Ilustraciones Jane Rosenberg del juicio de Genaro García Luna
Nueva York. En la última audiencia de esta semana -la corte no sesionará este jueves y ningún viernes- se continuó desarrollando la estrategia básica de ambas partes en el juicio de Genaro García Luna: los fiscales buscan establecer que a través de los sobornos, el ex secretario de Seguridad Pública y su entramado de oficiales corruptos le ofrecían al cártel de Sinaloa un control sin precedente de México que facilitaba la exportación de drogas a Estados Unidos, mientras que la defensa busca cuestionar la credibilidad del desfile de narcotraficantes arrestados que negociaron reducir sus condenas a cambio de declarar en contra del acusado en este tribunal federal en Brooklyn.
Los fiscales, quienes en juicios criminales presentan a sus testigos y evidencias primero que la defensa, concluyeron este miércoles su interrogatorio de su segundo testigo, el operador de nivel medio del cártel de Sinaloa, Tirso Martínez Sánchez, El futbolero o El mecánico.
Martínez Sánchez continuó detallando el transporte por tren de cocaína del cártel de Sinaloa a Nueva York, Chicago y Los Ángeles, con lujo de detalle desde la forma en cómo se empaquetaba e identificaba cada “ladrillo” de cocaína, hasta cómo se ocultaba en los vagones carro tanques, cómo llegaba a sus almacenes y de ahí a los distribuidores en esas ciudades.
El fiscal asistente, Philip Pilmar, guío el interrogatorio para enfocarse sobre todo los envíos a Brooklyn y Queens en parte para establecer la jurisdicción de este tribunal federal para realizar el juicio en este distrito. Informó que sufrió tres decomisos de cargamentos, dos en Nueva York -una en bodegas en Queens, otra en Brooklyn- y otra en Chicago, en 2002 y 2003, y reportó que eso empezó a disgustar a Patas Cortas (otro apodo de El Chapo) y otros jefes del cártel.
El narcotraficante informó cómo manejaba la red de almacenes, que cobraba aproximadamente mil dólares por cada kilo de cocaína que transportaba desde México y que algunas cargas podrían tener un valor promedio de 25 a 30 millones. Ante preguntas, aceptó que había tenido ganancias netas de unos 30 millones, pero que eso representaba solo un 5 por ciento de lo que ganaban sus jefes, los líderes del cártel, en este negocio.
“Perdí mucho dinero”, dijo, en apuestas de gallos, fiestas y mujeres, y con su fortuna compró equipos de futbol, un avión, comercios y propiedades.
Vicente Carrillo, su jefe inmediato en el cártel, una y otra vez le decía que se despreocupara en sus operaciones de transporte de droga ya que “El Mayo tenía todo controlado” en México desde las autoridades federales, estatales y municipales.
Sin embargo, fue arrestado por la Policía Federal en 2014 en México, y aunque intentó sobornar al jefe de ese operativo, éste le respondió: “no puedo esta vez porque están en esto los estadunidenses, la DEA”. Fue extraditado a Estados Unidos en diciembre de 2015, y menos de un año después se declaró culpable y aceptó un acuerdo para actuar como testigo cooperante en otros casos -incluyendo el de El Chapo Guzmán y éste- a cambio de una reducción de su condena y fue excarcelado en 2021.
En el contra-interrogatorio del testigo por el abogado Florian Miedel, quien junto con César de Castro encabezan el equipo de defensa, lo obligó a detallar aún más su papel como un delincuente, acusando que en este periodo que operaba “usted personalmente es responsable de inundar las calles de droga, de cocaína y crack” y que sabía que esa droga era vendida en las calles por jóvenes que acababan en la cárcel con largas condenas sólo por vender gramos de esta droga, mientras que él que importaba toneladas recibió una condena reducida de solo 7 años por ayudar a los fiscales en casos contra otros, como éste.
Con ello, buscó desacreditarlo ante el jurado, dejando entender que el testigo se está beneficiando por participar con el caso de los fiscales en este juicio, algo que la defensa repetirá contra todos los testigos cooperantes y/o protegidos que se esperan en este caso.
El resto del día fue dedicado a un desfile de cinco oficiales de diferentes agencias de seguridad pública de Estados Unidos y un dealer local de droga en la ciudad de Nueva York encarcelado, que se turnaron en el banquillo de los testigos.
Dos agentes especiales de la DEA, un policía metropolitano y dos oficiales del servicio federal de aduanas (ICE), bajo guía de los fiscales, ofrecieron minúsculos e interminables detalles sobre su participación en los operativos para interceptar cargamentos de miles de kilos de cocaína exportada por el cártel de Sinaloa y arrestar a los trabajadores de Martínez Sánchez en Nueva York y Chicago.
El testigo mas colorido del dia, pero tal vez el más inconsecuente para el caso fue el dominicano Héctor Tolentino, un dealer de drogas local en Nueva York, quien es reo y ha sido arrestado en múltiples ocasiones, y quien contó que su última hazaña fue lograr en 2019 un conecte, a través de un mexicano que conoció en la cárcel, con un “Manuel” que trabaja con uno de los hijos de El Chapo. Después de describir su operación de venta de todo tipo de drogas al menudeo, contó cómo empezó en su negocio con el tal Manuel como también su amistad al intercambiar videos y narcocorridos -“me gusta la música mexicana”-, quien un día le habló y le puso a su “compadre” en el teléfono, pero que no sabía quién era, hasta que Manuel le dijo, “es Iván, el hijo del señor”.
