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la redacción
21 de abril de 2025 19:59
Estados Unidos enfrenta una desaceleración económica leve y atípica, marcada por una creciente incertidumbre generada por las políticas en materia de comercio, inflación y crecimiento y se espera una “leve recesión” en la segundo semestre de 2025, de acuerdo con el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF por su sigla en inglés).
Esta desaceleración se atribuye en gran parte a un entorno de incertidumbre política creciente, donde las políticas comerciales y migratorias están tomando el rol de herramientas macroeconómicas y geopolíticas y con ella han generado presiones adicionales en los costos y elevando la inflación subyacente al 4.6 por ciento hacia finales de 2025, detalló el organismo.
Agregó que se esperan promedios anuales proyectados del 1.4 por ciento en 2025 y 0.8 por ciento en 2026, amplió.
Detalló que la contracción del PIB sea de un 0.8 por ciento anualizado en el tercer trimestre y 0.3 por ciento en el cuarto, con una recuperación iniciándose a principios de 2026.
Este nuevo escenario refleja una economía que no sufre un shock externo tradicional, sino una desaceleración inducida por políticas internas, con volatilidad en la confianza del consumidor y en la comunicación política, explicó la IIF.
Aunque no se anticipa un colapso en los volúmenes de importación, sí se prevé una reasignación gradual de los flujos comerciales debido a los cambios en el régimen arancelario.
Además se prevén tres recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal en 2025 y tres más en 2026, condicionados a que la inflación alcance su pico en otoño y el crecimiento económico se mantenga débil.
El IIF agregó que la volatilidad en los rendimientos de los bonos del Tesoro y la posible erosión de la confianza en la formulación de políticas podrían poner a prueba la resiliencia del dólar y la liquidez global.
Estados Unidos enfrenta una desaceleración económica leve y atípica, marcada por una creciente incertidumbre generada por las políticas en materia de comercio, inflación y crecimiento y se espera una “leve recesión” en la segundo semestre de 2025, de acuerdo con el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF por su sigla en inglés).
Esta desaceleración se atribuye en gran parte a un entorno de incertidumbre política creciente, donde las políticas comerciales y migratorias están tomando el rol de herramientas macroeconómicas y geopolíticas y con ella han generado presiones adicionales en los costos y elevando la inflación subyacente al 4.6 por ciento hacia finales de 2025, detalló el organismo.
Agregó que se esperan promedios anuales proyectados del 1.4 por ciento en 2025 y 0.8 por ciento en 2026, amplió.
Detalló que la contracción del PIB sea de un 0.8 por ciento anualizado en el tercer trimestre y 0.3 por ciento en el cuarto, con una recuperación iniciándose a principios de 2026.
Este nuevo escenario refleja una economía que no sufre un shock externo tradicional, sino una desaceleración inducida por políticas internas, con volatilidad en la confianza del consumidor y en la comunicación política, explicó la IIF.
Aunque no se anticipa un colapso en los volúmenes de importación, sí se prevé una reasignación gradual de los flujos comerciales debido a los cambios en el régimen arancelario.
Además se prevén tres recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal en 2025 y tres más en 2026, condicionados a que la inflación alcance su pico en otoño y el crecimiento económico se mantenga débil.
El IIF agregó que la volatilidad en los rendimientos de los bonos del Tesoro y la posible erosión de la confianza en la formulación de políticas podrían poner a prueba la resiliencia del dólar y la liquidez global.
la redacción
21 de abril de 2025 19:59
Estados Unidos enfrenta una desaceleración económica leve y atípica, marcada por una creciente incertidumbre generada por las políticas en materia de comercio, inflación y crecimiento y se espera una “leve recesión” en la segundo semestre de 2025, de acuerdo con el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF por su sigla en inglés).
Esta desaceleración se atribuye en gran parte a un entorno de incertidumbre política creciente, donde las políticas comerciales y migratorias están tomando el rol de herramientas macroeconómicas y geopolíticas y con ella han generado presiones adicionales en los costos y elevando la inflación subyacente al 4.6 por ciento hacia finales de 2025, detalló el organismo.
Agregó que se esperan promedios anuales proyectados del 1.4 por ciento en 2025 y 0.8 por ciento en 2026, amplió.
Detalló que la contracción del PIB sea de un 0.8 por ciento anualizado en el tercer trimestre y 0.3 por ciento en el cuarto, con una recuperación iniciándose a principios de 2026.
Este nuevo escenario refleja una economía que no sufre un shock externo tradicional, sino una desaceleración inducida por políticas internas, con volatilidad en la confianza del consumidor y en la comunicación política, explicó la IIF.
