerdo, pollo y pescado (https://shorturl.at/jVNg2).
Sin embargo, como si fueran lo mismo, funcionarios del sector, comenzaron a hablar también de soberanía alimentaria. Pero, autosuficiencia alimentaria, seguridad alimentaria y soberanía alimentaria son conceptos distintos. Según la FAO, la autosuficiencia alimentaria es una condición bajo la cual las necesidades alimentarias de una población, país o región, son cubiertas y satisfechas mediante la producción local.
Esta política tiene una larga historia en el país. En 1980, el presidente José López Portillo, quien presumía que nadaríamos en la abundancia petrolera, creó el Sistema Alimentario Mexicano, para hacernos autosuficientes en maíz y frijol en 1982 y excedentarios en otros productos a partir de 1985. Se inyectaron al campo ganancias por las ventas del oro negro y se dispararon las cosechas de maíz y frijol. Empero, la bonanza petrolera se esfumó y tuvimos una terrible sequía. El sueño de autosuficiencia se esfumó. Con las políticas de ajuste y estabilización, su uso casi desapareció. Fue hasta 2018 que comenzó a hablarse nuevamente en México de ella.
En la fase de ascenso de la ola neoliberal, los promotores de la teoría de las ventajas comparativas y el libre comercio impulsaron la seguridad alimentaria, entendida como disponibilidad y acceso a los alimentos necesarios para satisfacer las necesidades nutricionales. No se requería –aseguraban sus promotores– que los países produjeran su comida, bastaba con asegurar víveres suficientes para alimentar a su población, así como recursos necesarios para adquirirlos en el mercado global. Según ellos, era más conveniente importar alimentos de las naciones desarrolladas, que los vendían más baratos, que cultivarlos localmente con mayor costo. Lo importante era asegurar el abasto. Los desastres de esta política en el agro mexicano, legitimada por el TLCAN y el T-MEC, están a la vista.
Como reacción a esta estrategia que condenaba a las naciones a perder su base productiva agropecuaria, Vía Campesina acuñó el término de soberanía alimentaria en el marco de la Cumbre Mundial de la Alimentación de 1996. Desde entonces, el uso (y abuso) del concepto se ha extendido, al punto de que, frecuentemente, se ejecutan políticas en su nombre que nada tienen que ver con su espíritu original.
La soberanía alimentaria –según los autores del término– es el derecho de los pueblos a alimentos saludables y culturalmente apropiados, producidos mediante métodos ecológicamente respetuosos y sostenibles. La columna vertebral de los sistemas alimentarios y agrícolas soberanos son los campesinos y los pueblos. En lugar de responder a las demandas de mercados y corporaciones, deben predominar aspiraciones y necesidades de quienes producen, distribuyen y consumen alimentos. Al ser un derecho, no debe estar sujeta a las leyes del mercado.
Algo no funcionó. A pesar de las declaraciones de que en México avanzamos en la autosuficiencia y la soberanía alimentaria, y de la danza de las cifras de funcionarios, estamos muy lejos de ellas. Somos cada vez más dependientes de las importaciones agropecuarias de EU.
En 2024, la producción de maíz en México fue la más baja en 10 años: apenas 23.3 millones de toneladas, la más reducida desde 2014. Peor aún, la de maíz blanco para consumo humano tuvo su menor nivel en 12 años: 20.3 millones de toneladas. Obviamente, las importaciones del cereal se han incrementado. En 2024 llegaron a 23.9 millones de toneladas.
En el caso del arroz y el frijol, las compras al exterior durante 2024 alcanzaron cifras récord: 320 mil toneladas del cereal y 959 mil de la leguminosa. Nuestras importaciones de trigo representan 69 por ciento del consumo nacional. La producción de oleaginosas se redujo en 26 por ciento.
La primera medida anunciada en el Plan México del nuevo gobierno consiste en aumentar la soberanía y la autosuficiencia alimentaria. Sin embargo, la producción no crece por decreto. Si se desea rescatar el campo, deben modificarse muchas políticas y aumentar el presupuesto del sector. El T-MEC, por ejemplo, es una muralla infranqueable para la sobrevivencia de los pequeños productores agrícolas. Es positivo, pero insuficiente que se planee ejecutar algunas acciones de fomento. Pero crear una Conasupo o Inmecafé bonsái, sin la participación activa de labriegos o caficultores, no tiene futuro. No hay soberanía alimentaria viable imponiendo a agricultores familiares y a sus uniones medidas desde arriba. La soberanía alimentaria será obra de los campesinos organizados autónomamente o no será.
X: @lhan55
