miércoles, 24 de abril de 2024

Elecciones en Euskadi: todos contra EH-Bildu.

Marcos Roitman Rosenmann
Los partidos políticos con implantación en el Estado español, a derecha e izquierda, a los cuales debemos incorporar el Partido Nacionalista Vasco, se unieron, durante la campaña, para descalificar a EH-Bildu. Lo impensable tomó cuerpo. Ante la posibilidad de vivir en Euskadi un nuevo mapa político, hicieron piñata. Con un ardid trolero, recurrieron a la extinta ETA. En un programa de radio de máxima audiencia, el entrevistador interrogó al candidato de EH-Bildu, Pello Otxandiano, si compartía la definición de ETA como una banda criminal. La respuesta, puso énfasis en lo inoportuno de la pregunta, cuando se realiza en medio de una campaña electoral. Ello fue la chispa que avivó la llama del odio y la excusa para dudar del carácter democrático de EH-Bildu y descalificar a su candidato a lehendakari . Las redes, los medios de comunicación social, dirigentes políticos y tertulianos tenían suficiente para emponzoñar la campaña y no perdieron la oportunidad. El presidente de gobierno, Pedro Sánchez, se despachó a gusto en su descalificación a Otxandiano, mientras los socios de gobiernos guardaron un silencio cómplice. Mientras, los candidatos del PNV arremetieron contra EH-Bildu; el insulto tomó cuerpo. Y de forma inesperada, la extrema derecha y el Partido Popular (PP) vieron cómo su caracterización de EH-Bildu como bilduetarras era la expresión utilizada o compartida por todas las fuerzas políticas para referirse a EH-Bildu. De esa manera se pretendía revertir el ascenso de EH-Bildu en las encuestas.
Se haya urdido en los despachos o respondiese un exabrupto, fue una maniobra para apoyar al PNV y evitar que fuera sobrepasado por la coalición abertzale en votos, perdiendo su hegemonía política en el País Vasco. No por casualidad, hoy, todos los medios de comunicación se congratulan del triunfo del PNV, destacando que han evitado el sorpasso de EH-Bildu. Una pregunta es obligada: ¿por qué derecha y extrema derecha, apoyadas por el PSOE y el PNV, han descalificado primero a HB y en la actualidad a EH-Bildu, cada vez que el PNV ve tambalearse su hegemonía en Euskadi? Tras años de exigir que la izquierda abertzale condenase la violencia, respetase las instituciones, no quieren reconocer que ese hecho se ha producido. Aunque en los hechos el PSOE negocia con EH-Bildu en Navarra y sus votos son imprescindibles para mantener el gobierno de coalición en el Estado español, no pierden ocasión para desacreditar a la coalición abertzale.
Tras las elecciones, el PNV y el PSE tienen mucho que sacudirse, pero llegarán acuerdos de gobernabilidad. Así viene sucediendo en último medio siglo, salvo cuando el Partido Popular brindó su apoyo al candidato del partido socialista Patxi López, invistiéndolo de l ehendakari entre 2009 y 2012. La excepción que confirma la regla.
Hoy, la victoria del PNV es pírrica, por mucho que afanen en presentarla como un triunfo de la moderación, frente al radicalismo de EH-Bildu. Sin embargo, aunque se limite a la aritmética de los resultados, una lectura rápida muestra una tendencia difícil de ocultar. Se asiste a un punto de inflexión donde el recurso a ETA ya no da réditos políticos. Si hace una década podía concitar voluntades, hoy es un discurso anclado en el dolor y las emociones cuyo recorrido es limitado.
La realidad de la sociedad vasca se muestra cambiante, y tildar de terroristas a los candidatos de EH-Bildu para concitar su rechazo, resulta estéril e incluso contraproducente. Las nuevas generaciones, al menos en Euskadi, se decantan por una izquierda transformadora, apegada a los problemas de la vida cotidiana, educación, vivienda, salud, inmigración, ocio, trabajo. EH-Bildu ha sido capaz de entender que su rol protagónico conlleva un cambio de estrategia, sin renunciar a una propuesta inclusiva, anticapitalista, republicana e independentista y sobre todo anclada en los valores democráticos. En los ayuntamientos donde gobierna e instituciones en las cuales participa, su legitimidad y buen hacer son refrendados en cada convocatoria electoral.
Si algo demostró la campaña contra EH-Bildu en estas elecciones es su fracaso. Ahora bien, resulta asombroso ver en Euskadi, cómo Podemos, cuya emergencia en Euskadi, hacía presagiar una larga vida, acabase perdiendo sus seis escaños en una legislatura. Pablo Iglesias estuvo presente en mítines, debates y tertulias pidiendo el voto y los pesos pesados de la organización se comprometieron, dejándose la piel en la campaña. Pero la debacle fue total y debería hacerles reflexionar. Pero ellos no se hacen preguntas, sólo atinan a subir el ánimo de sus militantes coreando el eslogan sí se puede. No menos decepcionante han sido los resultados obtenidos por la otra opción de la izquierda estatal, Sumar. La propuesta tampoco ha tenido eco, a pesar de contar con la vicepresidenta segunda del gobierno, Yolanda Díaz, como su baluarte. La derrota de Podemos les permite superar la depresión. Por último, el PP también fracasa. No logra arrastrar los votos de la derecha españolista y dejar a Vox fuera del parlamento vasco. En conclusión: todos los partidos que se han presentado, podrán aducir cifras, para amortiguar la caída, alegando una subida de sus parlamentarios PSE, PP o Sumar, pero todos han sido derrotados, principalmente el PNV. El único ganador es EH-Bildu, les guste o no. Sería mejor reconocerlo.