Aunque no se anticipa un colapso en los volúmenes de importación, sí se prevé una reasignación gradual de los flujos comerciales debido a los cambios en el régimen arancelario.
Además se prevén tres recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal en 2025 y tres más en 2026, condicionados a que la inflación alcance su pico en otoño y el crecimiento económico se mantenga débil.
El IIF agregó que la volatilidad en los rendimientos de los bonos del Tesoro y la posible erosión de la confianza en la formulación de políticas podrían poner a prueba la resiliencia del dólar y la liquidez global.
Estados Unidos enfrenta una desaceleración económica leve y atípica, marcada por una creciente incertidumbre generada por las políticas en materia de comercio, inflación y crecimiento y se espera una “leve recesión” en la segundo semestre de 2025, de acuerdo con el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF por su sigla en inglés).
Esta desaceleración se atribuye en gran parte a un entorno de incertidumbre política creciente, donde las políticas comerciales y migratorias están tomando el rol de herramientas macroeconómicas y geopolíticas y con ella han generado presiones adicionales en los costos y elevando la inflación subyacente al 4.6 por ciento hacia finales de 2025, detalló el organismo.
Agregó que se esperan promedios anuales proyectados del 1.4 por ciento en 2025 y 0.8 por ciento en 2026, amplió.
Detalló que la contracción del PIB sea de un 0.8 por ciento anualizado en el tercer trimestre y 0.3 por ciento en el cuarto, con una recuperación iniciándose a principios de 2026.
Este nuevo escenario refleja una economía que no sufre un shock externo tradicional, sino una desaceleración inducida por políticas internas, con volatilidad en la confianza del consumidor y en la comunicación política, explicó la IIF.
Aunque no se anticipa un colapso en los volúmenes de importación, sí se prevé una reasignación gradual de los flujos comerciales debido a los cambios en el régimen arancelario.
Además se prevén tres recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal en 2025 y tres más en 2026, condicionados a que la inflación alcance su pico en otoño y el crecimiento económico se mantenga débil.
El IIF agregó que la volatilidad en los rendimientos de los bonos del Tesoro y la posible erosión de la confianza en la formulación de políticas podrían poner a prueba la resiliencia del dólar y la liquidez global.
El magnate exige a Powell bajar tasas de inmediato
Reuters Periódico La Jornada
Martes 22 de abril de 2025, p. 17
La economía de Estados Unidos podría desacelerarse a menos que las tasas de interés bajen de inmediato, sostuvo ayer el presidente Donald Trump, y repitió sus críticas al jefe de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell (izquierda). “Con estos costos que tienden tan claramente a la baja, justo como lo predije, casi no puede haber inflación, pero puede haber una desaceleración de la economía a menos que el señor Demasiado Tarde, un gran perdedor, baje las tasas de interés AHORA”, escribió Trump en una publicación en Truth Social. La actitud expectante de la Fed sobre las tasas ha enfurecido a Trump. El viernes, un asesor del presidente dijo que la administración está analizando opciones para despedir a Powell, lo que alimenta las preocupaciones sobre la autonomía del banco central y ha sacudido a los inversionistas, que además lidian con una guerra comercial cada vez más intensa.
Huyen inversionistas de EU ante embates de Trump contra la Fed
Clara Zepeda
Periódico La Jornada Martes 22 de abril de 2025, p. 17
Los mercados cambiario y accionario en México y otros países emergentes se beneficiaron ayer de que los inversionistas buscaron activos financieros seguros fuera de Estados Unidos, a medida que siguen perdiendo la confianza en la principal economía del mundo.
El oro, activo refugio por excelencia, alcanzó un nuevo récord ante las dudas sobre la economía de Estados Unidos y se aceleró la venta de dólares a escala global. Al mismo tiempo, el peso mexicano tuvo una apreciación de 1.24 por ciento, equivalente a 24.81 centavos, para cerrar en su mejor nivel desde octubre de 2024, en 19.7141 unidades por dólar spot.
De acuerdo con el Banco de México, el tipo de cambio operó ayer entre un máximo de 19.7670 unidades por dólar y un mínimo de 19.6250 en el mercado spot (al mayoreo).
El temor a que Donald Trump encuentre una vía para destituir a Jerome Powell como presidente de la Reserva Federal (Fed), aunado a la guerra comercial de Estados Unidos, debilitó fuertemente al dólar, efecto que fue aprovechado por la moneda mexicana, que regresó de su descanso de Semana Santa con una segunda ganancia consecutiva.
