En el plantón de la Ciudadela los maestros han instalado improvisadas cocinas, espacios de reunión y hasta mesas de debateFoto Jair Cabrera
Laura Poy
Periódico La Jornada
Jueves 28 de julio de 2016, p. 4
Más de dos meses después de que se instalaron en la Plaza de la Ciudadela, cientos de profesores de Guerrero, Hidalgo, Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Tabasco, Ciudad de México, Tlaxcala y estado de México, entre otras entidades, están en espera de que se alcance un acuerdo en el conflicto magisterial, pues si no hay una solución, no vamos a regresar a nuestras comunidades.
En medio de tiendas de campaña, lonas y plásticos, bajo los cuales intentan resguardarse del sol abrasador, han instalado improvisadas cocinas, espacios de reunión y hasta mesas de debate.
La comida, explican, no ha faltado gracias a la solidaridad de muchos capitalinos, que “pasan por acá y nos dejan arroz, frijol, tortillas, latas de atún y hasta chiles.
A los compañeros que se vienen con el puro pasaje, les damos de comer; nos ayudamos entre todos, porque es duro vivir en la calle, afirma Efrén, profesor de una primaria indígena en la Mixteca oaxaqueña.
De banqueta a banqueta, con mecates de plástico multicolor, cuelgan enormes lonas de color amarillo y rojo intenso, que dan cuenta de la geografía de la resistencia magisterial: Ometepec, Guerrero; Tula, Hidalgo; Pinotepa, Oaxaca; Huixtla, Chiapas; Nueva Italia, Michoacán; Villahermosa, Tabasco; Comarca Lagunera; Gustavo A. Madero, Ciudad de México; Estado de México; y Chiapas, región Frailesca.
En el laberinto de plásticos y cartones en que habitan cientos de docentes de regiones indígenas, algunas de las más pobres del país, también se escucha su voz en diversas lenguas: zoque, mixteco, náhuatl, tlapaneco, purépecha y ñañú (otomí).
En el corazón del campamento colocaron una carpa blanca, que sirve de punto de reunión y de espacio de discusión.
Ahí, en pequeños grupos, se lee o se analizan los escenarios del movimiento magisterial, el cual, afirman, seguirá, porque si algo tenemos claro es que vamos a continuar resistiendo.