China ocupa una posición preponderante en la estructura productiva y en el comercio internacional. Esta es una de las condiciones definitorias de las pautas de la evolución del proceso de la globalización y de las modalidades de su desenvolvimiento. Las medidas recientes que han alterado las corrientes del comercio internacional apuntan la atención hacia tales circunstancias.
Las principales exportaciones de China son las manufacturas y comprenden los productos eléctricos y electrónicos con 27 por ciento del total, la maquinaria de distinto tipo con 15 por ciento y los vehículos (excluyendo los ferrocarriles) con 5.7 por ciento. China es el mayor exportador del mundo, seguido de Estados Unidos y Alemania. Entre los productos que destacan en la exportación están los teléfonos, los circuitos integrados, las computadoras y los automóviles.
El crecimiento de las exportaciones entre marzo de 2024 y el mismo mes de 2025 lo marcan aquellas destinadas a Estados Unidos con 43 por ciento del aumento total. Ese país absorbe 22 por ciento de las exportaciones chinas de productos electrónicos, 19 por ciento de los enseres para el hogar y 17 por ciento en el caso de instrumentos ópticos y médicos. En términos agregados, en 2024 el comercio total de bienes de Estados Unidos con China se estima en 582 mil millones de dólares, con un déficit del primero del orden de 295 mil millones y que fue superior en casi 6 por ciento al registrado en 2023.
En términos generales, se advierte el origen de las medidas proteccionistas mediante tarifas que Estados Unidos está aplicando a los productos fabricados en China. La evolución de las medidas tarifarias en el comercio, principalmente con China (y con otros países también), constituye un aspecto relevante de las condiciones del intercambio comercial a escala global. Estas medidas proteccionistas repercuten en el funcionamiento de las cadenas de producción, en la estructura de los costos y en las decisiones de un amplio conjunto de empresas, entre ellas las grandes corporaciones de distintos sectores (entre ellas la electrónica y la automotriz).
Una cuestión vinculada con la estructura de las corrientes comerciales y los instrumentos para incidir en ellas es el relativo al impacto en el empleo en las manufacturas. En este caso, el argumento ha sido la pérdida de empleo en ese sector y las consiguientes repercusiones adversas para las comunidades donde se asentaba la producción.
El asunto tiene algunos rasgos significativos. Un documento del Banco de la Reserva Federal publicado el mes pasado indica que en el periodo entre 1940 y 2025 el nivel máximo de empleo manufacturero en Estados Unidos se alcanzó en julio de 1979, con 19.5 millones de personas; desde entonces la tendencia ha sido consistentemente a la baja y en mayo de este año el registro fue de 12.7 millones. En cuanto al déficit comercial manufacturero, éste comenzó a registrarse en 1980 y se asocia con cuestiones como los cambios regionales que afectaron industrias como las del acero en el llamado Rust Belt, la declinación de las industrias manufactureras tradicionales, la globalización y la mayor competencia externa, a lo que se sumó la expansión del llamado offshoring. La tendencia creciente del déficit con China se aceleró hacia el inicio de la década de 2000, hasta llegar al nivel actual, que ha desatado la pugna comercial en curso.
Hay una discusión académica acerca del comportamiento de la producción y del empleo en las manufacturas y su localización que ofrece elementos relevantes, entre los que destaca el papel del diferencial de los salarios y del desempeño de la productividad. Todo esto es relevante en la conformación de las cadenas de producción, elemento sobresaliente de la estructura actual del comercio internacional.
Visto el fenómeno desde otra perspectiva, se orienta al modo y el contenido de la producción fabril en esta etapa del desarrollo económico. La revista The Economist publicó un provocador artículo en su edición del 10 de junio pasado con el título: El trabajo en las fábricas está sobrevalorado, centrado en las condiciones prevalecientes en Estados Unidos. El problema, se argumenta, es que aun cuando retornen las industrias los antiguos trabajos no lo harán. Las manufacturas producen más que antes, pero con menos manos. Señala que menos de 4 por ciento de los trabajadores en ese país trabajan en fábricas, mismo fenómeno que se da en Alemania, Japón o Corea del Sur que, incluso, mantienen excedentes comerciales en ese sector. La automatización aumenta el producto por trabajador, los ingresos se incrementan y con ello el gasto de consumo se desvía de los bienes hacia los servicios, mientras la producción intensiva en trabajo se desplaza a otros lugares.