La confianza de los inversionistas volvió a deteriorarse, pues el dólar no está sirviendo de refugio y la inflación puede hacer que la Fed suba las tasas de interés o las mantenga altas por más tiempo. Actualmente están entre 4.25 y 4.5 por ciento.
El índice del dólar, el DXY, que mide el comportamiento de esa moneda frente a una canasta de seis divisas, cayó 1.01 por ciento, a 98.13 puntos.
El Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), por su parte, ganó ayer 1.4 por ciento, para cerrar en 53 mil 758 puntos, y no fue arrastrado por Wall Street, que cayó con fuerza.
Las operaciones se realizaron en una sesión con liquidez relativamente baja, pues muchas plazas europeas estuvieron cerradas por feriados.
La sacudida de las grandes firmas tecnológicas precipitó al Nasdaq a una caída de 2.55 por ciento, hasta 15 mil 870.90 unidades; mientras el S&P 500 cedió 2.36 por ciento, a 5 mil 158.20 enteros. El Dow Jones retrocedió 2.48 por ciento, a 38 mil 170.41 puntos.
Las acciones de Tesla cayeron 5.76 por ciento; Nvidia, 4.51; Amazon, 3.09; Apple, 1.97, y Meta, 3.39 por ciento.
Las declaraciones del presidente Donald Trump sobre el impacto de no recortar la tasa de referencia de Estados Unidos e insistir a Jerome Powell, presidente de la Fed, en que reduzca la tasa de interés inmediatamente, generaron incertidumbre en los mercados financieros sobre la autonomía de la Reserva Federal.
Ante el aumento de la incertidumbre global y en busca de refugio para los inversionistas, los precios del oro registraron máximos históricos, con una ganancia de 3.21 por ciento. El metal amarillo cerró en 3 mil 435.25 dólares la onza troy.
Los precios del petróleo registraron pérdidas de casi 2 por ciento luego de las señales de progreso en las negociaciones entre Estados Unidos e Irán, aunque la mira no se aleja de los conflictos de la principal economía del mundo.
El WTI cayó 1.92 por ciento, a 63.44 dólares, mientras el Brent cedió 1.99 por ciento, a 66.61 dólares.
Los inversionistas se mantienen a la espera de más noticias sobre las políticas arancelarias y las tensiones comerciales entre países, en específico entre Estados Unidos y China, ante la falta de avances en las negociaciones.
Negocios y empresas
Guerra de opioides
Miguel Pineda
Las medidas proteccionistas de Trump no se limitan a los aranceles, sino que por todos los medios posibles lucha por frenar la entrada de mercancías a su país. Una de estas medidas son las restricciones impuestas a China por la exportación de fentanilo, un potente opioide sintético que genera la muerte de 100 mil estadunidenses al año. Se podría pensar que Donald Trump está preocupado por la salud de los drogadictos, pero lo que le angustia es el creciente déficit comercial de su país.
Entre las primeras naciones que se beneficiaron del comercio de drogas a partir del siglo XIX destacan Inglaterra, Francia y Estados Unidos. Al igual que ahora, China tenía el siglo pasado un comercio superavitario frente a Occidente. La exportación de seda, te, porcelanas, muebles y prendas de vestir las pagaba Occidente con plata, lo cual desequilibraba las arcas públicas.
Para contrarrestar esta situación, Gran Bretaña contrabandeaba opio a China, producido principalmente en India, y creó la Compañía Británica de las Indias Orientales que monopolizó la venta de esta droga. Este negocio ilegal era altamente rentable para Gran Bretaña, pero para China, un desastre. Por esta razón, el emperador Daoguang prohibió en 1829 la venta y el consumo de opio, lo que llevó a la primera Guerra del Opio entre 1839-1842 contra Gran Bretaña, ganador del conflicto. Además de apoderarse de Hong Kong en 1842, obligó a China a abrir sus fronteras a la importación y consumo de opio.
El problema de la drogadicción se aceleró en Asia y al tratar de frenar el proceso se produjo la Segunda Guerra del Opio, entre 1856 y 1860, a la que se unieron Inglaterra, Francia y Estados Unidos, que ganaron la guerra. Producto del negocio de la droga y del control de territorios asiáticos surgieron diversas instituciones empresariales europeas, entre las que se encuentra HSBC, ahora uno de los bancos más grandes del mundo.
En el siglo XXI, la economía y la política toman otro giro. Occidente es el que padece las consecuencias del intercambio de opioides sintéticos y Estados Unidos impone castigos a China por su falta de moral. Al final de cuentas se trata de un negocio en el que Trump trata de parar el vendaval a través de medidas proteccionistas.
miguelpineda.ice@hotmail.com
