La franja no está “en venta”, reitera Hamas ante intención de la Casa Blanca de administrar el territorio
▲ Mientras el régimen de Tel Aviv exige a la población abandonar la ciudad de Gaza, decenas de palestinos buscan alimento en una cocina comunitaria en Jan Yunis, en el sur de la franja.Foto Ap
Reuters, Sputnik, Ap, Europa Press y Afp
Periódico La Jornada Martes 2 de septiembre de 2025, p. 24
El Cairo., Tanques israelíes se adentraron en la ciudad de Gaza ayer y detonaron vehículos cargados de explosivos en suburbios aledaños, en una jornada en la que fueron abatidos al menos 98 palestinos, además de que se reportó la muerte por inanición de nueve personas más, entre ellas tres niños.
La ofensiva prosiguió mientras la Asociación Internacional de Académicos sobre el Genocidio (IAGS, por sus siglas en inglés) aprobó una resolución en la que dicta que se cumplen los criterios legales para determinar que Tel Aviv comete este delito en Gaza, lo que fue rechazado por el gobierno de Benjamin Netanyahu.
“La gente está confusa: quedarse y morir, o marcharse a ninguna parte”, lamentó en declaraciones a Reuters Mohamad Abu Abdallah, residente en Jeque Radwan; a su vez, distintos habitantes de la gobernación de Gaza afirmaron que Tel Aviv pretende que huyan del lugar.
En volantes lanzados sobre la ciudad de Gaza, las fuerzas israelíes indicaron a los residentes que se dirigieran inmediatamente hacia el sur, ya que sus tropas tienen la intención de ampliar la ofensiva hacia el oeste de la urbe.
El ejército israelí informó que sus fuerzas luchaban contra Hamas en todo el enclave palestino y que el día anterior habían actuado contra varias estructuras militares y puestos avanzados utilizados para organizar ataques contra sus tropas.
Melanie O’Brien, presidenta de la IAGS y profesora de derecho internacional en la Universidad de Australia Occidental, afirmó en entrevista con Ap que “las personas que son expertas en el estudio del genocidio pueden ver esta situación por lo que es”.
La agrupación indicó que la resolución fue apoyada por 86 por ciento de los 500 miembros que votaron; de igual manera, los especialistas acusaron a Tel Aviv de diversos crímenes, entre ellos, los “ataques indiscriminados y deliberados contra civiles e infraestructura social” en Gaza.
Oren Marmorstein, vocero del ministerio de Exteriores israelí, aseguró que la declaración de la IAGS representa “una vergüenza para la profesión” académica y jurista, ya que considera que el informe “se basa en la campaña de mentiras de Hamas”; a su vez, el movimiento de resistencia islámica señaló que el “genocidio” tiene lugar “ante los ojos del mundo” y recriminó a la comunidad internacional su “inacción”.
El genocidio fue codificado en una convención de 1948, creada tras los horrores del Holocausto que lo define como actos “cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”.
Israel –fundado en parte como un refugio tras el Holocausto, en el que unos 6 millones de judíos fueron asesinados– ha negado vehementemente que esté cometiendo genocidio.
Hamas reiteró que “Gaza no está en venta” tras el reporte de The Washington Post de que la administración del presidente Donald Trump planea desterrar a la población del territorio, administrarlo durante 10 años y transformarlo en un centro turístico y tecnológico cuando termine la guerra.
El gobierno palestino reclamó a la comunidad internacional “soluciones prácticas” para poner fin a los “crímenes” de Tel Aviv, incluidos el “genocidio” en la franja y los planes de “anexión y desplazamiento de población” en Cisjordania reocupada y Jerusalén Este.
También pidió la aplicación de sanciones “contra el sistema colonial de ocupación” y la ruptura de relaciones con Israel de cara a poner fin a “esta prolongada ocupación y la catástrofe humanitaria que ha causado en la franja de Gaza”.
El ministerio de Salud de Gaza informó que el balance de víctimas se elevó a 63 mil 557 muertos y 160 mil 660 heridos desde el inicio del conflicto el 7 de octubre de 2023.
Al cierre de esta edición, Bélgica anunció que reconocerá el Estado de Palestina durante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, de este mes, y que impondrá sanciones al régimen de Tel Aviv.
