Clara Zepeda
17 de abril de 2025 15:22
Ciudad de México. El peso mexicano cotiza en mercados electrónicos en su mejor nivel desde octubre de 2024, al operar en 19.7111 unidades por dólar.
La divisa mexicana, una de las monedas más intercambiadas de economías emergentes porque es posible comprar o vender pesos las 24 horas, los 365 días del año, se hace presente en un día sin actividad financiera en México en los mercados internacionales.
De acuerdo con datos del Banco de México (BdeM), el peso mexicano cerró ayer miércoles en 19.9622 unidades por dólar spot.
El dólar, según su índice DXY, que mide su comportamiento frente a una canasta de seis monedas internacionales, cae 0.01 por ciento, a 99.132 unidades.
La caída del dólar frente al peso mexicano no viene de la mano con mejores perspectivas. Por lo que, mientras siga China y Estados Unidos con su guerra, las monedas en América Latina presentarán alta volatilidad.
En vísperas del Viernes Santo, en donde la actividad financiera escasea, la moneda nacional presenta una apreciación de 1.05 por ciento ante su similar estadunidense.
Trum contra Powell
Ante los ataques del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a Jerome Powell, cabeza de la Reserva Federal (Fed), los mercados financieros estadounidenses cerraron la sesión de este jueves con cautela.
Wall Street cerró otra semana con balance negativo. El S&P 500 se anotó un suave avance tras el fuerte castigo sufrido el miércoles. Mientras que el Nasdaq y el Dow Jones no pudieron salvar la jornada.
El S&P ganó este jueves 0.13 por ciento, a 5 mil 282.64 puntos. Así su balance semanal fue de un avance de 0.62 por ciento; el Nasdaq cayó 0.13 por ciento, a 16 mil 286.45 enteros, y una caída semanal de 0.44 por ciento. El Dow Jones cedió 1.33 por ciento este jueves y un descenso semanal de 1.14 por ciento.
Entre los siete magníficos, los números rojos vuelven a hacer acto de presencia en Nvidia (cayó 2.93 por ciento), que ya cae más de un 23 por ciento en lo que va de año. El resto de gigantes tecnológicos anotan mínimos avances tras cerrar ayer a la baja. La única compañía que escapa ahora a los números rojos de este selecto club es Apple, que ganó 1.34 por ciento.
El Dow Jones perdió terreno por el desplome de UnitedHealth, que se hundió 22.38 por ciento tras presentar resultados.
Donald Trump atacó este jueves al banquero central estadounidense con motivo de su intervención ayer en el Club Económico de Chicago, en donde Powell alertó que los aranceles impulsados por Trump podrían complicar la labor de la Fed de promover una baja inflación y un mercado laboral saludable
Esta mañana el mandatario respondió en su red social Truth: "Jerome Powell debería haber bajado las tasas de interés, como el BCE, hace tiempo, pero sin duda debería bajarlas ahora. ¡El despido de Powell no puede esperar!"
Y es que el Banco Central Europeo (BCE) anunció este jueves su séptimo recorte del precio del dinero, hasta el 2.25 por ciento, su menor nivel desde diciembre de 2022, justo cuando la institución presidida por Christine Lagarde enfrentaba una inflación que saltaba a cifras de doble dígito.
La autoridad monetaria avisa de "un deterioro de las perspectivas de crecimiento debido al aumento de las tensiones comerciales" que le lleva a afrontar su séptimo recorte en este ciclo de relajación monetaria.
En el mercado de deuda, la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años subió al 4.332 por ciento.
La cautela de los inversionistas se mantuvo y el precio del oro rondó la zona de máximos históricos, por encima de los 3 mil 300 dólares por onza, aunque corrigió un 0.17 por ciento.
En tanto, las peticiones de subsidio al desempleo en Estados Unidos descendieron en 9 mil peticiones, hasta las 215 mil, en la semana cerrada el pasado 12 de abril. Esta cifra está por debajo de las previsiones de Wall Street, que esperaba 225 mil peticiones.
Los precios del petróleo avanzaron; el Brent subió 2.67 por ciento, a 67.61 dólares; mientras que el WTI avanzó 3.06 por ciento, a 64.38 dólares.
