lunes, 14 de abril de 2025

La ultraderecha y la depredación del planeta.

José Murat / II
Una de las características medulares del pensamiento de la derecha neofascista mundial, entronizada en el poder público y ya no sólo en el poder económico, es el cortoplacismo monetarista, la desnuda lógica del capital, la acumulación de ganancias y la conquista de los mercados a cualquier costo, incluida la depredación del planeta, hasta poner en riesgo la viabilidad de la vida, la inteligente y la biosfera en su conjunto.
El consenso de la comunidad de naciones en torno a la protección del planeta, su salud y su preservación, está roto. Es parte de un nuevo orden mundial, inopinado e inimaginado hasta hace muy poco. Hoy, en puntos neurálgicos de poder, se reinstaura la ley de la selva, un nacionalismo obcecado que ha dejado fuera de las prioridades el cuidado de la casa común de los seres humanos, el planeta.
Ya describimos los fríos y pavorosos números, los indicadores del calentamiento global y sus consecuencias en los fenómenos meteorológicos extremos, datos que no dicen nada a los tomadores de decisiones en los gobiernos de la derecha; tanto, que han decidido abjurar de los compromisos internacionales para reducir los índices de emisión de dióxido de carbono y otros contaminantes, compromisos suscritos en el Acuerdo de París y ratificados apenas en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 2024 (COP29).
En esa cumbre celebrada en Bakú, Azerbaiyán, entre el 11 y el 24 de noviembre de 2024, donde más de 65 mil líderes mundiales públicos y privados –incluidos representantes del gobierno de Estados Unidos, demócrata entonces– se reunieron para actualizar y reforzar la agenda ambiental mundial, concretamente, para aumentar los fondos financieros disponibles y crear mecanismos efectivos para los mercados de carbono, los sistemas de intercambio de créditos que permiten a las empresas y personas comprar y vender emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para mitigar el cambio climático.
La COP29 fue la primera COP del Financiamiento, donde se acordó movilizar 300 mil millones para financiamiento climático, de 2025 a 2035, cifra que quedó lejos del billón de dólares solicitado por los países no plenamente desarrollados, pero fue un avance significativo, pues triplicó los 100 mil millones de dólares aplicados previamente.
Ese financiamiento, se acordó en esa cumbre, estaría dirigido a eliminar los obstáculos para la transición energética y cumplir con los objetivos de triplicar las energías renovables, acortar drásticamente los tiempos de permisos, mejorar la preparación de las redes y aumentar la financiación de proyectos autosustentables en los países en desarrollo.
De manera más puntual, estas tres iniciativas claves son: a) el Compromiso Global de Redes y Almacenamiento de Energía, que tiene por objetivo implementar mil 500 GW de capacidad para 2030; b) el Compromiso de Energía Verde, que promueve corredores dedicados a energías limpias, y c) una Declaración sobre el Hidrógeno, orientada a aumentar la producción limpia. Son tres iniciativas fundamentales para garantizar que la infraestructura energética global sea capaz de soportar el aumento significativo en la capacidad de almacenamiento, optimizar la distribución de electricidad para fomentar el acceso a una energía asequible y sostenible, y diversificar las fuentes de energía, reduciendo así la dependencia de los combustibles fósiles. Todo este esfuerzo está orientado a aminorar las emisiones de dióxido de carbono al medio ambiente.
Ese compromiso no existe más, a partir del 20 de enero de 2025, por parte del principal contribuyente a esta causa: el gobierno de Estados Unidos, la primera economía mundial y también la principal fuente de contaminación, que no sólo se había comprometido con la agenda verde dentro de sus fronteras, sino también a apoyar con financiamiento a las economías rezagadas.
Desde el día uno de la era Trump, el clima, la biodiversidad y el medio ambiente en general comenzaron a sufrir las consecuencias. El presidente estadunidense firmó una orden ejecutiva para retirar (por segunda vez) a su país del Acuerdo de París y firmó otras tantas donde prioriza la energía fósil frente a la renovable.
No es cualquier decisión de Estado: el objetivo del Acuerdo de París es mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 grados centígrados con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1.5 grados centígrados con respecto a los niveles preindustriales.
La orden ejecutiva, titulada Putting America First in International Environmental Agreements (Colocar a Estados Unidos primero en acuerdos ambientales internacionales), argumenta que estos tratados envían el dinero de los contribuyentes estadunidenses a países que no necesitan, o merecen, la ayuda financiera en los intereses del pueblo estadunidense.
