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la redacción
12 de julio de 2025 12:21
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo confió que su gobierno alcance un acuerdo con Estados Unidos, ante el anuncio del presidente Donald Trump de que impondrá aranceles a las exportaciones de México a ese país, a partir del 1 de agosto.
Desde Vicam, Sonora, subrayó que la carta que le dirigió Trump “establece claramente que se busca llegar a un acuerdo para que no haya aranceles” y destacó que desde ayer un grupo de representantes de su gobierno sostiene en Washington una mesa de trabajo con funcionarios estadunidenses.
“Lo ponen para el 1 de agosto y nosotros creemos, por lo que platicaron el día de ayer nuestros compañeros, que vamos a llegar a un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos y que vamos a llegar por supuesto a mejores condiciones”.
Siempre he dicho que en estos casos “lo que hay que tener es cabeza fría para afrontar cualquier problema. Además, yo me siento muy segura, porque hay algo que tenemos en el gobierno, y es representamos la dignidad del pueblo de México”, aseguró ante integrantes de los pueblos yaquis.
Y el pueblo de México, agregó, “es resistente, valiente -si lo saben los yaquis-, y el pueblo de México siempre triunfa, y así vamos avanzar entre todas y todas”.
Tenemos claro, dijo, “qué podemos trabajar con el gobierno de Estados Unidos y tenemos claro que no, y hay algo que no se negocia nunca: la soberanía de nuestro país”.
La mandataria aclaró que el anuncio de Trump es para todos los países, no solo México. “Ya ven que luego algunos que no nos quieren andan diciendo que solo es para México: es a todos los países del mundo. A cada uno les está mandando una carta”.
Sheinbaum Pardo precisó que el equipo del gobierno de México que está en Washington -encabezado por el secretario de Economía, Marcelo Ebrard-, lo integran funcionarios de las secretarías de Economía, Relaciones Exteriores, Energía y Hacienda.
la redacción
12 de julio de 2025 12:21
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo confió que su gobierno alcance un acuerdo con Estados Unidos, ante el anuncio del presidente Donald Trump de que impondrá aranceles a las exportaciones de México a ese país, a partir del 1 de agosto.
Desde Vicam, Sonora, subrayó que la carta que le dirigió Trump “establece claramente que se busca llegar a un acuerdo para que no haya aranceles” y destacó que desde ayer un grupo de representantes de su gobierno sostiene en Washington una mesa de trabajo con funcionarios estadunidenses.
“Lo ponen para el 1 de agosto y nosotros creemos, por lo que platicaron el día de ayer nuestros compañeros, que vamos a llegar a un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos y que vamos a llegar por supuesto a mejores condiciones”.
Siempre he dicho que en estos casos “lo que hay que tener es cabeza fría para afrontar cualquier problema. Además, yo me siento muy segura, porque hay algo que tenemos en el gobierno, y es representamos la dignidad del pueblo de México”, aseguró ante integrantes de los pueblos yaquis.
Y el pueblo de México, agregó, “es resistente, valiente -si lo saben los yaquis-, y el pueblo de México siempre triunfa, y así vamos avanzar entre todas y todas”.
Tenemos claro, dijo, “qué podemos trabajar con el gobierno de Estados Unidos y tenemos claro que no, y hay algo que no se negocia nunca: la soberanía de nuestro país”.
La mandataria aclaró que el anuncio de Trump es para todos los países, no solo México. “Ya ven que luego algunos que no nos quieren andan diciendo que solo es para México: es a todos los países del mundo. A cada uno les está mandando una carta”.
Sheinbaum Pardo precisó que el equipo del gobierno de México que está en Washington -encabezado por el secretario de Economía, Marcelo Ebrard-, lo integran funcionarios de las secretarías de Economía, Relaciones Exteriores, Energía y Hacienda.
