martes, 7 de febrero de 2023

CFE avanza en la generación de electricidad con energías limpias.

En breve operará el parque fotovoltaico de Puerto Peñasco
También repuntó el uso de carbón
Alejandro Alegría
Periódico La Jornada  Martes 7 de febrero de 2023, p. 15
La generación de electricidad con energías limpias de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha tenido avances en los recientes dos años, según datos de la empresa estatal, la cual pronto agregará a su surtido energético la producida en el parque fotovoltaico de Puerto Peñasco, Sonora.
Información de la compañía eléctrica del Estado revela que hasta la primera mitad del año pasado la producción de energía hidroeléctrica, nuclear –que es considerada limpia por las autoridades–, así como la geotermoeléctrica, sumaron 18.9 por ciento del total producido.
El dato es mayor en comparación con el correspondiente a 2020, cuando la generación eléctrica de las tres fuentes sumó 18.5 por ciento, aunque fue menor respecto a 2021, cuando la CFE reportó un total de 22.1 por ciento.
La firma subraya que la generación a través de energías limpias se explica por el crecimiento en la aportación de las hidroeléctricas.
La energía que se produce en las presas a través de la fuerza del agua pasó de representar 11.4 por ciento de la generación total de CFE en 2020 a 14.8 por ciento al siguiente año y hasta la primera mitad de 2022 aportó 12.3 por ciento.
La producción de electricidad con energía nuclear, la cual se realiza en Laguna Verde, Veracruz, en 2020 aportó 11.4 por ciento del total de la energía de la CFE.
En 2021 la aportación aumentó a 5.3 por ciento, mientras para el primer semestre del año pasado se ubicó en 4.5 por ciento.
La generación geotermoeléctrica, que se deriva del calor interno de la Tierra, se ha mantenido estable, pues en los tres años de referencia prácticamente no varió de 2.1 por ciento.
Si se suma la generación eoloeléctrica que realizan los productores independientes de energía (PIE) para CFE, la producción a través de fuentes limpias fue de 19.6 por ciento en el primer semestre del año pasado.
La aportación de la energía producida por viento a la mezcla energético de la CFE no ha mostrado gran variación, pues en tres años ronda 0.8 y 0.7 por ciento.
En contraste, la generación de electricidad con carbón, uno de los materiales más contaminantes al producir mayor cantidad de gases de invernadero, también observó un avance. La producción de energía a través de esta fuente fue de 6 por ciento en 2020, mientras al siguiente año se redujo para sólo aportar 4.2 por ciento del total de la electricidad de la empresa.
Sin embargo, para el primer semestre de 2022, la producción energética con carbón aumentó, al representar 7.1 por ciento de toda la generación de la compañía estatal.
CFE reconoció que las emisiones de gases de invernadero de las carboeléctricas que tiene pasó de 22.4 por ciento en 2021 a 32.8 por ciento en enero-junio del año pasado, pues se redujeron los porcentajes en la térmica convencional y turbogás.
Sin embargo, la empresa estatal prevé que la Central Fotovoltaica de Puerto Peñasco aporte mil megavatios a la capacidad total de generación eléctrica, aunque en su primera fase sólo brindará 120 megavatios.
Aunado a ello, cuenta con otros proyectos como la rehabilitación de las hidroeléctricas y la producción de hidrógeno verde en Puerto Libertad, con lo que la generación de electricidad con energías limpias aumentará en los siguientes años.

Gasto público en infraestructura registra su mayor incremento desde 2009
Dora Villanueva
 Periódico La Jornada  Martes 7 de febrero de 2023, p. 15
El gasto público en infraestructura registró un incremento anual de 25.2 por ciento el año pasado, el mayor desde 2009, impulsado por prácticamente todos sus componentes, con excepción del educativo y parte de energético, lo que no implicó el recorte de las erogaciones hacia programas de desarrollo social, reportó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
En estos primeros cuatro años las políticas económicas y sociales implementadas por el gobierno de México han logrado romper lo que era una percepción sobre un efecto tijera con respecto al gasto de inversión y al gasto social, comentó una semana atrás Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, durante la presentación del Informe de Finanzas y Deuda Pública al cierre de 2022.
De acuerdo con los datos de Hacienda, el año pasado la inversión física –obra pública y los gastos asociados a ella– sumó 458 mil 802.1 millones de pesos, 25.2 por ciento más que en 2021, a raíz de un incremento en prácticamente todos sus componentes. Los recursos destinados a educación cayeron 4.4 por ciento; mientras, dentro de energéticos, el eléctrico lo hizo en 20.6 por ciento.
La inversión física en el sector de hidrocarburos, por el contrario, aumentó 14.8 por ciento; en comunicaciones y transportes, lo hizo 1.4 por ciento; 50.2 por ciento en salud; 65.7 por ciento en abastecimiento, agua potable y alcantarillado, y en otras áreas avanzó un promedio de 40.1 por ciento, respecto a 2021.
Usualmente se pensaba que si subía el gasto social bajaba el gasto de inversión o viceversa. Durante la presente administración esto se ha roto y prácticamente se han logrado romper las tendencias de caídas en la inversión pública y falta de incremento en el gasto social. Los dos gastos se han incrementado, sin necesidad de incrementar el ratio deuda/producto interno bruto, aseguró el subsecretario.
Datos de Hacienda muestran que esto no ha sido así durante los cuatro años que acumula la actual administración. El gasto en desarrollo social reporta un crecimiento promedio de 3.8 por ciento en términos reales, mientras el destinado a inversión física ha avanzado 6.4 por ciento, sobre todo por el empuje de 2022.
A diferencia del gasto en obra pública que iniciada la actual administración registró un descalabro de 11.8 por ciento –que luego fue compensado por un incremento de 11.9 por ciento en 2020 y de 0.2 por ciento para 2021–, las erogaciones en desarrollo social han mantenido un avance que en mayor o menor medidas se ha mantenido durante los cuatro años que lleva la actual administración.
Sin embargo, dentro del gasto en desarrollo social hay rubros que acumulan una caída neta como saldo de la actual administración. En promedio las erogaciones a protección ambiental se han reducido 4.9 por ciento por año; las de recreación y cultura lo han hecho en 1.5 por ciento; uno por ciento en educación y 37.9 por ciento en otros asuntos.