martes, 8 de abril de 2025

Es el shock comercial más grande de la historia, dice Paul Krugman.

El multimillonario Bill Ackman advierte sobre un invierno nuclear económico
Medidas de Trump abren grietas entre sus amigos magnates // Mañana entran en vigor aranceles, incluso para islas habitadas por pingüinos // Preocupa a republicanos baño de sangre en las próximas legislativas
▲ Repudio a Elon Musk, dueño de Tesla y Space X, entre otras empresas, durante una marcha el fin de semana en Nueva York.
Foto Ap
▲ El secretario del Tesoro, Scott Bessent (a la izquierda), espera que
los aranceles sean frenados con negociaciones entre los gobiernos. La imagen, hace unos días, en Washington.Foto Ap
David Brooks y Jim Cason   Corresponsales
Periódico La Jornada  Martes 8 de abril de 2025, p. 20
Nueva York y Washington., Nerón tocando su arpa mientras Roma arde resume lo que un amplio coro de observadores expresa para definir la coyuntura política en Estados Unidos.
Poco después de que Donald Trump declaró sus aranceles universales el miércoles pasado, provocando desplomes en las bolsas de valores y advertencias de un incendio del sistema financiero y comercial mundial, se fue a jugar golf en Florida, donde anunció que ganó el juego en su propio club, en un evento patrocinado –o sea, pagado a su empresa– por Arabia Saudita, y cuando comentó acerca del caos financiero provocado por sus medidas, respondió: tienes que tomar la medicina si quieres componer algo.
Ayer, ya de regreso a la Casa Blanca, el incendio del sistema internacional se intensificaba, con algunos pronosticando que el orden internacional encabezado por Estados Unidos estaba por derretirse. El día arrancó con más descalabros en todos los mercados bursátiles, y con la persistente incertidumbre –la condición más odiada en circuitos financieros– sobre qué hará o no el mandatario estadunidense.
Ya para mediodía Trump amenazaba con imponer aranceles de otro 50 por ciento a China si ese país no retiraba su arancel correspondiente de 34 por ciento con el cual respondió al estadunidense, provocando aún más tensión. Sin embargo, también había indicios de que podrían iniciarse una serie de negociaciones con varios países con la promesa de revertir algunos de los aranceles, siempre y cuando Trump pudiera declarar victoria.
El riesgo de una recesión
Pero el día avanzó con intensa especulación sobre qué tanto daño causarían los aranceles y durante cuánto tiempo, con la palabra recesión mencionada, a veces a susurros, a veces a gritos, por economistas, políticos (de ambos partidos), historiadores y comentaristas. Las primeras planas de los sitios digitales de noticias –siempre acompañados de gráficos alarmantes sobre las bolsas de valores– con muchos señalando que nunca antes un presidente había provocado a propósito un desplome de los mercados financieros. “Este es el shock comercial más grande de la historia”, comentó Paul Krugman, el economista Premio Nobel en entrevista con el New York Times.
Tal vez el mejor resumen de la obra de Trump fue el del cómico Stephen Colbert, el conductor del Late Show en CBS: “este es el peor día para nuestra economía desde el covid (en 2020)… y esta vez él es la enfermedad”.
A la vez, la crisis provocada por el presidente también está generando grietas dentro de su propio círculo interno y sus aliados en el Congreso, así como en el club exclusivo de sus amigos multimillonarios. Elon Musk difundió un video de Milton Friedman elogiando las virtudes del libre comercio y no ha ocultado su desprecio por el asesor económico del presidente, Peter Navarro. Se reporta que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, también ha manifestado su esperanza de que los aranceles sean frenados a través de negociaciones en contraposición con el secretario de Comercio, Howard Lutnick, quien asegura que todo es para bien. Fuentes de la Casa Blanca han indicado que más de 50 gobiernos han buscado iniciar negociaciones con el gobierno de Trump en torno a los aranceles, pero no hay mayores detalles acerca de si éstas proceden o no.
Efectos electorales
El siempre subordinado senador republicano Ted Cruz, de pronto expresa preocupación por los efectos electorales de los aranceles –obviamente más preocupado por su futuro político que por el de su jefe– al advertir que sus colegas republicanos en el Congreso arriesgan un baño de sangre en las elecciones intermedias legislativas en 2026 si los aranceles de Trump causan una recesión. No es el único republicano, junto con sus colegas, sobre todo de estados agrarios, que expresa alarma y hasta busca recuperar el poder histórico de la Legislatura sobre políticas comerciales, incluida la imposición de aranceles.
El multimillonario Bill Ackman, hasta ahora fiel a Trump, tuiteó que la forma en que su amigo está haciendo las cosas pone todo en riesgo. Al imponer aranceles masivos y desproporcionados tanto a nuestros amigos como a nuestros enemigos, lanzando así una guerra económica global contra todo el mundo a la vez, estamos en el proceso de destruir la confianza en nuestros país como socio comercial, como un lugar para hacer negocios, y como mercado donde invertir capital, y advirtió que esto puede llevar a un invierno nuclear económico autoimpulsado (https://x.com/BillAckman/status/1908992002366292286 ).El influyente banquero Jamie Dimon, ejecutivo en jefe de JPMorgan Chase, resaltó en su carta anual a clientes la incertidumbre sobre la política de aranceles y expresó su deseo de que esto sea resuelto lo más rápido a través de negociaciones, ya que los efectos negativos se acumulan con el tiempo.