Aranceles de 30% para México, anuncia Donald Trump
Trump argumenta que pese a la "fuerte relación" bilateral, ha decidido imponer estos aranceles en respuesta a la "crisis del fentanilo", "causada en parte por el fracaso de México a la hora de parar a los cárteles. Foto Ap Foto autor
Alejandro Alegría
12 de julio de 2025 08:00
Ciudad de México. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este sábado que a partir del 1 de agosto, impondrá aranceles de 30 por ciento a todos los productos de origen mexicano, pues consideró que México no está haciendo lo suficiente en la lucha contra el trasiego de drogas, pero argumentó que su país mantiene un déficit en la relación comercial que es una “amenaza” contra la seguridad nacional de la Unión Americana.
A través de su red social Truth Social, el mandatario estadunidense dio a conocer una carta dirigida a la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum Pardo, a quien reconoció el esfuerzo por asegurar la frontera entre ambos países.
“Lo que México ha hecho no es suficiente. México aún no ha detenido a los cárteles que intentan convertir toda América del Norte en un parque de tráfico de narcóticos. Obviamente, ¡no puedo permitir que eso suceda!”, señaló Trump.
Ante esta situación, indicó que a partir del 1 de agosto próximo, Estados Unidos cobrará un arancel del 30 por ciento sobre los productos mexicanos enviados a Estados Unidos, aparte de todos los aranceles sectoriales.
Lo anterior se traduce como nuevos aranceles que se aplicarán a todos los productos a pesar de estar bajo el T-MEC, pero también significa que mercancías como automóviles, autopartes, aluminio y acero tendrán un impuesto extra que pagar, pues todos ellos ya han sido gravados con aranceles en meses recientes.
“Las mercancías enviadas para evadir aranceles más altos estarán sujetas a ese arancel superior”, acotó el mandatario estadunidense.
Trump recordó en su carta que su gobierno impuso aranceles a México con el fin de abordar la crisis del fentanilo en esa nación, la cual dijo ha sido desatada por la falta de acciones para detener “detener a los cárteles, quienes están compuestos por las personas más despreciables que hayan pisado la Tierra, que están introduciendo estas drogas en nuestro país”.
Trump señaló que no se cobrarán ningún arancel si es que las empresas establecidas en México deciden construir o fabricar productos dentro del territorio de la Unión Americana. “Haremos todo lo posible para obtener aprobaciones de manera rápida, profesional y rutinaria. En otras palabras, en cuestión de semanas”, dijo.
El presidente estadunidense precisó que el trasiego de drogas no es la única razón por la que ha decidido imponer aranceles de 30 por ciento a partir del 1 de agosto próximo, sino porque Estados Unidos es deficitario en el intercambio comercial con México, algo que consideró “insostenible”. A principios de este mes la Oficina del Censo de Estados Unidos informó que las exportaciones mexicanas aumentaron a un nivel histórico en mayo, además de que México se mantuvo como el principal socio comercial de ese país (https://tinyurl.com/3ezpbu9k).
“El déficit comercial es una amenaza importante para nuestra economía y, de hecho, para nuestra seguridad nacional”, destacó .
Trump amagó que si México decide responder con aranceles recíprocos, es decir, imponer 30 por ciento de aranceles a productos sensibles, aumentará otro 30 por ciento extra a los productos de origen mexicano.
Carta que publicó Donald Trump con dedicatoria a Claudia Sheinbaum, presidenta de México. Vía Truth Social
No obstante, también comentó que si el gobierno federal detiene el flujo de fentanilo y otras drogas a Estados Unidos, las tarifas serán ajustadas. “Si México tiene éxito en desafiar a los cárteles y detener el flujo de fentanilo, consideraremos un ajuste a esta carta. Estos aranceles pueden ser modificados, al alza o a la baja, dependiendo de nuestra relación con su país. Nunca se decepcionará con los Estados Unidos de América”, señaló.
Este nuevo anuncio ocurre a pesar de que desde el viernes acudió una delegación del gobierno mexicano para continuar la negociación de aranceles, incluidos los que se buscan imponer al cobre. En ese sentido, el gobierno federal dijo este mismo sábado que ya se encuentra en negociaciones.
