La detención de dos estadunidenses implicados da pretexto para una invasión militar a Venezuela, asegura el académico Fulton Armstrong
▲ El presidente venezolano, Nicolás Maduro, durante un mensaje desde el Palacio de Miraflores el pasado fin de semana, en el cual anunció arrestos relacionados con un intento fallido de derrocarlo y acusó a Estados Unidos de estar involucrado.Foto Afp/Presidencia de Venezuela
David Brooks. Corresponsal
Periódico La Jornada. Jueves 14 de mayo de 2020, p. 23
Nueva York. El gobierno de Donald Trump rechaza haber participado de manera directa en la fallida intervención armada contra Venezuela, pero no hay duda de que la mano de Wa-shington dejó sus huellas por todo el escenario del crimen.
Desde que surgieron los detalles de una operación anunciada por el ex sargento de fuerzas especiales estadunidenses Jordan Goudreau –veterano de las guerras en Afganistán e Irak y director de una empresa de seguridad privada en Florida llamada Silvercorp USA– el domingo 3 de mayo destinada al fracaso antes de lanzarse, el gobierno de Donald Trump negó su participación.
El martes 5 de mayo Trump afirmó que el operativo no tiene nada que ver con nuestro gobierno. Un día después, el secretario de Estado Mike Pompeo afirmó: no hubo ningún involucramiento directo del gobierno de Estados Unidos en esto.
Pero el vínculo de Goudreau con algunos personajes ligados a Trump y la revelación de que la operación fue elaborada por figuras en Miami que tienen extensos contactos con el gobierno estadunidense, y que fue aprobada inicialmente por el hombre de Washington en Caracas, Juan Guiadó, dejan sin duda a especialistas de que aunque aun si agencias gubernamentales no estaban a cargo, es casi imposible contemplar que no sabían de su existencia durante meses.
Fulton Armstrong, académico del Centro para Estudios Latinoamericanos y Latinos de American University y ex oficial de Inteligencia Nacional para América Latina (analista de más alto rango de la comunidad de inteligencia) entre 2000-2004 y en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, así como analista sobre América Latina del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, comentó: “cuando Pompeo tuvo que decir que Estados Unidos no estaba ‘directamente involucrado’, dejó claro que estábamos indirectamente involucrados”.
En entrevista con La Jornada, Armstrong señaló que Washington había dado todas las indicaciones de que daría visto bueno a un intento de golpe, y por lo tanto no se puede decir que no fuimos responsables; nosotros establecimos el marco para lo que ocurrió.
Armstrong indica que cuando el gobierno de Trump apoya explícitamente el cambio de un régimen, empapa a la oposición con dinero, califica de narcoterroristas a los altos mandos del gobierno venezolano y hasta pone una recompensa de 15 millones de dólares por la cabeza de Nicolás Maduro y otra de 10 millones por otros líderes de ese gobierno, está invitando a operaciones como la que se realizó la semana pasada. Estados Unidos ha puesto los incentivos para este tipo de operación, subrayó, y aunque todo indica que esta operación no fue dirigida por Washington, todo también indica que sí fue aprobada ahí.
Señala que ahora, esta coyuntura posterior a la aventura fracasada, es tal vez la más peligrosa. “Ahora hay un pretexto para la acción militar directa de Estados Unidos, al calificar a los ex militares estadunidenses detenidos como ‘rehenes’ junto con los seis ejecutivos de Citgo con doble nacionalidad bajo arresto domiciliario en Venezuela”.
Pompeo afirmó hace una semana: usaremos toda herramienta disponible para intentar rescatar a los estadunidenses.
Armstrong recuerda que ya están desplegadas fuerzas navales estadunidenses en el Caribe para la supuesta operación antinarcóticos anunciada por Trump el primero de abril, después de presentar cargos por narcoterrorismo contra el gobierno de Maduro.
Otros observadores coinciden en que partes del gobierno de Trump –sobre todo las agencias de inteligencia, la DEA, y otros– tendrán que haber estado enterados del complot. Un veterano observador comentó a La Jornada que si resulta que es verdad, deberían ser despedidos por no hacer su trabajo, sobre todo porque la operación fue revelada al público dos días antes de lanzarse por un reportaje de la agencia Ap.
A la vez, nadie en Washington oculta el objetivo bipartidista de un cambio de régimen en Venezuela. La administración de Trump declaró ilegítimo el gobierno de Maduro, seleccionó a Guaidó como representante de ese país, quien ha sido elogiado en repetidas ocasiones por el liderazgo de ambos partidos en Washington, y ha dejado sobre la mesa la opción militar desde 2017. Maduro se tiene que ir, rei-teró Pompeo después de negar la mano de su gobierno en este operativo para secuestrar al presidente.
Pero por ahora no se sabe quién sabía qué ni cuándo dentro del gobierno de Trump. El diputado federal demócrata Eliot Engel, quien preside el Comité de Asuntos Exteriores de la cámara baja, ha solicitado esa información del Departamento de Estado desde hace más de una semana sin recibir respuesta. El Congreso necesita saber si las leyes estadunidenses fueron violadas por ciudadanos y empresas del país y si algún elemento del gobierno sabía lo que estaba ocurriendo, escribió Engel en su capacidad de presidente del comité.
Agregó que también se requiere información sobre si se exportaron armas estadunidenses, y “sobre las reuniones en Estados Unidos de cada uno de los contratistas de seguridad privados relacionadas a un asalto potencial en Venezuela, y… si el gobierno de Trump sabía de estas interacciones”.
Recuento de daños tras el fracaso del operativo
Tal vez fue en parte por estas investigaciones, junto con el daño político a Guaidó al ser vinculado al fracaso espectacular de este operativo, que motivó las renuncias de los asesores del venezolano en Miami, JJ Rendón y el legislador exiliado Sergio Vergara, el pasado lunes.
