EU reitera su respaldo al derecho de Tel Aviv a defender su territorio
▲ Palestinos enfrentaron ayer a fuerzas de seguridad israelíes en el recinto de la mezquita de Al Aqsa, en la Ciudad Vieja de Jerusalén.Foto Ap
Afp, Ap, The Independent, Reuters, Europa Press y Sputnik
Periódico La Jornada Martes 11 de mayo de 2021, p. 18
Jerusalén. Al menos 21 personas, incluidos nueve niños y un alto comandante de Hamas, murieron anoche en bombardeos aéreos de Israel contra la franja de Gaza en represalia al lanzamiento de más de un centenar de cohetes desde ese enclave palestino, tras nuevos enfrentamientos en la Explanada de las Mezquitas, tercer lugar santo del Islam, que ayer dejaron casi 800 heridos.
Estados Unidos –que bloqueó en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) una declaración sobre la situación en Jerusalén, ciudad que ha sido escenario de violentos choques desde el viernes pasado– condenó el lanzamiento de cohetes desde la franja de Gaza y respaldó el legítimo derecho de Israel a defender a su gente y su territorio, declaró el vocero del Departamento de Estado, Ned Price.
Más tarde, después de que Israel bombardeó la franja de Gaza, Antony Blinken, jefe de la diplomacia estadunidense, llamó a las dos partes a reducir las tensiones y dar pasos prácticos para calmar las cosas.
El ejército israelí afirmó que se lanzaron 150 cohetes desde Gaza, decenas de los cuales fueron interceptados por el sistema de defensa, y muchos otros cayeron en zonas deshabitadas. Agregó que un civil sufrió lesiones menores cuando un vehículo fue alcanzado por un misil antitanque proveniente de Gaza. Otro misil cayó en el extremo oeste de la ciudad, causando daños leves a una casa y un incendio de maleza.
El grupo islamita Hamas informó que lanzó más de 100 cohetes contra Israel en respuesta a sus crímenes y a su agresión contra la Ciudad Santa, luego de violentos choques entre palestinos y policías israelíes, sobre todo en la Explanada de las Mezquitas, en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
Benjamin Netanyahu, premier israelí, advirtió que Hamas cruzó una línea roja al disparar proyectiles contra su territorio y advirtió que su gobierno reaccionará con fuerza... el que ataque pagará un precio alto, y no descartó que los combates continúen.
Nuevos enfrentamientos entre palestinos y policías israelíes tenían lugar anoche en la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén, según un periodista de la agencia de noticias Afp, que reportó que hay heridos.
Agregó que decenas de palestinos lanzaron proyectiles contra las fuerzas del orden israelíes que utilizaron granadas de estruendo y balas de caucho para dispersar a la multitud.
También se incrementaron los choques por la noche en Cisjordania reocupada, especialmente en Ramalá, Nablus, Hebrón y en el cruce de Qalandiya, de acuerdo con informes de la agencia Afp.
Por la mañana, cientos de palestinos lanzaron proyectiles y los policías replicaron con balas de goma y gas lacrimógeno.
Más de 400 hospitalizados
La agencia palestina Wafa dio a conocer que los disturbios de ayer en la explanada provocaron 612 heridos, de los cuales 411 han sido trasladados a hospitales, mientras los bombardeos israelíes en la franja de Gaza dejaron 95 lesionados.
Muhamad Fayad, comandante del brazo armado de Hamas, murió en Beit Hanun, en el norte de Gaza, confirmó una fuente del movimiento islamita armado que gobierna el enclave palestino.
Horas antes, Hamas amenazó con una escalada militar si las fuerzas israelíes no se retiraban a las seis de la tarde de ayer de la Explanada de las Mezquitas. Al concluir el plazo, comenzaron a sonar las sirenas en Jerusalén, y poco después se escuchó una detonación.
Abu Obeida, portavoz del brazo militar de Hamas, detalló que el ataque a Jerusalén fue en respuesta a los crímenes y agresiones israelíes. Este es un mensaje que el enemigo tiene que entender.
Agregó que habrá más ataques si las fuerzas israelíes vuelven a ingresar al complejo sagrado de la mezquita de Al-Aqsa o llevan a cabo los desahucios de familias palestinas en el vecindario Jeque Jarrah, en Jerusalén Este.
Globos incendiarios y cohetes fueron lanzados el domingo desde el enclave palestino hacia el sur del territorio israelí en apoyo a los manifestantes de Jerusalén.
Esta escalada tuvo lugar en el cuarto día de enfrentamientos en Jerusalén Este, sector palestino de la ciudad ilegalmente ocupado y anexionado por Israel.
Anoche se declaró un incendio, visible a más de dos kilómetros a la redonda, en el recinto de la Explanada de las Mezquitas, donde estaban congregados miles de fieles para la oración nocturna. Al cierre de esta edición se desconocía qué lo había provocado.
Más de una decena de latas de gas y granadas aturdidoras cayeron en la mezquita durante los choques en el transcurso del lunes entre policías y manifestantes dentro del complejo amurallado que lo rodea, señaló un fotógrafo de la agencia Ap en el lugar. También se reportó que una columna de humo se elevaba frente a la mezquita y el santuario de domo dorado, y podían verse piedras desperdigadas en la plaza cercana. Dentro de un área del complejo había zapatos y escombros encima de alfombras ornamentales.
