En el momento de ser asesinado, defendía el culto a las armas de fuego existente en su país y propagaba su discurso de odio contra las personas trans al asegurar que dicha comunidad es responsable de “demasiados” de los tiroteos masivos que ocurren día sí y día también en Estados Unidos. Como en casi todas sus afirmaciones, mentía: apenas cinco personas trans han sido perpetradoras en tiroteos masivos en una década, mientras sólo en 2024 se registraron 503 de estos eventos.
Personalidades de todo el espectro ideológico condenaron el atentado, el cual se inscribe en una estela de violencia política: aunque el ataque contra el entonces candidato Donald Trump sea el episodio más recordado, en tiempos recientes también han ocurrido el allanamiento e intento de asesinato contra el marido de la ex presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, el incendio de la residencia del gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, y el homicidio de la diputada local de Minnesota Melissa Hortman. La ex congresista demócrata Gabrielle Giffords, víctima en 2011 de un disparo a la cabeza que puso fin a su carrera, exhortó a “nunca permitir que Estados Unidos se convierta en un país que afronta con la violencia los desacuerdos” inherentes a las sociedades democráticas.
El llamado de Giffords, aunque encomiable, es ingenuo y tardío: no sólo su país es desde hace mucho el mayor promotor global de la violencia, sino que fue fundado sobre el más extremo acto de agresión: el genocidio. En efecto, el exterminio de la casi totalidad de la población nativa y el intento –afortunadamente, fallido– de borrar todo rastro de sus culturas fue una política de Estado durante siglos, y estuvo en pie hasta una época tan reciente como 1970, cuando la Ley de Servicios de Planificación Familiar e Investigación de la Población dio continuidad a la esterilización forzada de mujeres indígenas.
Después de haber asesinado o desplazado a los habitantes originales de las tierras de la mitad oeste del actual territorio estadunidense, los colonos blancos se lanzaron a la invasión y el despojo de México, al que quitaron más de 2 millones de kilómetros cuadrados. Al encontrar oro en la recién adquirida California, establecieron una recompensa por cada indígena asesinado. Tras haber perpetrado el que posiblemente es el mayor genocidio de la historia en sus propias (aunque ilegítimas) fronteras, los estadunidenses se lanzaron a sembrar muerte en el resto del mundo: más de 3 millones de vietnamitas masacrados para impedirles elegir su propia forma de gobierno, cientos de miles de indígenas guatemaltecos asesinados para entregar sus tierras a la United Fruit Company, más de un millón de iraquíes y al menos un cuarto de millón de afganos aniquilados por petróleo y ambiciones geopolíticas, cientos de miles de palestinos masacrados y millones exilados por la alianza con el sionismo. Añádanse las decenas de naciones invadidas o sometidas a regímenes sanguinarios auspiciados por Washington, así como el título de único país que ha empleado la bomba atómica, para cerrar este nada exhaustivo palmarés del indiscutible campeón mundial de la violencia.
Kirk, cuyo homicidio es tan deplorable y condenable como cualquier otro, se convirtió así en cosechador de la brutalidad que sembró con tanto entusiasmo. Aunque su asesino debe ser juzgado y sancionado de acuerdo con la gravedad del crimen, nadie puede llamarse a sorpresa cuando los ciudadanos estadunidenses arreglan sus diferencias o procesan sus problemas de toda índole de la única manera en que sus gobernantes les han enseñado: empuñando las omnipresentes armas de fuego.
Harris califica candidatura a relección de Biden como una "imprudencia"
"'Es decisión de Joe y Jill'. Todos lo decíamos, como un mantra, como si todos hubiéramos sido hipnotizados. ¿Era gracia, o era imprudencia? En retrospectiva, creo que fue imprudencia", señala Harris en el primer extracto de ‘107 días’. La imagen, del 10 de noviembre de 2022.
