Al respecto, el funcionario llamó a recuperar y regenerar el patrimonio turístico con un enfoque sustentable y mediante alianzas internacionales y regionales para concentrar esfuerzos de gobiernos, empresarios, académicos y todos los que conforman la cadena de valor turística.
Sin duda, el sector mencionado es de suma importancia para la reactivación de la economía en general, en la que hoteles, restaurantes, aerolíneas, servicios de transporte terrestre, agencias de viajes y otros rubros turísticos generaron alrededor de cuatro millones y medio de empleos (casi 9 por ciento del total) en el primer trimestre del año pasado, justo antes de la adopción de las medidas de confinamiento y distanciamiento social que resultaban indispensables para hacer frente a la pandemia causada por el virus SARS-CoV-2, en lo que era una tendencia de clara expansión y crecimiento. Sin embargo, el dinamismo del sector quedó bruscamente neutralizado, e incluso fue revertido por las necesarias, pero dolorosas, disposiciones sanitarias.
Hoy es claro que la indispensable reactivación económica debe tener en el turismo uno de sus motores principales, y para ello es indispensable una estrecha colaboración entre autoridades de los tres niveles de gobierno, capitales privados y organizaciones sociales.
Por otra parte, es por demás alentador el anuncio formulado en el encuentro de Cancún por el presidente del WTTC, Christopher Nassetta, de que existe en el sector privado disposición para invertir en nuestro país 2 mil 500 millones de dólares en los próximos años por parte de diversos empresarios del sector –hoteleros, empresas de transportación aérea, agencias de viajes y compañías de cruceros–, con lo que podrían generarse más de 100 mil empleos en diversos puntos del territorio nacional.
Para que la reactivación turística en México sea exitosa se deben cumplir con dos lineamientos: el primero, señalado por el propio Nassetta, es que se ciña a una plena seguridad sanitaria y observe las medidas profilácticas que han sido prescritas por las autoridades de salud en tanto la pandemia de Covid-19 siga teniendo algún grado de actividad; el segundo, que se adapte a las lógicas de desarrollo sostenible y se aleje de la naturaleza depredadora y generadora de desigualdad, marginación y descomposición social que ha impuesto durante décadas en nuestro país la gran industria turística mundial.
Eso significa que, tanto las corporaciones privadas como las autoridades deben dejar de ver a las poblaciones y las comunidades de los puntos turísticos como mera fuente de mano de obra desechable y explotable y aceptar, en cambio, la participación de los habitantes de tales puntos en pie de dignidad e igualdad. Significa también que los entornos naturales y el patrimonio histórico y cultural deben ser preservados y cuidados, no sólo por un imperativo ético sino incluso por elemental sentido común, pues sin ellos el sector turístico pierde sus principales recursos.
Desde la Lacandona para el mundo
Luis Hernández Navarro
La historia de la colonización del Nuevo Mundo y de la expansión capitalista sigue la ruta del Atlántico. A través del océano llegaron a América los primeros colonizadores y religiosos, acompañados de sus armas y su fe. Inseparables, la cruz y la espada surcaron los mares, seguidas de esclavos y mercaderías. Transportadas por vientos y corrientes marítimas, las naves retornaban a Europa cargadas con los frutos del saqueo y la expoliación.
Este 3 de mayo, Día de la Santa Cruz, Chan Santa Cruz, el nombre que se dio al santuario y gobierno maya autónomo que durante medio siglo mantuvieron vivos los indígenas rebeldes, se invertirán los papeles. En esa fecha, también a través del Atlán-tico, el barco zapatista La Montaña, zarpará de Isla Mujeres rumbo al puerto de Vigo, en España, para encontrarse con sus camaradas y con una multifacética serie de figuras y movimientos sociales. La antigua ruta de la Conquista será la vía para que la expedición emancipatoria bautizada por el EZLN como Travesía por la Vida, arribe a Europa.