Esto también ocurre a pesar de que la presidenta Sheinbaum Pardo conversó con Trump el pasado 17 de junio y en la que acordaron trabajar para llegar “pronto a un acuerdo” en varios temas que preocupan a ambas naciones.
Días antes se preveía una reunión entre ambos mandatarios en el contexto de la reunión del G7 en Canadá, pero el presidente de la Unión Americana regresó a su país para atender el conflicto de Medio Oriente.
En mayo también sostuvo otra conversación telefónica, en la que abordaron los temas de los aranceles del acero y aluminio, pero también se resaltó el trato preferencial en ese entonces a las exportaciones de autos.
EU: entre calumnias y amenazas
Conforme se hace más evidente la inviabilidad política, económica y moral de las estrategias trumpistas, su autor principal y su equipo de gobierno intensifican la agresividad hacia el mundo exterior en general. Tras anunciar la imposición de aranceles de 50 por ciento a Brasil, un gravamen especial al cobre chileno, medidas similares a países que hasta ahora han sido aliados tan estrechos de Washington como Japón y Corea del Sur, Donald Trump amagó con tarifas impositivas de 30 por ciento a las importaciones provenientes de México.
Si bien los amagos trumpianos han ido perdiendo su filo a medida que se demuestra que son precisamente eso, amagos para buscar negociaciones que resulten ventajosas para Washington –y perjudiciales para sus socios comerciales–, los ya característicos anuncios hostiles, retrocesos y zigzagueos del millonario republicano constituyen un factor de desorden e incertidumbre para el conjunto de la economía mundial y para las relaciones internacionales. Y para el que este juego con las expectativas resulta más nocivo es para el propio gobierno de Estados Unidos, el cual es ya considerado por amigos y adversarios como un actor inestable, imprevisible y, en resumidas cuentas, poco serio. Ello, sin contar con que para la industria, el comercio, las finanzas y la sociedad de la superpotencia, los aspavientos de Trump están resultando ya desastrosos.
En forma simultánea, la campaña de difamaciones e insultos contra México que se ha ido generalizando en los mundillos gubernamental, mediático, legislativo y judicial del país vecino, sumó un nuevo episodio con la insinuación del abogado defensor del narcotraficante Ovidio El Ratón Guzmán, Jeffrey Lichtman, quien el viernes pasado acusó a la presidenta Claudia Sheinbaum de actuar como el brazo de relaciones públicas del cártel de Sinaloa, en lo que constituyó, más que un alegato a favor de su defendido, un cierre de filas con las contradictorias políticas de la administración trumpista, la cual por un lado declara organizaciones terroristas a grupos delictivos mexicanos y por el otro, negocia impunidades para uno de los más connotados cabecillas de una de esas organizaciones y hasta le concede la residencia en territorio estadunidense a su extensa familia de 17 miembros.
En la medida en que la insolencia de Lichtman se produjo como respuesta a la mandataria mexicana, quien se refirió precisamente a esa contradicción, puede darse por hecho que el abogado actúa en consonancia con la Casa Blanca, con el Departamento de Justicia y con graves declaraciones calumniosas divulgadas recientemente por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, y la fiscal general Pamela Bondi y demás funcionarios, legisladores republicanos y medios masivos que en otros asuntos suelen mostrar profundos desacuerdos con el trumpismo.
Acaso sin darse cuenta, Lichtman ha dejado en evidencia que si un gobierno establece y mantiene tratos con el narcotráfico es precisamente el de Washington, el cual consiente ahora a Ovidio Guzmán con pactos de benevolencia, posiblemente a cambio de testimonios arreglados que le permitan a la Casa Blanca extorsionar y chantajear a países como el nuestro, el cual capturó y extraditó a Estados Unidos al propio Ratón y demostró así que cumple rigurosamente su parte en la colaboración binacional contra la delincuencia, mientras la administración trumpiana da muestras de estar haciendo todo lo contrario.