Marchan cientos de miles en defensa de la educación pública en Argentina
Cientos de miles de manifestantes protestaron frente a la Casa Rosada en defensa de ls educación pública y el fin de los recortes al presupuesto de las universidades por parte del gobierno ultraderechista de Javier Milei. 
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Stella Calloni, corresponsal
23 de abril de 2024 21:00
Buenos Aires. “No somos el problema, somos la solución”, “Luchamos por una educación que nos enseñe a pensar, no una educación que nos enseñe a obedecer”, fueron algunas de las consignas escritas a manos en cartones por decenas de miles de jóvenes protagonistas de una histórica e imponente marcha, la mayor en esta capital, donde se calcula más la participación de 700 mil, movilizando más de un millón y medio en todo el país, en rechazo a la vulneración de los derechos constitucionales y la desfinanciación de la universidad y la educación pública, además del ajuste ya intolerable para el pueblo, que aplica el gobierno del ultraderechista presidente, Javier Milei.
Desde media mañana comenzaron las movilizaciones, cuando llegaban desde el Gran Buenos Aires y la provincia los trenes llenos de jóvenes que pronto fueron multitudes en las estaciones de trenes, como la más populares de Constitución y Plaza Once, y que volvieron inútil la presencia de decenas de policías y equipos para la represión, imposibilitados de actuar.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, no pudo mantener el protocolo antipiquetes y tuvo que retirar todo lo que preparó para una represión dura; de nada sirvieron sus amenazas, ante lo que una mayoría de analistas consideran que lo que sucedió fue un verdadero plebiscito incluso por la diversidad de organismos y partidos políticos que acompañaron a los estudiantes.
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Todo fue expuesto en esta marcha pacífica pero contundente, no sólo por lo que sucede en las universidades, cuya lucha comenzó con las clases públicas, que conmovieron a diversos sectores de la sociedad, sino que fueron expuestas las medidas del gobierno condenando a la desesperación, la marginación y el hambre a 60 por ciento de la población, mientras entrega el país a potencias extranjeras.
Fue una respuesta incluso a lo anunciado antenoche por Milei, que se jactó de haber logrado la mayor recuperación del déficit fiscal, la más importante de “todo el Occidente”, y calificando como “patriotas” a los autores de las medidas, que desregularon todo destruyendo lo construido democráticamente a lo largo de la convulsa historia nacional e intentando desaparecer a uno de los mayores símbolos de la inserción de Argentina en el mundo, la educación.
La marcha fue de decenas de miles de jóvenes, acompañados por organismos de derechos humanos encabezados por las Madres de Plaza de Mayo, la Confederación General del Trabajo, las Centrales de Trabajadores argentinos y más movimientos sociales, partidos políticos, como el peronismo, los los sectores más importantes de la Unión Cívica Radical, socialistas y partidos de izquierda radicalizados. Fueron superadas todas las expectativas, como una respuesta más a lo que sucedió con los cacerolazos en muchos barrios, en protesta anoche por los anuncios de Milei.
Galería: Cientos de miles marchan en Argentina por la educación pública 
Taty Almeyda, en representación de las Madres de Plaza de Mayo, abrió el acto. Fue largamente aplaudida por la multitud que dejó oír una frase que no se escuchaba en estos tiempos y es muy importante: “Madres de la Plaza (de mayo), el pueblo las abraza”, también como desafío ante un gobierno que intenta terminar con los organismos de derechos humanos
La vicepresidenta Victoria Villarruel, que defiende lo actuado por la pasada dictadura militar (1976-1983), solicitó se investiguen las indemnizaciones que entregó el Estado durante los gobiernos de Néstor Kichner y Cristina Fernández de Kirchner a familiares de desaparecidos, convalidado por el Congreso en su momento.
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La marcha fue considerada como un “hito histórico” ante la intención del gobierno no sólo de acabar con las universidades y escuelas públicas, “sino también con todos los organismos e instituciones de la ciencia y la cultura aquí y en todo el país, y hambrear al pueblo. "La educación nos salva y nos hace libres”, fue una de las consignas más escuchadas.
En el cierre del acto, una dirigente de la Federación Universitaria Argentina leyó el documento consensuado por los rectores nacionales, bajo el título de “Universidad Pública base de la Democracia y el Desarrollo social”, en el que se refieren al momento crítico por el que se atraviesa, agradeciendo “las manifestaciones de la sociedad en apoyo del sistema universitario público”.