Estos choques coincidieron con la celebración ayer, según el calendario israelí, del Día de Jerusalén, que marca la conquista de la parte Este de la ciudad por Tel Aviv en 1967.
La marcha de Jerusalén, a menudo envuelta en altercados y que tenía que congregar anoche a miles de israelíes en la Ciudad Vieja, fue cancelada.
El viernes pasado, más de 200 personas resultaron heridas en los choques en la explanada, en los disturbios más violentos desde 2017 en este sector.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP) encabezada por Mahmoud Abas, denunció la agresión bárbara de las fuerzas israelíes.
La cuestión de Jerusalén es uno de los principales escollos en las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos, que están en punto muerto desde hace años.
El detonante de los enfrentamientos actuales es la amenaza de desahucio contra docenas de familias palestinas en el vecindario de Sheikh Jarrah, en Jerusalén Este que se han visto inmersas en una larga batalla judicial con grupos de colonos israelíes que tratan de comprar propiedades en la zona. La justicia israelí aplazó una vista sobre el caso prevista este lunes de aquí a 30 días.
En 1956, el gobierno jordano, junto con la Agencia de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Medio Oriente, decidió asentar a 28 familias en el barrio de Sheij Jarrah. Sin embargo, las autoridades no entregaron a esas personas sus títulos de propiedad. La ONU pidió el fin de semana a Tel Aviv suspender dichos procesos y advirtió de que podrían suponer una violación de sus obligaciones de acuerdo con el derecho humanitario e incluso un crimen de guerra.
Israel y Palestina: nueva escalada
Un bombardeo israelí contra la población de Gaza dejó al menos 20 muertos, entre ellos nueve niños. El ataque se realizó en respuesta al lanzamiento de cohetes desde esa cercada localidad palestina hacia territorio israelí –al parecer, sin causar daños personales–, en repudio a la represión efectuada por las fuerzas del orden de Tel Aviv contra los habitantes palestinos de Jerusalén oriental y a los previstos desalojos de habitantes de esa zona urbana para asentar en ella a colonos judíos.
Cabe recordar que un grupo israelí de ultraderecha pretendía realizar una marcha por barrios palestinos de Jerusalén, ante lo cual pobladores árabes realizaron una concentración de protesta en la Explanada de las Mezquitas que fue bárbaramente reprimida por la policía, con saldo de más de 300 palestinos heridos, muchos de gravedad, y una veintena de efectivos policiales lesionados.
En reacción a esos sucesos, Hamas, la organización fundamentalista que mantiene el poder en la franja de Gaza, lanzó entre uno y dos centenares de cohetes artesanales sobre territorio israelí, muchos de los cuales fueron neutralizados por la tecnología de Tel Aviv conocida como domo de hierro. A su vez, la aviación de Israel atacó con misiles la ciudad de Gaza con el saldo ya citado.
Lo que hay en el origen de esta nueva y peligrosa escalada bélica es la pretensión israelí de sepultar la aspiración palestina de asentar su capital en la porción oriental de la Ciudad Santa –llamad Al Qods, en árabe– y, en general, el empecinamiento de Tel Aviv de anexarse territorios arrebatados a sus legítimos dueños mediante la fuerza militar, tanto en Jerusalén como en Cisjordania.
Sin afán de justificar el recurso de la violencia, debe señalarse que resultan inevitables la desesperación y la ira que cunden en la Palestina ocupada tras siete décadas de despojos territoriales, de asesinatos tanto masivos co-mo selectivos, de confinamientos forzados de poblaciones enteras, de saqueo de recursos naturales, de una discriminación muy semejante al régimen de apartheid que existió en la Sudáfrica racista y, en el caso de Gaza, de un inmisericorde bloqueo que implica, para la población de esa infortunada zona, la imposibilidad de importar insumos básicos por largos periodos.
Por lo demás, saltan a la vista la desproporción y la desmesura de la respuesta bélica de Israel ante los misiles artesanales disparados sobre su territorio desde la franja de Gaza. Que una organización fundamentalista pre-tenda atacar con esas armas rudimentarias–casi siempre, sin conseguirlo– a civiles israelíes, de ninguna manera justifica que un Estado constituido bombardee indiscriminadamente a la población de la franja.
Ante estas muestras de barbarie cabe exigir una acción inmediata al único actor internacional capaz de frenar la agresividad israelí: el gobierno de Estados Unidos.
La administración de Joe Biden debería empezar por dejar sin efecto la transgresión perpetrada por Donald Trump cuando reconoció a Jerusalén como capital del Estado hebreo y lanzar, de esa manera, un mensaje inequívoco al expansionismo de los gobernantes israelíes y a sus afanes nunca encubiertos de expulsar de Al Qods a sus habitantes palestinos y de colonizar toda la ciudad con ciudadanos judíos.
Es necesario, además, rencauzar al régimen de Tel Aviv a un proceso de paz en el que se reconozca el derecho de los palestinos a un Estado propio, soberano e independiente.