Pero este testigo pronto sería arrestado una vez más cuando lo alcanzó un operativo de la DEA que empezó cuando llegaron al lugar donde guardaba su producto ilícito -justo en frente de una delegación de la policía en Queens-, algo que informó sin reconocer el humor en ese dato. Se declaró culpable y ahora está cooperando en este caso con la esperanza de lograr una reducción de su sentencia.
Lo que no quedó claro por ahora es qué tiene que ver este dealer local con el caso contra García Luna.
El acusado, quien hoy llego de traje negro y como siempre al tomar su lugar en las mesas de la defensa vio hacia la parte de atrás de la sala donde se sienta el público para saludar a su esposa con una señal tocándose el corazon y enviando un abrazo, observó como todos los días el lento desarrollo del caso en su contra, de vez en cuando mirando hacia los testigos, otras al jurado que, por ahora, tiene su destino en sus manos.
La Celac y la rebelión peruana
Ángel Guerra Cabrera
A propósito de la vigorosa rebelión peruana, creo imprescindible subrayar el papel decisivo de los pueblos y de sus luchas políticas y sociales en la gestación y el avance de los gobiernos progresistas. De la misma manera que este avance fue indispensable en la generación de una arquitectura de organizaciones regionales o subregionales, entre ellas la Celac, que buscaban la unidad e integración de América Latina y el Caribe. Pues si surgió Hugo Chávez, un primer ciclo de gobiernos progresistas y la mencionada arquitectura en el tránsito del siglo XX al XXI mucho tuvo que ver en su gestación el caracazo y, en general, un ciclo de dura resistencia popular latinoamericana y caribeña contra las políticas neoliberales. Estas, mediante multiformes movilizaciones populares ahora lograban imponer su hegemonía por la vía del sufragio. Algo impensable, salvo contadas excepciones, unos años antes. Todavía no se ha discutido a fondo el papel de los movimientos armados y los de militares patriotas para posibilitar a las organizaciones revolucionarias y progresistas llegar al gobierno por la vía electoral.
Pero las fuerzas revolucionarias, democráticas y progresistas enfrentan hoy nuevos y graves desafíos. El más importante de ellos es el ascenso de las extremas derechas y del neofascismo, dispuestos a utilizar todos los medios para derrocar o desconocer las victorias de las fuerzas progresistas, como hemos visto recientemente en Brasil o se observa en Argentina con hechos tan ominosos como el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y las embestidas contra la democracia del partido judicial aliado al macrismo. O, en los días previos a la séptima cumbre de la Celac, las provocaciones y actos de violencia contra el presidente Nicolás Maduro que preparaban las fuerzas políticas vinculadas al ex presidente Macri y sus amiguetes de Miami, siempre asociados a las embajadas de Estados Unidos e Israel. El tiro les salió por la culata, pues no pudieron conseguir su objetivo de reventar la reunión y aunque el presidente Maduro se abstuvo muy acertadamente de viajar, la presencia venezolana y bolivariana fue muy activa.
Mientras tanto, en Perú continuaba con la mayor pujanza el único movimiento popular a escala nacional movilizado en toda su historia tras demandas políticas, según lo catalogaba Hector Béjar, uno de los intelectuales y luchadores sociales más lúcidos del país. Y agregaba: estamos en un proceso destituyente del antiguo sistema y constituyente de uno nuevo. Y lo más probable es que… si este movimiento subsiste y se incrementa, la demanda por una Asamblea Constituyente y una nueva Constitución continuará creciendo hasta hacerse hegemónica.
En otras palabras, la dictadura parlamentario-militar-mediática de extrema derecha implantada plenamente en el país andino después del golpe de Estado contra el presidente constitucional Pedro Castillo ha cerrado los caminos políticos. Pero el hecho de gran notoriedad política es que el creativo movimiento popular peruano está demostrando, con valentía e inteligencia, que, no obstante la feroz represión policial y militar de la señora Boluarte, puede reabrir esos caminos y, eventualmente, llegar a imponer su agenda a través de la movilización de masas. Después de ser derrotada la extrema derecha regional en su intento de abortar la cumbre de la Celac en Buenos Aires, en Perú se gesta lo que podría ser otra gran derrota para ella, si el movimiento popular, como ha sido apuntado antes, consiguiera hacer hegemónicos sus reclamos de convocatoria a una Asamblea Constituyente y la redacción de una nueva Constitución que revoque la fujimorista, en vigor actualmente. Debe considerarse que quechuas y aymaras, fundamentales protagonistas de la rebelión peruana, junto a estudiantes, trabajadores, pequeños empresarios y cada vez más regiones y capas de la población que se les suman, no pueden haber dejado de tomar nota de la contundente victoria de sus hermanos bolivianos contra el golpismo y la dictadura que pretendieron tronchar su proceso emancipador.
La séptima cumbre de la Celac puede calificarse de histórica. Con la presidencia argentina continuó el camino de reanimación de la unidad e integración latinocaribeña tan brillantemente iniciado por México y relanzó, con la importantísima reincorporación del Brasil de Lula, una nueva etapa muy prometedora de trabajo. Con la elección como nuevo presidente pro tempore de San Vicente y las Granadinas, por primera vez recae esa responsabilidad en el Caribe de habla inglesa. Su experimentado primer ministro, el capaz Ralph Gonsalves, seguramente le dará un nuevo impulso. Fueron muy notables las condenas, reiteradas en varios documentos, al criminal bloqueo a Cuba y la exigencia para que Washington la excluya de su espuria y dañina lista de países supuestamente promotores del terrorismo, otra terrible vuelta de tuerca al bloqueo.
Twitter: @aguerraguerra