Rendón fue quien negoció con Goudreau y aprobó, con Guaidó en el teléfono desde Venezuela, un contrato ofreciendo más de 200 millones de dólares si lograba derrocar a Maduro, pero él contó hace unos días que poco después rompió la relación con en el estadunidense, en noviembre de 2019.
Ampliamente conocido por sus nexos latinoamericanos, Rendón renunció como jefe de estrategia de la campaña de relección del presidente colombiano Juan Manuel Santos al ser acusado de recibir sobornos de narcotraficantes, y antes fue señalado como parte de un operativo cibernético a favor de la campaña del PRI en 2012. Rendón ha dicho que ha trabajado a favor de candidatos priístas durante años (https://www.jornada.com.mx/2012/04/02/politica/010n1pol; https://www.jornada.com.mx/2018/01/14/politica/003n2pol).
Pandemia
En playas de California, sólo caminatas.
▲ Los californianos disfrutan de las playas luego de que el condado de Los Ángeles las reabrió tras el cierre de seis semanas implementado por la pandemia. Las autoridades locales sólo permiten por ahora correr o caminar, nada de permanecer en la arena tomando el sol.Foto Afp
Periódico La Jornada. Jueves 14 de mayo de 2020, p. 7
Pandemia
Puede que el coronavirus no se vaya: OMS
Afirma que la epidemia descarrilará los objetivos de desarrollo sostenible
Afp, Xinhua, Reuters, Europa Press y Ap
Periódico La Jornada. Jueves 14 de mayo de 2020, p. 7
Ginebra. El Covid-19 quizá nunca desaparecerá y la población tendrá que vivir con él, advirtió ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS), mientras algunos países empezaron a suavizar gradualmente las restricciones para frenar su avance.
Tenemos un nuevo virus que ha llegado a la población por primera vez y por tanto es muy difícil predecir cuándo lo venceremos, dijo Michael Ryan, director de emergencias de la OMS, en videoconferencia reproducida en Ginebra.
Es importante dejarlo establecido: el Covid-19 puede convertirse en otro virus endémico en nuestras comunidades y puede que nunca desaparezca, declaró.
Creo que es importante que seamos realistas y no me parece que nadie pueda predecir cuándo desaparecerá la enfermedad, agregó. Creo que no hay promesas en esto y no hay fechas.
Sostuvo que el Covid-19 podría volverse endémico, como el virus de inmuno deficiencia adquirida (VIH), y expuso que el del sida no ha desaparecido, pero lo hemos asumido”, por lo que tal vez nunca desparezca, y advirtió contra cualquier intento de predecir la duración de esta enfermedad, por lo que pidió a la población mundial un esfuerzo gigante para contrarrestarla.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que no hay garantías de que el fin del confinamiento, que ha afectado a la mitad de la humanidad, no genere una segunda oleada de infecciones. Muchos países desearían acabar con las diferentes medidas de restricciones sanitarias, comentó.
En su reporte Estadísticas de la Salud Mundial 2020, publicado ayer, la OMS sostiene que la actual pandemia causa importantes pérdidas de vidas, altera los medios de subsistencia y pone en peligro los recientes avances en materia de salud y los progresos hacia los objetivos de desarrollo mundiales.
La buena noticia es que las personas de todo el mundo están viviendo más tiempo y de forma más saludable. La mala noticia es que el ritmo de progreso es demasiado lento para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible y que el Covid-19 lo descarrilará aún más, dijo Tedros al presentar el documento.
Los mayores avances se registraron en los países de bajos ingresos, en los que la esperanza de vida aumentó 21 por ciento u 11 años entre 2000 y 2016, en comparación con un aumento de 4 por ciento o 3 años en los países de ingresos más altos.
Uno de los factores que impulsaron los progresos en los países de ingresos bajos fue la mejora del acceso a los servicios de prevención y tratamiento de VIH, malaria y tuberculosis, así como un número de enfermedades tropicales desatendidas, como el gusano de Guinea. Otra fue la mejora de la atención materno infantil, que permitió reducir a la mitad la mortalidad de ese sector de la población entre 2000 y 2018.
Pero la OMS advierte: La cobertura de la vacunación apenas ha aumentado en años recientes, y se teme que los avances en materia de malaria puedan revertirse. Y hay una escasez general de servicios dentro y fuera del sistema de salud para prevenir y tratar las enfermedades no transmisibles como el cáncer y la diabetes.
En entrevista con la agencia de noticias Afp, Sylvie Briand, al frente de la gestión de riesgos infecciosos en la OMS, afirmó que el organismo internacional se sorprendió ante la falta de preparación de algunos países para hacer frente al Covid-19.
El saldo
La pandemia ha dejado hasta ayer 296 mil 690 muertos, 4 millones 342 mil 565 contagiados y un millón 546 mil 811 pacientes recuperados en el mundo, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins. El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia advirtió que esta crisis podría provocar la muerte de hasta 6 mil niños menores de cinco años al día en los próximos seis meses.
Países europeos como Gran Bretaña, Italia, Francia, Bélgica y Polonia recuperan poco a poco sus actividades, y el bullicio volvía a calles y comercios, en medio de un cauteloso desconfinamiento ante el temor de un rebrote de contagios.
La Comisión Europea llamó a realizar un retorno progresivo del turismo con el levantamiento gradual de las restricciones de circulación, principalmente en las fronteras internas, para salvar la temporada de verano.
El brazalete electrónico italiano Labby Light, que controla el respeto del distanciamiento entre personas y rastrea los contactos que estén infectados, es una nueva arma de lucha contra el virus, que ya varias personas lo usan.