De acuerdo con tal orden, el embajador de ese país ante la ONU, inmediatamente remitirá una notificación formal escrita, declarando la retirada de cualquier acuerdo, pacto o compromiso similar bajo el marco de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (antecesor del Acuerdo de París). Además, el escrito señala que cesará o revocará inmediatamente cualquier supuesto compromiso financiero contraído por Estados Unidos en virtud de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
En suma, en este nuevo orden mundial instaurado por la derecha y la ultraderecha, la depredación del planeta tiene permiso. Esperamos que la responsabilidad global contenga esta embestida retrógrada, donde perdemos todas las naciones, todas las personas y todos los seres vivos.

El guiñol de Trump
Arturo Balderas Rodríguez
Si no fuera por la trascendencia de las vacilantes decisiones del presidente Donald Trump y su trasnochada idea de la aplicación de los aranceles a diestra y siniestra, se pudiera decir que la brutal y peligrosa coyuntura por la que el mundo atraviesa es un gran guiñol que Trump ha escenificado en las últimas semanas. El elenco lo integran sus más cercanos colaboradores, quienes, como marionetas, siguen a pie juntillas las ocurrencias mañaneras del aprendiz de brujo convertido en presidente.
Conforme pasa el tiempo, paso a paso, el rey se despoja de su ropaje para revelar su descarada figura. Su pretendida infalibilidad se ha convertido en una pesadilla que, querer o no, está destruyendo la estabilidad, la confianza y la certeza de quienes votaron por él. Es inocultable el daño que se ha ocasionado a las ya de por sí precarias relaciones en el mundo entero. Producto de sus ambiciones de grandeza, a diario perpetra ocurrencias y amenazas que nada tienen que ver con el gobierno de una nación como EU. Por lo visto, no hay límite en el escalamiento de los agravios entre el dirigente del país más poderoso del orbe y el de China, nación que intenta arrebatarle esa supremacía.
Por un lado, el ego y la actitud prepotente e irresponsable del presidente estadunidense juega y pone en riesgo los valores y la historia de una nación que ha soñado con ser el paradigma de la civilización occidental. Por el otro, están la dignidad y el orgullo de una nación cuya ancestral civilización y orgullo se insisten en poner a prueba, en cuyo desenlace está de por medio la estabilidad del mundo entero.
Su última y tardía decisión de posponer la entrada de aranceles a las importaciones que el país vecino realiza con un centenar de naciones ha derruido la confianza de sus aliados. Hay una norma básica en la economía que permite planear y realizar las inversiones necesarias para el crecimiento y el bienestar de cualquier nación: la certidumbre. Puede ser bueno o malo un plan, pero al menos le permite a los actores económicos diseñar una política para desarrollar sus actividades e inversiones con algún margen de certeza.
Lo que Trump ha logrado va más allá de una torpe e incierta política arancelaria; lo que ha ocasionado es destruir un mínimo de certeza sobre lo que sucederá en las siguientes horas o minutos cuando, sin ninguna base en la realidad, cambie nuevamente de opinión. No fue otra su decisión de postergar por 90 días la entrada de aranceles en artículos electrónicos como los teléfonos celulares, pantallas de televisión, etcétera, so pretexto de proteger la industria farmacéutica. Fue penosa la forma en que los responsables de la política comercial trataron de explicar ayer por la mañana el misterio sobre la forma en que un teléfono celular influye en la producción, por ejemplo, de la penicilina o las aspirinas.
En los años 80, quienes pagaban impuestos tuvieron que salvar al sistema financiero de una quiebra total. En esta ocasión, no parece haber forma de que los millones que perdieron sus ahorros en esa ruleta de especulación, en que se ha convertido el mercado de valores, tengan forma de recuperarlos.
Al parecer, se configura una investigación sobre la forma como unos cuantos al tanto de los cambios de ánimo del presidente, aprovecharon para vender sus acciones para posteriomente adquirirlas de nuevo, a precios de remate obteniendo pingües ganancias.
Los especialistas tratan de figurarse hasta dónde llegará la crisis y la profundidad de una recesión que ya se prefigura, producto de los vaivenes en los pasillos y las intrigas de la corte en que se ha convertido la Casa Blanca. Al margen de especulaciones y confabulaciones, el hecho es que en cada rincón del orbe hay desconcierto e inseguridad sobre el futuro inmediato.

Bombardea Israel el último hospital que funcionaba en Gaza
Murió un niño durante el desalojo
▲ Palestinos inspeccionan los restos de uno de los edificios del Hospital Al-Ahli, en Gaza, luego del bombardeo israelí de ayer.Foto Xinhua
Ap, Reuters, Europa Press y Afp
Periódico La Jornada   Lunes 14 de abril de 2025, p. 23
Deir Al Balah., Israel bombardeó ayer el Hospital Al-Ahli, el último que operaba en Gaza este Domingo de Ramos, ataque condenado por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y Jordania.