El fenómeno y algunas de sus características particulares puede ilustrarse con el caso de Apple, empresa sobre la cual hoy se ejerce una fuerte presión para que relocalice en Estados Unidos la producción del iPhone, que es su principal producto. El iPhone se produce por completo en China, en un proceso que se inició en 2001, el mismo año en que China entró en la Organización Mundial de Comercio. Desde entonces se ha ido profundizando, al generar una compleja y esencial cadena de producción de este teléfono y su amplia rentabilidad. Las condiciones de este mercado y de su asentamiento en China, del modo en el que opera, sus vínculos con el gobierno central y los gobiernos regionales han llevado a formular una expresión que define claramente la situación y se centra en el título de un libro: Apple en China: la captura de la mayor empresa del mundo, escrito por Patrick McGee. El asunto apunta en general al enorme entramado laboral, productivo y político que ha creado Apple en China y que hace prácticamente imposible su desvinculación de ese país. El tema es controvertido, pero de un interés especial por las condiciones económicas, productivas y también políticas de la globalización y sus aspectos particulares, sean éstos económicos o políticos.
Litigios contra armeras de EU apenas tocan sus ganancias
Venden más de 500 mdd al año
Querellas en su país, México y Canadá
Dora Villanueva
Periódico La Jornada Lunes 16 de junio de 2025, p. 20
Las ganancias que generan las empresas fabricantes de armas en Estadas Unidos apenas se ven impactados por los pagos que realizan en respuesta a demandas interpuestas por gobiernos, usuarios y víctimas. Litigar es una minúscula parte de los gastos de estas compañías, cuyo volumen de ventas supera 500 millones de dólares anuales.
El año pasado, Smith & Wesson y Sturm, Ruger & Company, que fueron demandadas por el gobierno mexicano debido a la negligencia en la comercialización de sus productos, pagaron, respectivamente, menos de 2.3 y 4.8 por ciento de sus ganancias netas en litigios y acuerdos derivados de éstos, y menos de 0.5 por ciento de sus ventas totales.
Arropadas por la Ley de Protección del Comercio Lícito de Armas (PLCAA, por sus siglas en inglés), las fabricantes y comercializadoras de armas en Estados Unidos cuentan con un blindaje legal contra demandas civiles por el uso indebido que terceros den a sus productos. Hay excepciones que llegan a tribunales, pero se cuentan con los dedos.
Un costo más
En el año fiscal 2024, Sturm Ruger & Company tuvo ventas por 535 millones 643 mil dólares y Smith & Wesson por 535 millones 833 mil dólares. Esos datos no reflejan la ganancia neta de las compañías, que deben pagar salarios, operación, impuestos, reinvertir y gastar una pequeña parte en litigios.
La ganancia neta de Sturm Ruger & Company fue de 30 millones 563 mil dólares durante el año fiscal 2024; en defensa legal erogó 700 mil dólares. No obstante, la misma compañía declaró en sus informes financieros que arrastraba una serie de demandas, entre ellas la del gobierno de México.
Al 31 de diciembre de 2024, Sturm, Ruger & Company era parte demandada en ocho litigios por gobiernos, así como por privados por incumplimientos de contrato, prácticas comerciales desleales y litigios de marcas registradas. Entre estos procesos estaba el del gobierno mexicano, que acusó a esta y otras compañías de negligencia, alteración del orden público y enriquecimiento injusto, y pedía una restitución porque sus productos llegaban a criminales en México.
El 5 de junio la Suprema Corte de Estados Unidos desestimó de manera unánime la demanda interpuesta por el gobierno mexicano basándose en la PLCAA.
Sturm, Ruger & Company también reportó juicios abiertos con la ciudad de Gary, Indiana, desde 1999; Buffalo, Nueva York, por violaciones de las secciones 898, 349 y 350 de la Ley General de Negocios de Nueva York, así como por alteración del orden público, entre otros.
Smith & Wesson, por su parte, tuvo ganancias netas por 39 millones 609 dólares en el ejercicio fiscal que terminó el 30 de abril de 2024. Ese año, la compañía también demandada por el gobierno de México pagó 320 mil dólares por gastos de defensa y administrativos relacionados con litigios de responsabilidad civil por querellas municipales. A la vez, gastó 1.6 millones en acuerdos relacionados con casos de productos defectuosos.
