Elogia la movilización, pese a la campaña infame del gobierno y los medios a su servicio
Retomó la gira por los municipios regidos por usos y costumbres en Oaxaca
Ciro Pérez Silva. Enviado
Periódico La Jornada. Sábado 17 de octubre de 2009, p. 9
San Antonio Tlapanzingo, Oax., 16 de octubre. Pese a la campaña infame del gobierno espurio y de los medios de comunicación a su servicio, en la que culpan de todo a los empleados de Luz y Fuerza del Centro (LFC), la respuesta de la gente que asistió a la marcha del jueves pasado en defensa de los trabajadores de esa empresa nos da nuevo aliento para seguir luchando, aseguró Andrés Manuel López Obrador.
Yo he estado encabezando muchas marchas, y la de este jueves ha sido una de las más grandes en la historia reciente del país, afirmó el tabasqueño, quien ratificó su apoyo del movimiento que encabeza a los trabajadores de LFC.
Nosotros nos colocamos en el último bloque por respeto a la dirigencia del sindicato que ha actuado con toda responsabilidad, pero había tanta gente que cuando nosotros llegamos al cruce de avenida Juárez y Paseo de la Reforma, el mitin en el Zócalo ya había terminado y estaban comenzando el Himno Nacional. Nosotros lo entonamos desde allí y nos retiramos, narró.
López Obrador condenó nuevamente la decisión que tomó Felipe Calderón de intervenir esta empresa: es algo que nunca se hubiese justificado, menos ahora en esta época de crisis. Me dio mucho gusto que con tanta generosidad, la gente haya asistido a la marcha a expresar su rechazo a esta medida y la defensa de los trabajadores despedidos. Vamos a seguir defendiendo a estos trabajadores para evitar que se consume esta injusticia y conserven su fuente de trabajo.
El tabasqueño reanudó la novena etapa de su gira por los municipios de usos y costumbres de Oaxaca en esta comunidad. En medio de su intervención, fue interrumpido por Macedonio Santiago, viejo campesino de San Antonio Tlapanzingo, quien le obsequió varias docenas de tortillas.
–¿Sabe qué le pido a cambio? –le dijo el hombre vestido con gastadas ropas de faena– un tractor para mi pueblo. A mí me gusta mucho lo que habla y quiero que me diga derecho si puede o no.
–Nosotros lo ayudamos a gestionarlo –le respondió López Obrador señalando a los senadores Gabino Cué, de Convergencia, y Salomón Jara, del Partido de la Revolución Democrática, quienes tomaron nota de la petición.
El tabasqueño continuó con su mensaje al tiempo que Macedonio Santiago se retiraba del lugar para volver a interrumpirlo minutos más tarde. Le dejó sobre la mesa un queso, refrescos y chiles. ¡Usted dígame qué necesita de aquí, y yo se lo consigo!, le dijo. Yo lo he visto en la televisión, ya fui a su casa. Usted no me recuerda: soy el de los dientes de fierro, dijo con una sonrisa que descubrió una brillante dentadura amarilla.
La recepción a López Obrador en esta región de la Mixteca ha sido particularmente cálida. Tanto en municipios como Calihualá, donde hay una amplia simpatía por el PRD, como en Santa Cruz de Bravo, comunidad ésta donde obtuvo muy pocos votos en la elección presidencial de 2006.
Estamos enfrentando a una verdadera mafia y el camino no es fácil, pero cuando se dan manifestaciones como la del jueves, cuando se convoca a la gente y va en la cantidad y con la generosidad con que asistió, y cuando a pesar del día y de la hora aquí están ustedes, eso nos alienta, nos anima a seguir adelante, dijo a unas 70 personas que lo recibieron en la cancha de basquetbol.
Porque así como ustedes, hay millones de personas en el país que quieren un cambio, es algo que vemos en todos los municipios que hemos visitado, aseguró el tabasqueño tras subrayar que con medidas como la intervención de Luz y Fuerza del Centro o con el paquete fiscal que envió Felipe Calderón al Congreso, las cosas no van a mejorar en México.
Reiteró que el movimiento que encabeza se opondrá a la aprobación de esa iniciativa de Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos del gobierno federal, y explicó que él mismo hizo una propuesta alternativa, en la que, sin subir impuestos ni aumentar el precio de energéticos, se puede resolver el problema financiero que tiene el país.
Basta con reducir los salarios y prestaciones de la alta burocracia y obligar a las grandes empresas a pagar impuestos en la misma proporción que lo hace cualquier trabajador de clase media, para que el gobierno obtenga mil 400 millones de pesos más que el faltante de 340 mil millones que tienen las finanzas públicas.
Al final de su recorrido condenó la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación contra el gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, porque no sólo fue una decisión tardía, sino que no permite juzgar debidamente a este gobernador corrupto y ladrón, a pesar de que bajo su mandato se violaron derechos humanos y perdieron la vida 20 personas sólo en el conflicto magisterial.