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Afp
10 de septiembre de 2025 10:50
Washington. La ex vicepresidenta de Estados Unidos Kamala Harris dijo que fue una "imprudencia" permitir que Joe Biden se postulara para un segundo mandato como presidente, en un extracto de sus memorias publicado este miércoles.
Harris, quien remplazó a Biden como candidata presidencial demócrata en 2024 pero perdió contra Donald Trump, admitió que Biden, entonces de 81 años, se "cansaba" y era propenso a tropiezos que reflejaban su edad.
También arremetió contra el personal de la Casa Blanca, al que acusó de no apoyarla, e incluso a veces obstaculizarla activamente mientras era vicepresidenta.
"'Es decisión de Joe y Jill'. Todos lo decíamos, como un mantra, como si todos hubiéramos sido hipnotizados. ¿Era gracia, o era imprudencia? En retrospectiva, creo que fue imprudencia", señala Harris en el primer extracto de 107 días, publicado por la revista The Atlantic.
"Lo que estaba en juego era simplemente demasiado grande. Esta no era una elección que debería haberse dejado al ego de un individuo, a la ambición de un individuo. Debería haber sido más que una decisión personal", añade.
Biden sorprendió al mundo abandonando la carrera en julio de 2024 después de un debate desastroso con Trump que provocó preguntas sobre su capacidad mental.
Harris negó que hubiera habido alguna conspiración para ocultar la condición de Biden, pero dijo que era evidente que había problemas relacionados con su edad.
"En su peor día, tenía un conocimiento más profundo, era más capaz de ejercer juicio y mucho más compasivo que Donald Trump en su mejor día", escribió.
"Pero a los 81 años, Joe se cansaba. Ahí es cuando su edad se evidenciaba en tropiezos físicos y verbales", indica.
Harris afirma además que el equipo de Biden no quería que ella eclipsara a su jefe.
"Cuando las historias eran injustas o inexactas, el círculo más íntimo del presidente parecía estar bien con eso. De hecho, parecía como si decidieran que yo debía ser aplastada un poco más", escribió Harris.
Añadió que había "asumido la culpa" por la política fronteriza de Biden, que Trump aprovechó en la elección.
Harris perdió de manera contundente contra el republicano Trump después de la que, para ella, fue la campaña presidencial más corta en la historia moderna de Estados Unidos: los 107 días que dan título a sus memorias.
Clara Charf: La Viuda Roja
Clara, “una guerrera incansable”, como bien lo dicen sus cercanos en Sao Paulo, sigue vibrando de esperanzas y apoyando los difíciles esfuerzos de transformación.
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Tatiana Coll*
11 de septiembre de 2025 00:02
Este año Clara Charf cumplió 100 años de una vida de militancia y clandestinidad. Pasó del carnet del partido comunista de Brasil (PCB) a la lucha armada en la Alianza Libertadora Nacional (ALN), creada y dirigida por su marido, Carlos Marighella, el “enemigo número uno” de la dictadura que en 1964 derrocó a Joao Goulart el día que se implantaba la añorada reforma agraria en el país de los inabarcables latifundios.
Clara, “una guerrera incansable”, como bien lo dicen sus cercanos en Sao Paulo, sigue vibrando de esperanzas y apoyando los difíciles esfuerzos de transformación. En su larga vida de militante tuvo los seudónimos de Vera, Jandira, Marta, Nice y alguno más que ha olvidado. Yo la conocí en Cuba en la década de 1970 de la brutal represión desatada en Brasil, cuando en las calles aparecían carteles con las fotos de los “terroristas” buscados y muchos de ellos rastreados y asesinados.
Se salvaron los que lograron refugiarse en la Cuba solidaria, en México y alguno más en Mozambique. Como bien le decían sus compañeros: “si te paran en la calle no te rías, tu risa es inconfundible y te reconocerán”. Sí, reía de una manera cálida y contagiosa, certera en sus apreciaciones y muy solidaria: nos reuníamos a comer sabrosa feijoada con varios compañeros.