México, SA
Carlos Fernández-Vega
▲ Pese a su alto costo para las finanzas públicas y los usuarios, la banca comercial sigue sin cumplir con la promesa de ser un motor para el desarrollo del país.Foto La Jornada
Allá por mayo de 1990, el entonces inquilino de Los Pinos anunciaba la reprivatización de las instituciones financieras estatizadas ocho atrás por José López Portillo, y lo hizo con aire triunfal, porque, prometía, México contaría con una banca moderna que responderá a las necesidades de pequeños industriales y comerciantes, sectores profesionales, campesinos, y apoyará también aquellos (proyectos) de gran envergadura.
Pedro Aspe, secretario salinista de Hacienda, secundó a su socio: Necesitamos empresarios bancarios con liderazgo y que estén dispuestos a fortalecer las instituciones con una visión de largo plazo, cuidando siempre el interés del público ahorrador. Que quede claro: la banca, por su naturaleza, es una actividad basada en la confianza de la sociedad; no servirá para la especulación de unos cuantos.
Y en el coro apareció el entonces dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional, Luis Donaldo Colosio: La iniciativa se enmarca en el propósito de hacer de la modernización económica el sustento de un gran sistema de solidaridad social; entendemos esta iniciativa como un paso decisivo en la configuración de un sistema financiero moderno, competitivo, atento al cumplimiento de la responsabilidad social en la intermediación eficiente del ahorro y que aliente también la inversión productiva y con ella el mejoramiento de los niveles de vida de los sectores más desprotegidos.
Más oropel: el dirigente de la Confederación Nacional Campesina, Maximiliano Silerio Esparza, se aventó al ruedo y aseguró que el anuncio presidencial es de un gran sentido patriótico, humano y profundamente social (cabe recordar que, estallada la crisis bancaria de 1995, Fobaproa incluido, muchos de los productores que formaban parte de esta organización priísta terminaron refugiados en El Barzón, creado, entre otros, por Alfonso Ramírez Cuéllar, para defender a los campesinos productores de la voracidad de los banqueros, que los exprimieron a más no poder). Y como los citados, un ejército de corifeos.
Como se ha comentado en este espacio, en plena fantasía modernizadora, Salinas de Gortari, Aspe, Colosio y su banda de corifeos promovían incesantemente la reprivatización de la banca, pues, decían, las instituciones bancarias, en manos empresariales, harían del sistema financiero una maquinaria eficiente y competitiva, promotora del ahorro interno, otorgante de crédito oportuno y suficiente a la inversión productiva, gestora de un desarrollo equilibrado, congruente con las necesidades sociales, y erradicarían fenómenos indeseables de concentración.
Eso y mucho más se dijo para justificar la prometida exitosa modernización de la banca reprivatizada por Salinas (que se concretó entre 1991 y 1992), es decir, la misma que en cuestión de dos años reventó (1994), fue ilegalmente rescatada (1995) con recursos públicos (que los mexicanos siguen pagando) y extranjerizada (Zedillo, Fox y Calderón), sólo para que los intocados barones del dinero establecieran su paraíso en México.
Pues bien, transcurridas tres décadas y media del modernizador anuncio salinista y 30 años del ilegal rescate zedillista, muy lejos está la banca que opera en México de cumplir el verborreico sueño húmedo de Salinas, Aspe y Colosio (responderá a las necesidades de pequeños industriales, comerciantes y campesinos; cuidará siempre el interés del público ahorrador, será sustento de un gran sistema de solidaridad social, no servirá para la especulación de unos cuantos), pues, en los hechos, se ha convertido en el saqueador institucionalizado de usuarios y mexicanos en general.
Cercana la convención bancaria (8 y 9 de mayo), no resulta ocioso recordar lo sucedido desde la modernización. Y para no olvidar cómo funciona esa maquinaria eficiente y competitiva, La Jornada (Julio Gutiérrez) actualiza la información: Al cierre de febrero pasado, el conjunto de bancos privados que operan en México obtuvo ingresos por el cobro de intereses por 305 mil 115 millones de pesos, monto 4.88 por ciento superior en términos reales si se compara con lo reportado en el mismo mes de 2024, cuando sumó 280 mil 337 millones de pesos.
