En este trance, se ha hecho más evidente que nunca la inestimable labor de los docentes del país, quienes hoy conmemoran su día. Desde que se decretó la suspensión de clases presenciales en marzo de 2020, como parte de las medidas para contener la propagación del coronavirus, los maestros han encarado el reto de transitar a lo digital sin una formación previa, sin los requerimientos técnicos idóneos y con un deficiente acompañamiento de las autoridades en la materia. A fin de brindar a los estudiantes la mejor experiencia educativa posible en condiciones inéditas, inventaron o diseñaron sobre la marcha los recursos que les permitieran atender a sus alumnos, un esfuerzo encomiable, pero que de ninguna manera puede suplir a la planeación y elaboración profesional de programas, materiales y estrategias de enseñanza.
Además, aunque la educación virtual puede representar una oportunidad de explotar el potencial de las tecnologías de la información y la comunicación, para millones de alumnos y docentes supuso una barrera infranqueable dentro de su realidad socioeconómica. Así, la pandemia ha sido una verdadera catástrofe para la preparación académica y las futuras oportunidades de los mil 300 millones de niños de entre 3 y 17 años que no tienen acceso a Internet en sus hogares, de acuerdo con el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). En México, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes reportó que, hasta hace un año, 13 millones de personas (equivalentes a 10 por ciento de la población nacional) no contaban con ningún punto de acceso a la red de redes.
Para colmo, mientras se esforzaban en suplir éstos y muchos otros déficits con su experiencia e intuición, las expectativas de retiro digno de los docentes recibieron un golpe de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la cual sentenció que el tope de las pensiones otorgadas por el Instituto de Seguridad Social y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Isste, al cual se encuentran adscritos los maestros del sector público) se cuantifique mediante unidades de medida y actualización (UMA) y no en salarios mínimos.
En este escenario, la vacunación masiva de los profesores de educación pública, junto con el probable regreso a clases presenciales, suponen una luz al final de un año plagado de dificultades y contratiempos. Sin embargo, la vuelta a la normalidad deja intocados los muchos y graves problemas que arrastraba la educación antes de que el coronavirus hiciera aparición: la falta de infraestructura adecuada y suficiente, los rezagos salariales, la inseguridad que amenaza a las comunidades educativas en vastas porciones del país, las campañas de linchamiento mediático que pretenden desacreditar a los docentes para insertar lógicas neoliberales y privatizadoras en las aulas, la desatención de las autoridades, son todos pendientes que deberán afrontarse cuando la emergencia sanitaria haya remitido.
México SA
INE: Córdova-Murayama, doble cara // Ayer, dádiva ilegal; hoy,legítimo // Proceso electoral 2021 = estercolero
Carlos Fernández-Vega
En el estercolero en el que se ha convertido el proceso electoral 2021, y más allá de las sandeces que a diestra y siniestra cotidianamente hacen y dicen los candidatos de todas las agrupaciones participantes, sobresale el proceder de la presunta autoridad responsablede la contienda democrática, que sin decoro presume la camiseta de uno de los bloques políticos y sanciona a unos, pero finge demencia si se trata de otros. Un día sí, y el siguiente también, lo que pone en entredicho la calidad moral del supuesto árbitro.
Al menos desde el proceso electoral 2012, en las subsiguientes campañas políticas federales o estatales ha crecido como la espuma (con el sello del PRI y partidos afines) el uso indiscriminado de tarjetas prepagadas o vales que ofrecen a los ciudadanos cantidades de dinero a cambio de su voto, pero este hecho documentado ha provocado distintas interpretaciones legales de la autoridad electoral, dependiendo de cómo se muevan los caballos y a cuál de ellos apostó.
En ese contexto, en la mañanera de ayer el presidente López Obrador dio tremenda exhibida al presidente consejero del INE, Lorenzo Córdova, y a su escudero Ciro Murayama, por las versiones encontradas que esta dupla ha manejado, a contentillo, sobre un mismo asunto. La doble cara, pues.
Dijo López Obrador que me llamó la atención la actitud de los consejeros del INE, del presidente y de uno de los consejeros. Ahora que hicimos la denuncia por las tarjetas en el caso de Nuevo León y en otros casos, porque queremos que esto se investigue, porque es delito electoral, entonces se hizo la denuncia y salieron a decir los del INE que no era delito, que era un cartón, que no era dinero. Pero les voy a dar a conocer lo que ayer en las redes se recuperó de lo que decían antes, tanto el presidente del INE como el consejero Murayama. Nada más para ubicarnos en el tiempo. ¿Cuándo fue esto? En 2017, elecciones locales en Coahuila (Miguel Ángel Riquelme) y estado de México (Alfredo del Mazo).
Y el mandatario divulgó las versiones relativas al uso de las citadas tarjetas. “Lorenzo Córdova, presidente del INE (2017): y que esté haciendo un compromiso, insisto, no genérico como la realización de una carretera, no genérico como la instrumentación de un programa social en general, en abstracto, sino un compromiso personalizado, específico: ‘si votas por mí y si gano, a ti te voy a dar tal cosa’, hace que la frontera, desde mi punto de vista, de lo lícito o, si se quiere, la frontera de considerar ese gasto como un gasto de propaganda, en cambio, se convierta como una promesa de dádiva y consecuentemente en un gasto indebido, en un gasto que no podemos, menos de cara a la elección de 2018, permitir que sea considerado como un gasto de campaña…”
También en 2017, Ciro Murayama, consejero del INE: “… datos personales es incorrecta, incluso el proyecto propone dar vista al INAI por posible uso indebido de datos personales por parte del partido o la coalición. La concatenación de promesas de apoyo, entrega de tarjetas, llamadas nada más ni nada menos que ‘monederos’ en un escenario de carencia social a cambio de datos de los individuos que serán beneficiarios si sufragan por el partido, y éste resulta ganador da una secuencia de condicionamiento de apoyos sociales a los necesitados a cambio de su voto, no es una promesa general, legítima y válida. A mi entender, la coalición cruzó la frontera de la propuesta y llegó al territorio de la dádiva, y su gasto en estas tarjetas, en estos formatos, en este procedimiento no puede ser considerado como legítimo y válido por esta autoridad, ello merece ser sancionado por el INE hoy y, por supuesto, de cara a 2018”.
Pero... ¡sorpresa!, en este 2021 el mismo Murayama dice que en materia de tarjetas, pues en 2017 hubo dos campañas en donde se repartieron: en el estado de México, una que se llamaba Salario Rosa, y en Coahuila otras, que se llamaban Mi Monedero o Mi Monedero Rosa. Esta autoridad, cuando se pronunció en los dictámenes de fiscalización, determinó que el entregar un cartón prometiendo acciones de gobierno era simplemente propaganda, se determinó en votación dividida, es decir, de un plumazo lo declaró legítimo y válido.
Las rebanadas del pastel
El árbitro dice que así representa los intereses de los ciudadanos y defiende la democracia, pero desde las gradas se escucha a la afición: ¡árbitro vendido!
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