Clara y Marighella se conocieron en la sede del PCB. Al salir del elevador, él preguntó: “¿Quién es esa blanquita tan arregladita?” Era 1946, Clara se acababa de mudar a Río de Janeiro, escapando de la vigilancia paterna, un judío ruso migrante muy conservador. Ella quería ser piloto aviador, pero tuvo que conformarse con ser aeromoza, lo cual al partido le vino muy bien, pues ella transportaba sin problema los documentos por todo el país.
El PCB aún gozaba del prestigio que Prestes, El Caballero de la Esperanza, le había dado con su larga marcha por el territorio en 1925. Marighella era el jefe, muy reputado por su bravura, del grupo parlamentario. La pareja tuvo varios motes: Clara dice que entre ellos se llamaban Caperucita y El Lobo Feroz, y el padre de ella, colérico, decía que su hija estaba con “un negro, comunista y católico”. En 1949 desaforaron a toda la bancada comunista y empezó de nuevo la clandestinidad. En 1954 ella cayó presa al llevar información a unos compañeros en Campinas.
Kubitschek decretó una amnistía y volvieron a la vida pública. Ella viajó a Cuba a un encuentro de mujeres que se suspendería en los días de la Crisis de Octubre, una experiencia inolvidable: vio un pueblo miliciano dispuesto absolutamente a todo frente al imperialismo. Al año siguiente viajó al encuentro mundial de mujeres socialistas en Moscú. Nada parecía anunciar la inminencia del golpe de Estado.
Era 1964. Marighella intentó organizar una resistencia frente a los golpistas, en el centro de Río, que no fructificó. Se dieron cuenta de que “el partido nunca se había preparado para realizar una verdadera revolución o resistir a un nuevo golpe; siempre prefirió pactar con la supuesta burguesía nacional”, en
el camino de un supuesto “desarrollo democrático” incluso frente a los golpistas. Clara decía “fue una época tan dura, tan difícil, que nadie cree ahora lo terrible que fue”. A Marighella lo apresaron gravemente herido en un cine; tuvieron que soltarlo por un mandato judicial.
Era la época en que se organizó la Disidencia Comunista que buscó organizar la resistencia activa y armada. Fueron expulsados del PCB en 1967, por “la grave traición de asistir a la reunión de la OLAS en La Habana”. La presencia en la Organización Latinoamericana de Solidaridad de Marighella resultó de gran importancia junto con un conjunto de dirigentes de las organizaciones de liberación nacional del continente. Así nacieron la ALN y su compromiso antimperialista y antidictatorial.
Clara fue miembro del grupo de apoyo táctico y logístico. La ALN realizó el primer gran secuestro del embajador estadunidense con la finalidad de denunciar la complicidad y apoyo yanqui a los golpistas, como estrechos colaboradores en implementar la Doctrina de Seguridad Nacional. También exigieron la liberación de presos políticos que viajarían a Cuba. Después vino el secuestro del embajador alemán.
En aquel momento se crearon varias organizaciones guerrilleras más. Su primer accionar era urbano para fortalecerse y pasar al campo. “El único camino revolucionario frente a las dictaduras brutales y el sometimiento a Estados Unidos es la lucha armada, único camino real. En Brasil hay numerosas fuerzas revolucionarias que lo entienden como el camino necesario; las condiciones objetivas están dadas, junto con todos los revolucionarios de América Latina”, apuntó Marighella.
Entre 1968 y 1975 cientos de revolucionarios fueron asesinados por los militares. Entre ellos Marighella y Cámara, su sucesor. Clara tuvo que dejar Brasil y partir hacia Cuba. Con la amnistía de 1980, ella y muchos regresaron y se afiliaron al PT. Fue diputada en las primeras elecciones de 1982. Fundó en 2003 la Asociación de Mujeres por la Paz. Su risa sigue inconfundible.