“La eduación no se vende, se defiende” o “Los lápices nunca van a dejar de escribir”, “Sin educación no hay futuro”, “Sin presupuesto no hay educación “ forman parte de la creatividad con que todo transcurrio.
Agregaron los rectores que “es indispensable que se mejore de manera urgente la situación de las jubiladas y jubilados que atraviesan otro período de pérdida salarial, y que se restituya inmediatamente los organismos de defensa de los fondos educativos para toda la docencia”.
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Rechazaron “la política de ajuste y disciplinamiento. La comunidad universitaria se organiza, resiste y se solidariza con todos los sectores que hoy atraviesan una situación similar o peor por afrontar despidos masivos recordando que “Creemos en la capacidad igualadora de la educación pública y gratuita, en el poder transformador de la Universidad como formidable herramienta de movilidad social ascendente”.
Defendieron “la producción científica (…) los problemas se resuelven con más educación y universidad pública, con más inversión en ciencia y tecnología. Queremos que nuestras instituciones sean el dispositivo que le permitan a Argentina desandar las desigualdades estructurales y emprender la senda del desarrollo y la soberanía”.

Ultraderechas: frenar la barbarie
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, exhortó a los sectores de izquierda, progresistas y democráticos a organizarse a escala internacional para abordar el crecimiento de la extrema derecha. En declaraciones en las que también reafirmó su compromiso con la integración sudamericana, el mandatario expresó su propósito de organizar un encuentro con jefes de gobierno democráticos a fin de definir una estrategia coordinada ante el avance de esa tendencia política antisocial.
El llamado del histórico dirigente sindical y líder indiscutido de la izquierda partidista brasileña es más pertinente que nunca, pues se da en momentos en que políticos de ultraderecha conquistan cada vez más espacios y cobran carta de naturalidad programas que habrían resultado inconcebibles hace apenas unos años por su incompatibilidad con los derechos humanos y los principios democráticos.
En este sentido, es necesario remarcar que la ultraderecha quizá acceda al poder mediante las urnas, pero tanto cuando se encuentra en el gobierno como cuando es oposición opera de tal modo que socava la democracia, cuya esencia adultera y corrompe. Brasil es testigo de ello: el ex presidente Jair Bolsonaro ganó claramente los comicios en octubre de 2018, pero sólo después de que Lula, el favorito en todas las encuestas, fue inhabilitado por un proceso penal en el que no había prueba alguna en su contra. Posteriormente salió a la luz la trama de jueces y fiscales corruptos que conspiraron para descarrilar su candidatura, pero el daño de cuatro años de bolsonarismo es irreparable.
Escenarios semejantes de adulteración de la democracia se repiten en otros países donde las derechas avanzan. En España, la derecha considerada tradicional o moderada del Partido Popular (PP) judicializó a todas las personas que participaron en la organización del referendo independentista de Cataluña en 2017, con lo que criminalizó la expresión de opiniones políticas y la identidad nacional de todo un pueblo. La ultraderecha desembozada de Vox, que hoy es cogobierno con el PP en varias entidades hispanas, puja sin pudor por la proscripción total de la autonomía de que gozan las regiones e incluso por la persecución de las ideas que no se identifican con el madridismo chovinista.
En Ecuador, el multimillonario Daniel Noboa acaba de extender la vigencia del estado de excepción, con el cual restringe derechos como la libre movilidad, la libertad de reunión o la inviolabilidad del domicilio y la correspondencia. Noboa mantiene el estado de excepción desde el 8 de enero, apenas mes y medio después de haber asumido la titularidad del Ejecutivo: las garantías individuales han permanecido suspendidas durante 70 por ciento de su mandato, y seguirán así cuando menos hasta mediados de julio.
En El Salvador, Nayib Bukele ha gobernado bajo estado de excepción durante 25 meses ininterrumpidos, y no hay ninguna señal de que desee renunciar a esta medida que le permite disponer a su antojo de la libertad y la vida de los salvadoreños. En Argentina, Javier Milei impuso desde el arranque de su gobierno una batería de políticas de desmantelamiento del Estado, entrega del país a capitales extranjeros y destrucción de derechos sociales bajo la forma de un decreto de necesidad y urgencia, mecanismo que debe ser ratificado o derogado por el Legislativo o el Poder Judicial, pero en ambas instancias se ha dado un juego de dilaciones que permite la continuidad del engendro jurídico, pese a que está claro que es rechazado por la mayoría de los legisladores y los ciudadanos. Asimismo, intentó pasar una ley que le transfería la facultad de legislar, es decir, de suplantar al Congreso, en el que su partido es una ínfima minoría.
Es urgente que las fuerzas progresistas comprendan y cierren filas ante la gravedad de un contexto en que las derechas se radicalizan a ritmo alarmante y se alían con ultraderechas para seducir al electorado y usar las instituciones democráticas en contra de las mayorías. El llamado de Lula es una oportunidad invaluable para tejer la unidad necesaria si quiere frenarse el triunfo de la barbarie.