▲ El ex inspector general Steve Linick tuvo un papel menor el año pasado en el proceso de destitución contra el presidente Donald Trump.Foto Ap. Afp y Europa Press
Periódico La Jornada. Domingo 17 de mayo de 2020, p. 23
Washington. El presidente estadunidense, Donald Trump, despidió a un inspector del gobierno que realizaba una pesquisa sobre el secretario de Estado, Mike Pompeo, informó un congresista demócrata, quien estimó que la decisión constituye una represalia potencialmente ilegal. El Departamento de Estado confirmó el despido del inspector general Steve Linick la noche del viernes, sin indicar el motivo de la destitución, pero según la cadena CNN, fue Pompeo quien ordenó la destitución.
El demócrata Eliot Engel, presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, declaró que estaba en conocimiento de que Linick abrió una investigación sobre Pompeo.
El hecho de que Linick fuera despedido en mitad de semejante investigación sugiere fuertemente que se trata de un acto de represalia ilegal, dijo el congresista.
La cadena CNN, citando a un alto funcionario del Departamento de Estado, informó que fue Pompeo quien recomendó la destitución del inspector y eligió personalmente a su sustituto. Un portavoz del Departamento de Estado informó que el nuevo inspector general será Stephen Akard, un ex asistente del vicepresidente Mike Pence.
Un asistente demócrata en el Congreso declaró bajo anonimato que Linick investigaba acusaciones de que Pompeo abusó de los servicios de una persona nombrada por el poder político, al solicitarle que realizara tareas personales para él y su esposa. Pompeo viaja a menudo en el avión del gobierno junto con su esposa, Susan Pompeo, lo cual está técnicamente prohibido, pues ella no tiene ningún cargo oficial.
El año pasado, CNN informó que un denunciante presentó una queja porque detectó que miembros de la seguridad diplomática se estaban encargando de tareas como cuidar del perro de la familia Pompeo o hacer las veces de repartidores de comida.
La presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que el investigador despedido fue “castigado por haber cumplido honradamente su deber de protección de la Constitución y de la seguridad nacional.
El presidente debe terminar con su patrón de represalias contra los funcionarios públicos que trabajan para mantener la seguridad de los estadunidenses, en particular durante este tiempo de emergencia global, agregó Pelosi.
Linick fue nombrado en 2013 por Barack Obama para vigilar el uso de los 70 mil millones de dólares de la diplomacia estadunidense.
Pompeo asumió su cargo en abril de 2018 en lugar de Rex Tillerson, quien sostuvo un vínculo tormentoso con el mandatario, y ha impulsado en meses recientes un viraje de la diplomacia estadunidense, además de promover, en contra de la opinión científica generalizada, la teoría de que el nuevo coronavirus se originó en un laboratorio en China.
Linick, por su parte, tuvo un papel menor el año pasado en el proceso de destitución contra el presidente Trump, como el remitente de documentos del abogado del millonario republicano, Rudy Giuliani, al Congreso.
Trump fue absuelto en el Senado de las acusaciones de abuso de poder por suspender una ayuda militar a Ucrania para presionar al gobierno de ese país a investigar a Joe Biden, ex vicepresidente de la administración Obama y con quien se enfrentará en las elecciones presidenciales de noviembre.
En tanto, Obama criticó ayer indirectamente a Trump por la gestión de la pandemia de Covid-19.
Durante una ceremonia virtual de entrega de diplomas a estudiantes de la red de universidades históricamente negras (HBCU), el ex mandatario demócrata dijo que la pandemia ha enterrado finalmente la idea de que los responsables políticos saben lo que hacen.
Muchos de ellos ni siquiera fingen que son responsables, añadió el ex presidente en una de sus escasas intervenciones públicas desde que se inició la pandemia en Estados Unidos.
En privado, Obama calificó la gestión de la pandemia de Covid-19 por Donald Trump como un desastre caótico absoluto.
Trump ha transferido o destituido a inspectores generales del Pentágono, Inteligencia y el Departamento de Salud, y recientemente apartó de su cargo a Rick Bright, quien era jefe de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado, agencia que tiene a su cargo el desarrollo de una vacuna contra el nuevo coronavirus.
Según él, esa decisión estuvo motivada por su oposición al uso de medicamentos contra la malaria, la cloroquina y la hidroxicloroquina, en el tratamiento del coronavirus, una posibilidad que el presidente Trump mencionó en varias oportunidades a pesar de la escasez de pruebas científicas sobre su efectividad. El viernes el mandatario afirmó que su país tendrá lista dicha vacuna este mismo año.
Por otra parte, y pese a ser asiduo usuario de Twitter, Trump afirmó que la izquierda radical está al mando total y absoluto de Facebook, Instagram, Twitter y Google. La administración está trabajando para remediar esta situación ilegal. Permanezcan atentos; envíen nombres y eventos, publicó en un tuit ayer.
Trump ha reiterado su malestar con las compañías propietarias de las redes sociales al considerar que se restringe la libertad de expresión de sus simpatizantes.
Compañías como Twitter o Facebook han efectuado varias purgas de cuentas por difundir mensajes de odio, xenófobos o información falsa.