*Investigadora de la UPN y autora de INEE y su dilema: evaluar para cuantificar y clasificar o para valorar y formar
Calderón, vendepatrias y espurio: Sheinbaum
“Indignante”, que reproche a EU que su embajador Salazar no frenó la reforma al PJF
▲ El peor momento de la historia de un diplomático estadunidense en México fue el golpe de Estado a Madero, del que Lane Wilson fue orquestador, recordó ayer la mandataria.Foto Presidencia
Alma E. Muñoz y Alonso Urrutia
Periódico La Jornada Jueves 11 de septiembre de 2025, p. 4
Además de ser “espurio”, Felipe Calderón es “entreguista, vendepatrias”, señaló la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo después de que el ex mandatario dijo en Washington que el “proceso de demolición” del Poder Judicial pasó “justo debajo de las narices” del entonces embajador estadunidense, Ken Salazar.
“Es indignante; no tiene otra palabra… Calderón, ex presidente espurio de México, va a Estados Unidos a decirles que su embajador debió haber intervenido en México para que no pasara la reforma al Poder Judicial. Fíjense en la gravedad”, expresó.
Interrogada en la mañanera de ayer sobre el tema, Sheinbaum expresó: “esa sí nos la regaló”, y pidió poner dos veces el video donde Calderón afirma que el ex embajador estadunidense en México “no se dio cuenta de lo que estaba pasando exactamente, y simplemente ignoró, lo que es terrible”.
“¿Sí le agarraron la onda?”, preguntó Sheinbaum en el salón Tesorería de Palacio Nacional.
“Está hablando de la reforma al Poder Judicial. Fíjense la gravedad de lo que dice un ex presidente; ya saben que yo siempre le pongo el apellido espurio porque llegó con un fraude electoral al gobierno de México”.
Es decir, añadió, “va a Estados Unidos y le preguntan qué opina de la política exterior y dice: ‘imagínense, ¿cómo es posible que la reforma al Poder Judicial haya pasado por las narices del embajador estadunidense y no haya hecho nada?’”
Entonces, la mandataria preguntó: “¿cuál es el peor momento de la historia de un diplomático estadunidense interviniendo en México? El golpe de Estado a (Francisco I.) Madero, del cual el embajador (Henry Lane) Wilson es orquestador.
“Viene un cambio en el gobierno de Estados Unidos y cambia la política”, recordó.
Pero Calderón, “ex presidente espurio de México”, va a ese país “a decirles que el embajador de Estados Unidos debió intervenir en México para que no pasara la reforma al Poder Judicial. O sea, aparte de espurio, ¿cómo le ponemos? Entreguista… vendepatrias”.
También señaló que son falsas las críticas del senador panista Ricardo Anaya al Paquete Económico 2026. “Pura politiquería”, subrayó.
“¿Por qué no explica que se fue seis años del país y regresó solamente con fuero?
“Dice que no se lleva muy bien con Calderón, pero son del PAN los dos, ¿no?”
México SA
Carlos Fernández-Vega
▲ El ex presidente panista Felipe Calderón Hinojosa, en imagen de archivo .Foto La Jornada
La presidenta Claudia Sheinbaum lo definió en su exacta dimensión: además de espurio, Felipe Calderón Hinojosa es “traidor y vendepatrias”, un cipayo al servicio de los intereses de la Casa Blanca que “va a Estados Unidos a decir que el embajador de ese país en México debería haber intervenido para que no pasara la reforma al Poder Judicial”.
Resulta que Borolas, que cómodamente vive en Madrid arropado por la ultraderecha española (con el franquista José María Aznar a la cabeza), se aventó al ruedo para decir una sarta de sandeces, lo cual no es novedad, porque lo suyo es la mentira y el veneno. El susodicho fue a la Universidad de Georgetown, ubicada en la capital gringa, y ahí dictó una “conferencia” (El estado de la democracia en América), durante la cual vomitó todo tipo de estupideces e insultos.
