lunes, 18 de noviembre de 2024

El gobierno blindará sus finanzas ante el riesgo de catástrofes naturales.

Clara Zepeda
Periódico La Jornada
Lunes 18 de noviembre de 2024, p. 18
Ante las catástrofes meteorológicas que se han registrado en años recientes en México, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo analizará diversos esquemas y estrategias con la finalidad de reducir su impacto en las finanzas públicas.
Esto incluirá la contratación del seguro de daños por fenómenos naturales y seguro para catástrofes, que optimizará a fin de mejorar su cobertura y eficiencia; así, durante el ejercicio fiscal 2025, las finanzas públicas continuarán respaldadas por una estrategia integral.
El bono para catástrofes continuará con la protección financiera frente a terremotos y huracanes hasta abril de 2028, indican los Criterios Generales de Política Económica 2025.
Se analizarán diversos esquemas y estrategias para fortalecer la cobertura en materia de transparencia y riesgos y reducir el impacto de eventos catastróficos en las finanzas públicas, precisó el gobierno federal.
Asimismo, actualizará su base de exposición de bienes patrimoniales para 2025 y se mejorarán los instrumentos de análisis y modelación de riesgos catastróficos, lo que contribuirá al fortalecimiento de la gestión integral en caso de desastres.
En colaboración con organismos financieros internacionales, gobiernos extranjeros y actores del sector asegurador local y foráneo, se elaborarán estudios, proyectos y políticas públicas que mejoren la eficiencia de los instrumentos nacionales de análisis de riesgos, se brindará asesoría a las dependencias y entidades de la administración pública federal en el diseño de sus estrategias de aseguramiento y transferencia de riesgos. Finalmente, se proporcionará apoyo técnico para la consolidación de seguros coordinados por la Secretaría de Hacienda.

Descontaron ya los mercados de divisas la llegada de Trump
Clara Zepeda
Periódico La Jornada  Lunes 18 de noviembre de 2024, p. 20
En reacción a la clara victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos y la mayoría obtenida por el Partido Republicano, el dólar se fortaleció, impulsado por la posibilidad de mayores tasas, dado que se espera una política fiscal inflacionaria por parte de Trump.
David A. Meier, economista en Julius Baer, describió que las economías expuestas a riesgos arancelarios se han depreciado. En América Latina, la divisa que ha sido más afectada es el peso mexicano, mientras los riesgos fiscales añadieron debilidad al real brasileño y al peso colombiano.
La moneda mexicana aceleró su depreciación para adentrarse de lleno a 20 por dólar y acumular una pérdida en lo que va del año de 16 por ciento.
Para Jorge Marmolejo, estratega de inversión de Franklin Templeton México, el tipo de cambio reaccionó fuerte y rápido. Explicó que antes de las elecciones del 2 de junio en México el tipo de cambio estaba en 16.50 pesos por dólar.
Una depreciación de cuatro pesos es mucho, ya descontó lo político, y las condiciones que llevaron al peso a 16.50 (diferencial de tasas entre México y Estados Unidos, remesas e inversión) van a continuar, pero no regresaremos a 16.50 por dólar; hay que tener cuidado, porque los repuntes tan fuertes llegaron para quedarse, estimó.
Al no saber cuál va a ser exactamente la política comercial de EU frente a México, hay una demanda especulativa que está absorbiendo los dólares que hace unos meses sobraban en el mercado, explicó Raúl Feliz, catedrático del CIDE, en entrevista televisiva.
Ahora que la incertidumbre electoral ha desaparecido, destacó Meier, los mercados vuelven a depender de los datos, enfocándose en la Reserva Federal (Fed). La Fed siguió con el recorte de tasa esperado de 0.25 puntos porcentuales, sin compromisos adicionales. La pregunta sigue siendo hasta dónde podría llegar la tasa debido a las políticas de Trump.
Europa y Asia
En tanto, la baja de tasas del Banco Central Europeo y las expectativas de que este movimiento se repita en los próximos meses han acelerado la depreciación del euro. En apenas tres semanas, esa moneda ha pasado de 1.12 dólares que registraba a finales de septiembre a los 1.0539 billetes verdes actuales.
Es decir, cae 4 por ciento y borra las ganancias acumuladas en el año.
El temor al recrudecimiento de la guerra arancelaria con la victoria de Donald Trump agrava la debilidad del euro. En las últimas semanas los fantasmas de la paridad sobrevuelan los mercados financieros. No obstante, la moneda todavía está lejos de los 0.98 dólares que llegó a tocar en septiembre de 2022, mínimo de las dos últimas décadas.
Y es que si el euro vale menos, para rellenar el tanque de gasolina se necesitará más dinero. Es decir, el precio de la gasolina y de la electricidad, que emplea el gas para su producción, se encarece al igual que lo hacen todos aquellos productos que no se elaboran en la zona euro.
En Asia, el yuan chino se debilitó a 7.16 dólares, debido al aumento de los rendimientos en Estados Unidos previos y durante las elecciones. La tendencia de debilitamiento podría continuar hacia 7.20 yuanes por dólar, luego de que la reunión del comité permanente del Congreso Nacional del Pueblo decepcionara al no anunciar un estímulo fiscal.

