La Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came) determinó ayer que a partir del próximo 5 de abril se aplicará el programa Hoy no circula a todos los automotores particulares de la Ciudad de México y 18 municipios conurbados mexiquenses. Ello implica que incluso los automóviles con engomados 0 y 00 deberán salir de la circulación un día a la semana y un sábado cada mes. Se busca con ello reducir el tránsito del Valle de México en un millón de vehículos, de un parque de 5.4 millones. Asimismo, se aplicarán controles más estrictos al Programa de Contingencias Ambientales, cuya fase de precontingencia será eliminada para aplicar inmediatamente la fase 1 cuando se rebase el límite establecido de partículas y ozono presentes en la atmósfera.
El antecedente inmediato de esta decisión fue el anuncio en falso formulado por el jefe del gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, de que se había logrado un acuerdo con las autoridades del estado de México, Morelos, Hidalgo, Puebla y Tlaxcala, así como con el gobierno federal, para extender el Hoy no circula a todas esas entidades. Pocas horas después, los gobernadores de Puebla e Hidalgo, Rafael Moreno Valle, y Francisco Olvera Ruiz, respectivamente, se deslindaron de lo dicho por Mancera y aseguraron que sus estados no se someterán al programa porque no es necesario. Para mayor confusión, la decisión de ayer –de extender la restricción a las calcomanías 0 y 00– no fue rubricada por los representantes del Ejecutivo federal y de Tlaxcala, quienes no se presentaron a la reunión.
La vuelta del Hoy no circula a sus términos de origen resulta, por lo demás, una decisión cuestionable. La semana pasada, Luis Zambrano González, investigador del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y secretario ejecutivo de la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel, así como Mireya Ímaz Gispert, directora del Programa Universitario de Estrategias para la Sustentabilidad, señalaron que las medidas tomadas a partir de dicho programa complicaron el problema, debido a que, ante las deficiencias del transporte público, los automovilistas adquirieron una segunda unidad para contar con un medio de transporte toda la semana.
En tanto, el Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM advirtió que el fondo real es la expansión urbana desordenada y apuntó a la necesidad de revisar, homologar y reforzar el ordenamiento territorial en todas las entidades de la megalópolis, así como generar un programa de movilidad a escala megametropolitana que privilegie el transporte público seguro y de calidad.
Por otra parte, de poco sirve restringir la circulación a los vehículos si las revisiones a que se les somete resultan deficientes debido a la extendida corrupción que prolifera en los centros de verificación.
En suma, la medida anunciada ayer puede tener efectos incluso espectaculares a corto plazo, pero a mediano y largo términos incidirá en una nueva expansión del parque vehicular del Valle de México y nuevas crisis ambientales.
Es urgente, para empezar, mejorar la colaboración y la comunicación interna en el seno de la Came, so pena de llevar esa instancia de coordinación a un completo descrédito ante la sociedad. Por lo demás, desincentivar el uso del automóvil, mejorar, extender y dignificar los medios de transporte público, combatir la corrupción en los verificentros, emprender una planificación urbana estricta y mínimamente racional y retomar las políticas de descentralización política y económica abandonadas hace lustros serían medidas más efectivas y sustanciales ante el peligro de nuevas emergencias atmosféricas.