Tel Aviv amaga con dar trato de “terroristas” a activistas de flotilla
Barcos reanudan viaje al enclave tras evitar mal tiempo
Armando G. Tejeda Corresponsal
Periódico La Jornada Martes 2 de septiembre de 2025, p. 24
Madrid. Después de haber tenido que volver al puerto de Barcelona, de donde zarparon este domingo, las cerca de 30 embarcaciones de la Global Sumud Flotilla volvieron a salir rumbo a las costas de la franja de Gaza, donde aspiran a abrir un corredor humanitario y romper el bloqueo que provoca un exterminio de la población palestina.
El gobierno de Israel, a través del ministro de Seguridad Nacional, Ben Gvir, amenazó a los activistas que participan de la acción no violenta, entre los que se encuentra seis ciudadanos mexicanos, de encarcelarlos y darles trato de “terroristas”.
El mal tiempo y un mar embravecido obligó a dar marcha atrás a cerca de 30 embarcaciones, cuando sólo habían recorrido unos cuantos kilómetros y los expertos en navegación decidieron volver ante una previsible tormenta en las inmediaciones de la isla de Menorca, donde tenían previsto hacer una escala.
Finalmente, y después de cargar gasolina, las embarcaciones en las que viajan destacados activistas, como la sueca Greta Thunberg, y actores como Eduard Fernández y Liam Cunningham, volvieron a zarpar rumbo a Gaza al filo de las 9 de la noche, y así continuar con el plan, en el que tienen previsto incorporarse más embarcaciones y defensores en los puertos de Sicilia, Túnez y Grecia, hasta alcanzar más de 60 embarcaciones y más de 500 integrantes, que proceden de 44 países distintos y de oficios también diversos.
El coordinador de la misión, Saif Abukeshek, explicó a los medios de comunicación que “este lunes hay viento, pero ahora es a favor, al contrario de lo que ocurría el domingo, cuando lo tenían en contra, que podría haber dañado los barcos, a las personas y la velocidad de navegación”.
Abukeshek aprovechó también para contestar a las amenazas vertidas desde el gobierno de Benjamin Netanyahu, al que respondió: “esta política de Israel se utiliza para justificar los crímenes que quieren cometer”.
El ministro israelí Ben Gvir afirmó tras reunirse con el gabinete de seguridad que el “plan” que tienen diseñado contra la flotilla solidaria “establece medidas que refuerzan la posición inquebrantable de Israel en la salvaguardia de sus fronteras y la garantía de la seguridad nacional.
“Debemos crear una respuesta clara de disuasión. Cualquiera que opte por colaborar con Hamas y apoyar el terrorismo se enfrentará a una respuesta firme e inflexible de Israel”, advirtió.
Medios como The Jerusalem Post detallan su pretensión de que los activistas permanezcan en detención prolongada, a diferencia de los precedentes, en los que se liberaba a los detenidos a los pocos días. También prevé confiscar los barcos, y sus tripulantes serán recluidos en las cárceles de Ketziot y Damon, que se utilizan para retener a “terroristas” en condiciones estrictas.
Israel Hayom añadió que Ben Gvir planea “detener a los activistas en condiciones de nivel terrorista, sin televisión ni radio”.
Gaza, en nuestra independencia
Silvana Rabinovich*
Desde el 7/10/2023, el sitio de la población hacinada en la franja de Gaza se acelera. Esta fragmento de territorio fue inventado por la resolución 181 de la ONU y comprende 1.3 por ciento de la Palestina histórica (https://is.gd/dZZpLi). En números, en vidas: si en 1947 la población en la franja de 365 kilómetros cuadrados era de 60 mil habitantes, con la nakba, a partir de mayo de 1948, ascendió a 260 mil: 200 mil expulsados de Yaffa y Bir aSaba’, entre muchas. En 1967 fue ocupada por colonias ilegales israelíes y en 2005, “desconectada”, es decir, sitiada para la exhibición de “armas probadas” de la industria israelí sobre población exclusivamente palestina. En todo ese tiempo llegaron refugiados en segundo o tercer grado: de distintos países vecinos o de otros campos de refugiados. Sitiada durante 17 años, en octubre de 2023, esa misma porción de tierra albergaba –con alta contaminación del agua e ingreso racionado de alimentos– a unas 2.3 millones de personas apretadas. Durante los últimos 680 días, los sobrevivientes de esa población están acorralados, sin techo, comida, agua, medicinas, hospitales ni escuelas, en 65 kilómetros cuadrados: entre 30 y 40 mil habitantes por kilómetro cuadrado.