Se reeditará así, ahora en sentido contrario, el apasionante encuentro entre insumisos, proscritos y protagonistas de las revueltas populares anticapitalistas de los dos continentes, narrado por Peter Linebaugh y Marcus Redinker, en su maravilloso libro La Hidra de la Revolución. Marineros, esclavos y campesinos en la historia oculta del Atlántico. Los marineros –escriben Linebaugh y Redinker– traían a Europa relatos que hablaban sobre las sociedades alternativas de América. En el camino enlazaron el comunismo primitivo del Nuevo Mundo con el comunismo plebeyo del Viejo Mundo.
El alcance de la iniciativa sólo puede comprenderse a plenitud si se deja de lado la mistificación de suponer que todo se resuelve en el Estado y por el Estado. Las luchas actuales, tomadas en su mundialidad, en lugar de aceptar la homogeneidad del Estado, del capitalismo, de la técnica, conducen a diferencias. La nostalgia por la Cortina de Nopal nada tiene que ver con la izquierda. Las luchas emancipadoras han sido siempre internacionalistas.
Ciertamente –como señalaba el historiador social inglés Edward P. Thompson– intentar influir el curso de la historia por medio de movimientos desde abajo es una tarea desagradecida y terriblemente larga. Pero, a la larga, es uno de los pocos lugares honorables para estar.
En su etapa europea, la delegación marítima del EZLN, a la que se sumarán otros delegados que llegarán por vía aérea, visitará más de 30 países. Y se encontrará allí con miles de activistas que, desde 1994, han visitado y vivido por temporadas en las comunidades autónomas zapatistas. Van a ver a sus viejos conocidos altermunistas, que hoy (como ayer), son incansables luchadores contra el fascismo, generosos organizadores de migrantes, constructores vitales de nuevas formas de convivencia urbana, aguerridos sindicalistas en un mundo laboral precarizado, aguerridos derrumbadores de estatuas de tratantes de esclavos y colonialistas (https://bit.ly/2PluaBF).
Las conexiones entre los zapatistas y sus interlocutores europeos, perdurables y sorprendentemente vitales, a pesar del paso de los años, han sido ignoradas o pasado inadvertidas para quienes ven el mundo desde arriba. Sin embargo, han marcado profundamente la dinámica de las luchas antisistémicas. Aunque formalmente lo sea, Bruselas no es ya más la capital de la Unión Europea. En el mapa de las resistencias, Atenas, Génova, Gibraltar o los centros donde llegan los migrantes han cambiado el mapa de las resistencias y ocupan su lugar.
Hay entre ambos una larga historia de cooperación, solidaridad desde abajo, lenguaje compartido, reivindicación y reinvención de lo común; un nosotros. Han elaborado un horizonte colectivista, antiautoritario e igualitario. Sus modos de vida alternativos están profundamente imbricados. Han forjado lazos de amistad, afecto y comunión a prueba de adversidades. Son una comunidad unida por ideas, sentimientos y experiencias comunes. Hay entre ellos, aunque sea de manera incipiente, un destino global creado conjuntamente (https://bit.ly/3gDMd14).
La travesía zapatista puede leerse como un éxodo del entramado organizativo en el que las ortodoxias se institucionalizan. Los rebeldes de ambos continentes comparten el que sus herejías nacieron de las periferias. Como señala el filósofo francés Henri Lefebvre, lo periférico se sitúa, a veces, en el centro, o es la clave para llegar a él. Sólo los periféricos alcanzan la conciencia y el conocimiento de los centros. La conciencia periférica dirigida metódicamente permite –dice– alcanzar el conocimiento del centro y de la mundialidad.
Muy lejos de la waltdisneyzación del pasado, con el reconocimiento de las memorias de los pueblos históricos del continente americano en prenda, confrontados radicalmente a la persistencia de la arrogancia colonial, muy lejos del victimismo paralizante que no rompe con la lógica del poder, han echado a andar una otra política por la vida, que no está sujeta al reloj de los negocios ni al calendario de los de arriba. Su propuesta, que evita repetirse y surge de sus realidades terrenales, evade los tiempos de la economía y los momentos de la representación.
En la hora de la palabra, desde la Lacandona para el mundo, a punto de levar anclas en Isla Mujeres para surcar las aguas del Atlántico, los zapatistas, como los marineros, no hablarán bajo, porque, como se sabe, el mar habla alto.
Twitter: @lhan55