Crecerá 5.4% el costo de la deuda pública
Sumará un billón 388 mil 373 mdp en 2025
Como proporción del PIB se mantiene prácticamente sin cambio
Jessika Becerra
Periódico La Jornada  Lunes 18 de noviembre de 2024, p. 17
En 2025, el costo financiero de la deuda pública presupuestaria del país será de un billón 388 mil 373.6 millones de pesos, un aumento de 5.4 por ciento real anual respecto a 2024, según los datos del paquete económico para el próximo año propuesto por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Como proporción del producto interno bruto (PIB), el costo financiero de la deuda compuesto por intereses y comisiones será de 3.8 por ciento, y aunque el nivel es constante respecto a 2024, cuando fue de 3.7 por ciento, es el más alto desde el año 2000.
El gasto por comisiones e intereses que ejercerá el gobierno por el total de su deuda se acerca a la erogación propuesta para el desarrollo económico en 2025, que es de un billón 497 mil 456.5 millones de pesos y supera los recursos que se busca destinar a la educación, de un billón 32 mil 464.6 millones de pesos.
El gobierno toma deuda para cubrir su gasto de operación y de inversión, así como el pago de pensiones y jubilaciones. Para 2025, la deuda pública será equivalente al 51.4 por ciento del PIB.
Del total de recursos para cubrir el costo financiero, 82.8 por ciento se destinará a los intereses, comisiones y gastos que genere la deuda pública (Ramo 24), 13.4 por ciento al costo financiero de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y 3.8 por ciento a las erogaciones para los programas de apoyo a ahorradores y deudores de la banca (Ramo 34).
En cuanto al Ramo 24, el costo financiero de la deuda interna será de 978 mil 678.4 millones de pesos, un aumento de 7.5 por ciento real respecto a 2024 y representa 2.7 por ciento del PIB.
En tanto, el costo de la externa será de 170 mil 873.2 millones de pesos (0.5 por ciento del PIB), lo que significa un aumento de 9.3 por ciento en comparación con 2024.
A su vez, la deuda del Ramo 34, que corresponde al programa de apoyo a ahorradores y deudores de la banca, tendrá un costo financiero de 52 mil 451.9 millones de pesos (0.2 por ciento del PIB), una disminución de 19.5 por ciento real respecto a 2024.
Raúl Feliz, académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), comentó que el actual costo financiero muestra una combinación de deuda acumulada, decisiones del pasado y de la política monetaria que se requiere para 2025, lo que va a mantener todavía tasas de interés elevadas.
No podemos hacer nada al respecto, porque si pidiéramos que el Banco de México mantuviera las tasas bajas, lo pagaríamos indirectamente con mayor inflación; eventualmente las tasas de interés volverán a niveles normales, pero eso no va a ocurrir en 2025, comentó en entrevista.
No tenemos una deuda insostenible o excesivamente alta, lo que sucede es que aparte de la deuda, tenemos el problema de las tasas reales del banco central. Cuando la tasa real sea de 3 por ciento, el costo de la deuda va a bajar a 2.8 o 2.9 por ciento, explicó.
El jueves pasado, la junta de gobierno del Banco de México aplicó un tercer recorte consecutivo, esta vez de un cuarto de punto en la tasa de interés, que quedó en 10.25 por ciento.
Feliz expuso que el costo de la deuda será equivalente a 3.8 por ciento del PIB como reflejo del ciclo de altas tasas de interés, lo que representa un costo para las finanzas públicas. Si bien la tasa va a bajar, va a haber más deuda porque hay que financiar aquella que se emitió en 2024. Vamos a tener una tasa menor, aunque todavía elevada, y vamos a tener más deuda, concluyó.