Para un mes igual, se trata del mejor resultado desde que hay registro en la CNBV, y se presenta en un entorno de desaceleración de la actividad y recortes a la tasa de referencia del Banco de México, instrumento que marca el costo al que se financian empresas y familias.
Las rebanadas del pastel
Abrazo solidario para Orlando Pérez, corresponsal de La Jornada en Ecuador, ante las amenazas de muerte del espurio Daniel Noboa.
X: @cafevega Correo: cfvmexico_sa@hotmail.com
A mipymes, sólo 14% del crédito bancario enfocado a empresas
▲ Las pequeñas y medianas empresas generan ocho de cada 10 empleos en el país.Foto Yazmín Ortega Cortés
Julio Gutiérrez
Periódico La Jornada Viernes 18 de abril de 2025, p. 20
Las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) generan ocho de cada 10 empleos en el país, pero únicamente 14 de cada 100 pesos que son prestados por la banca privada al gremio empresarial van destinados a ese sector, revela información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Los banqueros son conscientes de este hecho, pero explican que los principales motivos por los que se les niega un financiamiento es por la informalidad y la baja educación financiera, de acuerdo con la Asociación de Bancos de México (ABM).
Estadísticas de la CNBV, organismo supervisor y regulador del sistema financiero mexicano, indican que, al cierre de febrero de este año, el saldo de la cartera de crédito en el sector empresarial sumó 3 billones 561 mil 661 millones de pesos.
En total, son un millón 282 mil 727 préstamos otorgados a todo el gremio empresarial con una tasa promedio ponderada de 11.13 por ciento y un monto que promedia un millón 773 mil 757 pesos.
El índice de morosidad promedio en los financiamientos comerciales es de 1.63 por ciento, según la información disponible.
El total de empresas que tienen créditos con la banca comercial suman 265 mil 709, señalan las cifras de la CNBV.
Las grandes firmas
De forma desagregada, las cifras indican que los bancos privados tienen un saldo de cartera de 2 billones 653 mil 701 millones con las grandes empresas, es decir, 74 por ciento del total.
Se tienen otorgados 799 mil 753 financiamientos con un saldo promedio de un millón 667 mil 961 pesos; un índice de morosidad de 1.41 por ciento y una tasa promedio ponderada de 10.44 por ciento.
En este sentido, el total de grandes empresas que cuentan con un préstamo de estos intermediarios financieros son 12 mil 752.
En las mipymes la banca comercial tiene colocados 502 mil 126 millones de pesos, 14 por ciento del total. En este sector, los bancos tienen colocados 481 mil 749 préstamos entre 255 mil 114 firmas de este tamaño.
El préstamo promedio es de 85 mil 838 pesos con un índice de morosidad de 3.45 por ciento y una tasa promedio ponderada de 15.48 por ciento.
Lo anterior significa que nueve de cada 10 empresas que tienen un financiamiento con la banca privada son mipymes.
El resto del portafolio es destinado en préstamos a fideicomisos, según la información de la CNBV.
Obstáculos
Esta semana, la presidenta Claudia Sheinbaum puso énfasis en el sector bancario y pidió a estos intermediarios financieros a reducir las tasas de interés de los préstamos toda vez que el Banco de México (BdeM) ha recortado la tasa de referencia.
La jefa del Ejecutivo solicitó al sector bancario reducir los obstáculos a los que se enfrentan pequeñas y medianas empresas para acceder a un financiamiento.
Julio Carranza Bolívar, quien preside la ABM, durante una conferencia de prensa en febrero, afirmó que los principales motivos por los que las mipymes no pueden acceder a financiamiento bancario son la informalidad y la falta de educación financiera.
Por lo anterior, se tiene previsto que durante la próxima Convención Bancaria, a realizarse el 8 y 9 de mayo, se presente un plan para que estas firmas, claves para el buen dinamismo de la economía, tengan acceso a financiamiento.
El Plan México, presentado por el gobierno en enero, busca que al menos 30 por ciento de las pequeñas y medianas empresas puedan tener un crédito. Para lograr esa meta, se requiere dar financiamiento a 64 mil nuevas firmas de este tipo, más de 10 mil 650 empresas al año durante el sexenio de Sheinbaum.