El director del hospital, el médico Fadel Naim, informó que la sala de urgencias, la farmacia y los edificios circundantes sufrieron graves daños, situación que afectó a más de 100 pacientes y decenas de trabajadores, al tiempo de comunicar en su cuenta de X que evacuaron a los pacientes del edificio después de recibir una llamada telefónica de alguien que se identificó como miembro de la seguridad israelí poco antes del embate.
Uno de los pacientes, un niño, murió durante la evacuación porque el personal médico no pudo proporcionar atención urgente, indicó el ministerio de Salud de Gaza, mientras militares israelíes confirmaron la ofensiva (además del aviso de desalojo del nosocomio) en redes sociales y argumentaron que el centro era empleado por Hamas para planificar y ejecutar complots terroristas contra las Fuerzas de Defensa de Israel y ciudadanos del Estado de Israel.
El movimiento de resistencia islámica calificó el ataque como un crimen salvaje, y rechazó las acusaciones israelíes. Asimismo cuestionó: ¿Dónde estaban exactamente esas llamadas salas de comando y control que la ocupación afirma que existen?
Una mujer que durmió en el hospital durante la noche mientras esperaba que su esposo fuera atendido, declaró a Middle East Eye que sólo quería descansar, sólo quería dormir. Todo el día estuvo lleno de gritos de niños con partes del cuerpo amputadas, sus brazos, sus piernas. Estas imágenes pueden volver loco a cualquiera.
Explicó que se escucharon llamadas de las fuerzas israelíes para que se salieran del lugar, pero no especificaron dónde podrían refugiarse, y añadió: Mi mensaje al mundo que está sumido en un profundo sueño: ¿dónde encontrarán a Dios? ¿Dónde están Qatar, los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Kuwait, Turquía? ¿Dónde están todos ustedes?
La ANP denunció que Tel Aviv concedió sólo 18 minutos a los pacientes, los heridos y personal para evacuar por la fuerza el hospital, también, agregó que esto impidió cualquier atención médica a quienes lo requerían, obligando a decenas de heridos y enfermos a abandonar el hospital y dormir en las calles de los alrededores, en medio del frío intenso, según un comunicado publicado en la agencia oficial de noticias palestina Wafa.
Por su parte, Jordania calificó el bombardeo como una violación flagrante del derecho internacional, mientras Qatar lo calificó como un crimen odioso.
El Comité Presidencial Superior para Asuntos Eclesiásticos en Palestina condenó la ofensiva aérea israelí contra el Hospital Al-Ahli en el enclave palestino, publicó Al Jazeera.
El ataque, perpetrado el Domingo de Ramos, uno de los días más sagrados del calendario cristiano, constituye una grave violación de la santidad religiosa y los principios fundamentales del derecho internacional humanitario, manifestó el comité, que está afiliado a la iglesia anglicana.⁠
Acción infundada
En tanto, Bashar Masri, multimillonario palestino, renunció a su puesto en la escuela de gobierno Kennedy de la Universidad Harvard luego de ser acusado por presuntamente financiar infraestructura de túneles y sitios de lanzamiento de cohetes para Hamas, según reportó The New York Post.
El medio estadunidense agregó que la demanda fue interpuesta a nombre de 200 familiares de las víctimas de la incursión de Hamas a Israel, el 7 de octubre de 2023, por los bufetes de abogados Osen LLC, Willkie Farr & Gallagher LLP, Stein Mitchell Beato & Missner LLP y Motley Rice LLC. La denuncia contra Masri plantea graves acusaciones que deberían ser examinadas y abordadas a través del proceso legal, sostuvo un vocero de la institución, a su vez, la oficina del magnate palestino calificó la acción judicial como infundada y añadió que nunca participó en actividades ilegales ni brindó apoyo a la violencia.
Mientras, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, externó que el presidente francés, Emmanuel Macron, comete un grave error al promover la idea de un Estado palestino.
La semana pasada, el mandatario francés hizo varias declaraciones sobre el posible reconocimiento por parte de Francia de un Estado palestino.
Netanyahu también se desmarcó de su hijo Yair, quien en un mensaje en X el sábado escribió ¡Jódete! a Macron.
Como cualquier ciudadano, tiene derecho a su opinión personal, aunque el tono de su respuesta al tuit del presidente Macron pidiendo la creación de un Estado palestino me parece inaceptable, asentó el primer ministro.