La versión de parte de su exposición fue divulgada en la mañanera de ayer. Alguno de los asistentes a tal “conferencia” le preguntó si “¿podría Estados Unidos haber hecho más para salvar la democracia en México?” y Calderón se aventó al ruedo (se respeta sintaxis): “¿Dices, los estadunidenses? No lo sé, pero no quiero decir lo que los estadunidenses podrían hacer. Pero lo que es claramente es que este proceso de demolición, pasa –quiero decir, no sé si la expresión es correcta–, pero justo debajo de las narices del embajador estadunidense (en México), y estoy hablando de esto, no estoy hablando de esta administración. La ex administración. No lo sé, porque ese embajador simplemente no se dio cuenta de lo que estaba pasando exactamente, o simplemente ignoró, lo que es terrible. Pero déjame ser honesto (¡¡¡!!!) en esto. Creo que tal vez, hace una década o más, sabemos que la política exterior de Estados Unidos está mucho menos concentrada en la protección y defensa de los valores universales como en la democracia de los derechos humanos, y más orientado hacia el interés americano, que creo que es la lógica”. Esas y muchas más estupideces.
Y a la presidenta Sheinbaum se le revolvió el estómago: “¡Ya basta!”, dijo; “¿Sí le agarraron la onda? Está hablando de la reforma al Poder Judicial. Y entonces, fíjense la gravedad de lo que dice un ex Presidente. Ya saben que yo siempre le pongo el apellido ‘espurio’, porque llegó con un fraude electoral al gobierno de México. Es indignante, no tiene otra palabra. O sea, va a Estados Unidos y le preguntan: ‘¿Qué opina de la política exterior?’. Dice: ‘Imagínense, ¡¿cómo es posible que la reforma al Poder Judicial haya pasado por las narices del embajador estadunidense y no haya hecho nada?!!’
“¿Cuál es el peor momento de la historia de un embajador estadunidense interviniendo en México? El golpe de Estado a Madero, ¿no?, donde el embajador Wilson es el orquestador de ese golpe. Después viene un cambio en el gobierno de Estados Unidos y cambia la política. Pero Calderón, espurio, va a Estados Unidos a decirles que ‘el embajador de Estados Unidos debería haber intervenido en México para que no pasara la reforma al Poder Judicial’. O sea, aparte de espurio, ¿cómo le ponemos? Entreguista, vendepatrias.”
Pero no quedó ahí, porque la supuesta oposición ha criticado la ayuda financiera a Petróleos Mexicanos (sangrado impunemente por el régimen neoliberal), pero la presidenta Sheinbaum subrayó que el paquete presupuestal busca rescatar a Pemex “de la maldita deuda corrupta” de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, la cual se incrementó de 43 mil 300 millones de dólares en 2008 a 105 mil millones en 2018, es decir, un crecimiento de 143 por ciento en apenas una década, mientras la producción petrolera, y el resto de la industria, cayó vertiginosamente, la dejaron caer, siempre envueltos en la bandera de la privatización, que fue un rotundo fracaso. Y ésa fue una de las herencias negras que dejaron.
Y ese par, más unos cuantos de los anteriores inquilinos de Los Pinos, dejaron “una deuda irresponsable, corrupta que adquirieron Calderón y Peña a través de Pemex, y nos toca pagarla a nosotros en esta administración. Esa es la triste historia. ¿Podemos no pagar? No, no se puede no pagar; tenemos que hacerlo, son deudas a bancos, a fondos, etcétera. Y hay años en los que lamentablemente tenemos que pagar los intereses de la maldita deuda corrupta de Calderón y Peña”, a quienes los críticos de hoy aplaudieron como focas, pero hoy cuestionan la viabilidad de la principal empresa de la nación.
Las rebanadas del pastel
Lloran y chantajean los empresarios refresqueros por el aumento de la tasa fiscal aplicable a las bebidas que venden, como si fueran ellos, y no los consumidores, los que pagarán el incremento.
X: @cafevega cfvmexico_sa@hotmail.com