¿Qué significa el “humanismo mexicano” cuando los representantes de nuestro país se aferran a algo que se obstinan en llamar con el eufemismo “solución pacífica” para mediar entre las “partes en conflicto”? ¿Un “diálogo” entre dos partes de un colonialismo de asentamiento en el cual el colonizador, con gran consenso en su población, está convencido de que debe eliminar por completo –por exterminio físico o mediante el destierro– al pueblo colonizado? ¿Un “mediador” que es cliente de la industria de las armas que una de las partes prueba sobre la otra?
En enero de 2009, Claudia Sheinbaum escribió una carta a este diario, cuyo título era “Salvar al mundo que hoy se llama Gaza”. Nuestra Presidenta afirma que en México el pueblo manda. Mexicanos, palestinos (y también saharauis) somos pueblos que habitamos del mismo lado de muros diferentes. Del mismo lado de esos tres muros, en lenguas distintas, los familiares exhuman los huesos de sus seres queridos: aquí (y en el Sahara), de fosas clandestinas; en Gaza, debajo de las ruinas. Reconocer una prenda de ropa permite abrazar un cráneo empolvado, un fémur gris, para dar digna sepultura al ser querido. Los pueblos (que mandan) en actos dolorosos, afirman la vida.
En tiempos de humanismo mexicano, “salvar el mundo” debe traducirse en actos claros. El primero es dejar de ser observadores del grupo de La Haya. México debería integrarse plenamente ya: la fecha límite para unirse es el 20 de septiembre. Esa fecha marca una gran oportunidad de renovar el significado de nuestro Grito de Independencia siguiendo la implementación del embargo a Israel acordada por los estados integrantes (en nuestro caso: dejar de comprar no sólo armas nuevas, sino también repuestos y municiones, revisar qué compañías que sostienen la economía del genocidio están contratadas directa o indirectamente por diversas instancias de nuestro gobierno y suspender los contratos), además de exigir la extradición de Tomás Zerón y de Andrés Röemer e ir a fondo con el affaire del presunto soborno a Enrique Peña Nieto por parte de NSO, proveedora del sistema de espionaje Pegasus.
Propongo que este septiembre de 2025 propicie la resignificación humanista de la independencia mexicana:
Una independencia ética (y también en política internacional) de Estados Unidos, el cual veta sistemáticamente cada posibilidad de paz con justicia en un mundo al que tiene plagado de guerras, indigestado y endeudado con sus armas.
Una independencia que libere al poder político del poder económico, tal como le encargó a AMLO el migrante de San Quintín.
Entonces, después de firmar para sumarse al grupo de La Haya, si nuestro gobierno va a “mediar”, que sea con estas demandas: exigir la liberación del Mandela palestino, Marwan Barghouti (por ahora, única figura política de unidad pues, al contrario de la sentencia de algunos “pacifistas” de Israel, del otro lado siempre hubo con quién hablar); impedir la deportación masiva de la población de Gaza y de Cisjordania; implementar el legítimo derecho al retorno de los palestinos (ONU RES 194, 1948); adoptar la nakba como concepto jurídico como propone Rabe’a Eghbaria.
¿Que es difícil de llevar a cabo?, sin duda, pero mucho más difícil es seguir solapando un genocidio. Si el humanismo mexicano no es de papel –como yo creo–, este grito de independencia debe expresarse en un compromiso claro con el Sur global (el Norte global, al que quisieron meternos los neoliberales, está anegado en sangre). El representante de Somalia en la reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU fue categórico: el silencio neutral es una sentencia para los palestinos. Imposible es sostener “neutralidad” frente a un Estado genocida: eso es complicidad. Embargo militar, económico, diplomático, cultural (o “Por el bien de todos”: ¡romper relación con Israel!)
Señora Presidenta: salvar a Gaza hoy es salvar al mundo.
*IIFL, UNAM