Esta compañía también está implicada en una demanda impuesta por la ciudad de Gary en agosto de 1999 y enfrenta otro proceso en el Tribunal Superior de Justicia de Ontario en Toronto, Canadá, interpuesto en diciembre de 2019 por un par de víctimas de un tiroteo ocurrido en julio de 2018, lo mismo que por una balacera en la sinagoga Chabad de Poway y otra en Highland Park, Illinois, el 4 de julio de 2022.
La compañía reconoce en su informe que no se ha preparado financieramente para esas sentencias. Si determinamos que una pérdida (o una pérdida adicional que exceda nuestra acumulación) es al menos razonablemente posible y sustancial, divulgaremos una estimación de la posible pérdida o el rango de pérdida.
El sur de Europa sale a la calle contra el turismo depredador
Repudian habitantes la gentrificación de Barcelona, San Sebastián, Ibiza, Nápoles, Valencia y Córdoba
▲ Manifestantes marcharon ayer en Lisboa, Portugal, contra la turistificación de ésa y otras ciudades europeas, mientras un grupo de turistas los observan y algunos les aplauden.Foto Ap
Armando G. Tejeda Corresponsal
Periódico La Jornada Lunes 16 de junio de 2025, p. 20
Madrid. Una parte de la sociedad europea, sobre todo de países del sur (España, Grecia, Italia y Portugal), está harta del turismo masivo y de sus consecuencias negativas en ciudades y barrios, como el incremento de los precios en todos los servicios, el aumento de la basura, la escasez de comercio de proximidad y la saturación de la vivienda de alquiler.
Para decir basta ya y exigir medidas concretas para el decrecimiento del turismo, salieron a las calles de forma simultánea miles de personas de varias ciudades, entre ellas Barcelona, San Sebastián, Ibiza, Palma de Mallorca, Nápoles, Granada, Venecia, Creta, Córdoba y Atenas.
Bajo el lema El turismo nos roba pan, techo y futuro. ¡Decrecimiento turístico ya!, miles de vecinos de algunas de las ciudades que más visitantes extranjeros reciben a lo largo del año y que en algunos casos padecen el prototipo de uno de los más depredadores, el que llega en cruceros, salieron a las calles para gritar su hartazgo. En algunos casos, como en Barcelona, donde se congregaron hasta 600 personas, utilizaron pistolas de agua para hacer más visible su protesta ante los propios turistas que se encontraban a su paso.
En total fueron miles de personas en las manifestaciones de la docena de ciudades, lo que supone un síntoma del modelo turístico, que algunos ya califican de insostenible. Por ejemplo, España, que tiene algo más de 47 millones de ciudadanos residentes en el país, recibe cada año alrededor de 105 millones de turistas extranjeros, y si se suman los nacionales la cifra asciende a 299 millones.
Barcelona, una de las ciudades más turísticas de Europa, recibió el año pasado 12 millones 300 mil de turistas, con la salvedad de que es la única metrópoli de estas características que logró bajar esos registros hasta en 2.99 por ciento en comparación con el año anterior, entre otros motivos por la implementación de una tasa turística que cobra siete euros (150 pesos) diarios a cada turista por estar en la ciudad.
En el manifiesto conjunto de la Red de las Ciudades del Sur de Europa contra la Turistificación, estos colectivos, la mayoría integrados por vecinos afectados, advierten sobre la urgencia de adoptar medidas para decrecer. De ahí que insistan en “el establecimiento de límites a la industria turística, la adopción de políticas fiscales diferenciadas para vivienda y alojamiento turístico, la ‘desturistización’ de la economía de la ciudad, o el decrecimiento turístico acompañado de políticas de fomento de otras economías justas social y ambientalmente”.
En San Sebastián, hasta 50 organizaciones sociales, sindicales y vecinales respaldaron la movilización para llevar a cabo una transición hacia otro modelo que ponga en el centro a los vecinos de la ciudad y no a los turistas, que a su juicio están deteriorando sin control la ciudad, así como expulsando a sus habitantes y degradando el entorno en beneficio del mercado.
En Granada, cientos de personas protestaron en el Mirador de San Nicolás y también clamaron contra un modelo de turismo depredador.
El vocero de Al-bayzín Habitable, César Rodríguez, explicó: Alzamos la voz contra un modelo que está expulsando a los vecinos del barrio.