La nueva ronda de aranceles recíprocos o compensatorios entrará en vigor este miércoles, incluidos los que se aplican a islas sólo habitadas por pingüinos, entre otros rincones del mundo, mientras aliados y socios comerciales de décadas siguen preguntándose qué está pasando. De hecho, la fórmula empleada para establecer los aranceles sobre unos 185 países (e islas no habitadas) resulta ser una ecuación aritmética en la cual sólo se calcula el déficit comercial que Trump dice es resultado de barreras comerciales injustas de otros países, y se divide eso a la mitad para dar con el arancel; una ecuación que fue decorada por la Casa Blanca con letras griegas para que pareciera muy sofisticada, según analizó una matemática inglesa en la BBC.
Muchos en Wall Street y en otros sectores tienen la esperanza de que habrá más indicios de que todo esto es una maniobra de negociación a corto plazo. Pero varios expertos indican que el daño no será reparado tan rápido, y que el sistema construido y encabezado por Estados Unidos durante la mayoría de un siglo ya no podrá ser reconstituido.

Los aranceles de Trump: ¿por qué?
Proliferan especulaciones
▲ El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habla durante una reunión con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, efectuada ayer en la Oficina Oval de la Casa Blanca. Netanyahu habría solicitado a Trump exención arancelaria para Tel Aviv y reforzar el apoyo de Washington frente a Gaza e Irán.Foto Afp
Jim Cason y David Brooks   Corresponsales
Periódico La Jornada  Martes 8 de abril de 2025, p. 17
Washington y Nueva York., La pregunta más frecuente de la última semana ha sido: ¿por qué? Es decir: ¿qué está detrás de los aranceles masivos? Con el desplome de las bolsas de valores, el pronóstico de incrementos drásticos en el precio de automóviles y teléfonos celulares, y los grandes empresarios desde Wall Street hasta Silicon Valley expresando alarma, las especulaciones sobre las razones y la lógica detrás de los aranceles van desde que son un instrumento de negociación (más de 50 países han solicitando reuniones con la Casa Blanca) y parte de un plan de largo plazo para resucitar el sector manufacturero de Estados Unidos, hasta una maniobra para hacer colapsar la economía a propósito.
El presidente Donald Trump insistió ayer en que los aranceles tendrán el efecto deseado. Pero aun dentro de la Casa Blanca hay confusión sobre cuáles son los objetivos reales de esta política comercial. Al tipo sencillamente le vale una mierda, comentó a The Washington Post un funcionario de la Casa Blanca con conocimiento de cómo piensa Trump sobre esto. ¿Malas noticias? Le importa un carajo. Va a hacer lo que dijo. Hará lo que prometió en la campaña electoral.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, dijo el fin de semana que la finalidad es convencer a otros países de reducir sus aranceles a las exportaciones estadunidenses. El asesor económico nacional de la Casa Blanca, Kevin Hassett, informó que unos 50 países están solicitando reuniones para negociar cómo reducir los aranceles. El propio Trump se jactó el fin de semana de que, en una conversación con el mandatario de Vietnam, le comentó que ese país “quiere reducir sus aranceles a cero si logra un acuerdo con Estados Unidos.
Países de todo el mundo están hablando con nosotros. Se están discutiendo parámetros firmes, pero justos, escribió Trump en redes sociales antes de anunciar que Estados Unidos ha iniciado negociaciones con Japón sobre una reducción de aranceles. Sin embargo, la Casa Blanca rechazó nuevos reportes de la cadena CNBC de que se estaba analizando pausar los aranceles, un rumor que seguramente fue filtrado por asesores dentro de la Casa Blanca que han estado argumentando contra una estrategia arancelaria de largo plazo. Todo esto provocó un feroz subibaja en Wall Street.
Pero el propio presidente nutrió la confusión sobre por qué impulsó las tarifas de esta manera cuando compartió un tuit de una cuenta de redes sociales llamada PapaBear, que decía: “Trump está haciendo caer la bolsa de valores 20%… pero lo está haciendo a propósito”. El tuit incluye un video que sugiere que los aranceles son parte de una estrategia que busca generar fondos para el Tesoro estadunidense y debilitar el valor del dólar en relación con otras monedas para reducir el déficit comercial.
Si bien la lógica de hacer que se desplomen las bolsas de valores para mejorar la economía local es rechazada por una mayoría de economistas y el mensaje compartido por Trump incluye varias mentiras, sí existe una estrategia económica impulsada por sectores de derecha que buscan una restructuración de la economía estadunidense. El sistema actual de comercio da la ventaja a países que contienen salarios, lo que crea una carrera mundial hacia abajo. Eso se ha traducido en 40 años de estancamiento de los salarios estadunidenses, una clase media más reducida y un declive de la calidad del empleo, escribió la semana pasada el economista conservador Mark DiPlacido, de la empresa American Compass, en The New York Post. Ahora, en lugar de buscar ganancias en el extranjero a expensas de trabajadores estadunidenses, los negocios tienen nuevos incentivos para construir, capacitar e invertir aquí, empleando mano de obra y recursos estadunidenses.
Lloriqueo de Wall Street
Coincide en parte el líder progresista del sindicato nacional automotriz UAW, Shawn Fain. Hemos estado sentados aquí durante más de 30 años, desde los inicios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1993-1994, viendo nuestra base industrial desaparecer en este país, comentó ayer en entrevista con National Public Radio. La mitad de los estadunidenses ni siquiera tienen acciones; entonces, cuando escucho todo el lloriqueo sobre la bolsa de valores digo: eso es sólo Wall Street. Son gente que ya es rica, y a fin de cuentas, la mayoría de la clase trabajadora está intentando sobrevivir ahora mismo. Enfurece saber que nuestros medios de vida nos han sido arrancados durante décadas y a nadie le ha importado.
Para Fain, el propósito de los aranceles es reformar la economía estadunidense para recuperar empleos manufactureros en este país, pero reconoce que el proceso de reajuste sería difícil. En respuesta a advertencias de personas como el ejecutivo jefe de JP Morgan Chase, Jamie Dimon, sobre una posible recesión causada por la política arancelaria, Fain dijo: ¿Y dónde estaba JP Morgan, toda esa gente, cuando las empresas estaban elevando los precios durante los últimos tres o cuatro años?
Apenas es el comienzo
Para los que buscan una explicación, ni los propios asesores de Trump –muchos de los cuales son multimillonarios– están de acuerdo; de hecho, muchos de ellos están perdiendo dinero con el desplome de las bolsas de valores. No obstante, Peter Navarro, asesor clave de Trump en la Casa Blanca, escribió en el Financial Times: Ésta no es una negociación. Para Estados Unidos, estamos en una emergencia nacional detonada por déficits comerciales causados por un sistema tramposo. Agregó: Trump siempre está dispuesto a escuchar. Pero los líderes mundiales que, después de décadas de hacer trampa de pronto están ofreciendo reducir aranceles, deben saber que esto apenas es el comienzo.
Concluyó: Queremos escuchar de muchos países, incluidos Camboya, México y Vietnam, que dejarán de permitir que China evada aranceles estadunidenses al usarlos para hacer exportaciones. Hay una amenaza mucho mayor en la red de barreras no arancelarias que continúan estrangulando a las industrias estadunidenses. Y eso también tiene que acabar. Todo lo que quiere Estados Unidos es equidad. El presidente Trump sencillamente está cobrando lo que ustedes nos cobran. ¿Qué es más justo que eso?
Trump volvió a quejarse ayer de que todos son tramposos. Una vez más subrayó que su país perdió 90 mil fábricas desde el TLCAN y que el T-MEC fue mucho mejor. Pero el problema es que hacen trampa como locos. Canadá hace trampa, México hace trampa.
O sea, aún no hay consenso dentro ni fuera del gobierno sobre el porqué de esta política.

Trump amaga con más aranceles a China; llegarían hasta 104%
Reuters, Afp, Ap y Sputnik
Periódico La Jornada   Martes 8 de abril de 2025, p. 16
Washington. Indiferente ante la serie de colapsos en los mercados de valores, el presidente Donald Trump amenazó ayer con aranceles adicionales a China, lo que generó nuevas preocupaciones sobre la posibilidad de que su plan de requilibrar la economía global intensifique una guerra comercial financieramente destructiva.
Trump dijo que impondrá un arancel adicional de 50 por ciento a China si no retira sus gravámenes de represalia. Además, acusó a Pekín de ser el mayor abusador en materia de aranceles.
De concretarse dicha medida, señaló la Casa Blanca, los aranceles estadunidenses a los productos chinos alcanzarán 104 por ciento si Pekín insiste en responder a la ofensiva aduanera.
Más tarde, Trump dijo que no estaba considerando una pausa en los aranceles para permitir las negociaciones con sus socios comerciales, pero afirmó que hablaría con China, Japón y otros países sobre los gravámenes.
En una comparecencia ante periodistas en la Casa Blanca con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sobre si estaba abierto a suspender el cobro de aranceles, Trump dijo: Bueno, no estamos considerando eso. Tenemos muchos, muchos países que vienen a negociar acuerdos con nosotros y van a ser acuerdos justos. Y en algunos casos van a pagar aranceles sustanciales. Habrá tratos justos.
Casi 70 naciones se han acercado a Estados Unidos para negociar aranceles comerciales, y las conversaciones podrían extenderse hasta junio, declaró el secretario del Tesoro, Scott Bessent.