▲ Las previsiones de la SHCP chocan con la estrategia de Trump, que está debilitando el dólar.
Foto Roberto García Ortiz
Dora Villanueva
Periódico La Jornada Domingo 20 de abril de 2025, p. 13
Un peso más débil frente al dólar dará más beneficios a las finanzas públicas este y el próximo año, estima la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. En los Pre-criterios entregados al Congreso, la dependencia sostiene que por cada unidad que la moneda mexicana aumente frente a su par de Estados Unidos en 2026, el fisco perderá 23 mil 600 millones de pesos.
Una apreciación del tipo de cambio de un peso por dólar generaría un efecto neto negativo sobre el balance público de 23 mil 600 millones de pesos, como resultado de una disminución en los ingresos petroleros que no se compensa totalmente con el menor costo financiero, expone la dependencia en el documento.
Es decir, que para Hacienda resulta mucho más conveniente recibir más recursos por la renta petrolera (41 mil 300 millones de pesos por cada unidad que el peso se aprecie frente al dólar), que reducir su carga de intereses por la deuda externa (17 mil 700 millones de pesos).
Este panorama para el próximo año es similar al planteado por la dependencia para 2025, aunque con otro estimado en el tipo de cambio. Sin embargo, las previsiones de Hacienda chocan con la estrategia comercial impulsada por la administración de Donald Trump que está debilitando el dólar.
Dólar vs Trump
Algunos analistas apuntan que, con un dólar más barato, el mandatario busca hacer más atractivo el sector exportador y pavimentar también con ello la reindustrialización que ha prometido durante su campaña, de ahí los llamados que ha hecho a la Reserva Federal para que reduzca su tasa de interés.
Consultados al respecto, ni Janneth Quiroz –directora de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil en Monex Grupo Financiero– ni James Salazar –subdirector de Análisis Económico y Sectorial en CIBanco– consideran que se pueda hablar de una estrategia deliberada de golpear al dólar, sino más de un efecto indirecto, derivado de la tormenta desatada en los mercados.
Lo que sí se puede asegurar plenamente es que la meta de Trump es reducir los déficits comerciales con varios países y de ahí se explican los aranceles. El objetivo es que cueste más importar, que la industria regrese a Estados Unidos y ahí se produzca lo que se consume, explicaron los analistas, por separado.
No está muy claro que Trump quiera debilitar al dólar. De hecho, en diferentes ocasiones se ha pronunciado a favor de un dólar fuerte y en varias otras por uno débil, dijo Salazar.
En términos generales, los fundamentales de Estados Unidos podrían deteriorarse a raíz de estas políticas que está implementando Trump. Por eso es que el dólar, paradójicamente, ha perdido fuerza, aunque no como un fin.
Una moneda débil puede aumentar las exportaciones, comentó Quiroz, pero el dólar, más allá de su peso a nivel mundial, toma su valor en los mercados. Todos los países que tienen un régimen cambiario flexible, su moneda se determina por la oferta y la demanda (...), su precio se determina dependiendo de qué tanto la demandan o qué tanto la venden, puntualizó.
En los Pre-Criterios 2026, Hacienda apunta a que este año cotice en un promedio de 20.2 pesos por dólar y que el próximo lo haga en 19.9. Sobre este último número es que la dependencia hace nuevos estimados sobre el impacto en las finanzas públicas.
En lo que va del año, el tipo de cambio ha cotizado en promedio en 20.42 pesos por dólar y desde que Donald Trump asumió la presidencia se ha depreciado 1.31 por ciento, equivalente a 26 centavos.
Sin embargo, una cosa es que la moneda estadunidense se debilite en términos generales y otra que el peso pierda fuerza en relación con el dólar.
Dora Villanueva
Periódico La Jornada Domingo 20 de abril de 2025, p. 13
Un peso más débil frente al dólar dará más beneficios a las finanzas públicas este y el próximo año, estima la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. En los Pre-criterios entregados al Congreso, la dependencia sostiene que por cada unidad que la moneda mexicana aumente frente a su par de Estados Unidos en 2026, el fisco perderá 23 mil 600 millones de pesos.
Una apreciación del tipo de cambio de un peso por dólar generaría un efecto neto negativo sobre el balance público de 23 mil 600 millones de pesos, como resultado de una disminución en los ingresos petroleros que no se compensa totalmente con el menor costo financiero, expone la dependencia en el documento.
Es decir, que para Hacienda resulta mucho más conveniente recibir más recursos por la renta petrolera (41 mil 300 millones de pesos por cada unidad que el peso se aprecie frente al dólar), que reducir su carga de intereses por la deuda externa (17 mil 700 millones de pesos).
Este panorama para el próximo año es similar al planteado por la dependencia para 2025, aunque con otro estimado en el tipo de cambio. Sin embargo, las previsiones de Hacienda chocan con la estrategia comercial impulsada por la administración de Donald Trump que está debilitando el dólar.
Dólar vs Trump
Algunos analistas apuntan que, con un dólar más barato, el mandatario busca hacer más atractivo el sector exportador y pavimentar también con ello la reindustrialización que ha prometido durante su campaña, de ahí los llamados que ha hecho a la Reserva Federal para que reduzca su tasa de interés.
Consultados al respecto, ni Janneth Quiroz –directora de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil en Monex Grupo Financiero– ni James Salazar –subdirector de Análisis Económico y Sectorial en CIBanco– consideran que se pueda hablar de una estrategia deliberada de golpear al dólar, sino más de un efecto indirecto, derivado de la tormenta desatada en los mercados.
Lo que sí se puede asegurar plenamente es que la meta de Trump es reducir los déficits comerciales con varios países y de ahí se explican los aranceles. El objetivo es que cueste más importar, que la industria regrese a Estados Unidos y ahí se produzca lo que se consume, explicaron los analistas, por separado.
No está muy claro que Trump quiera debilitar al dólar. De hecho, en diferentes ocasiones se ha pronunciado a favor de un dólar fuerte y en varias otras por uno débil, dijo Salazar.
En términos generales, los fundamentales de Estados Unidos podrían deteriorarse a raíz de estas políticas que está implementando Trump. Por eso es que el dólar, paradójicamente, ha perdido fuerza, aunque no como un fin.
Una moneda débil puede aumentar las exportaciones, comentó Quiroz, pero el dólar, más allá de su peso a nivel mundial, toma su valor en los mercados. Todos los países que tienen un régimen cambiario flexible, su moneda se determina por la oferta y la demanda (...), su precio se determina dependiendo de qué tanto la demandan o qué tanto la venden, puntualizó.
En los Pre-Criterios 2026, Hacienda apunta a que este año cotice en un promedio de 20.2 pesos por dólar y que el próximo lo haga en 19.9. Sobre este último número es que la dependencia hace nuevos estimados sobre el impacto en las finanzas públicas.
En lo que va del año, el tipo de cambio ha cotizado en promedio en 20.42 pesos por dólar y desde que Donald Trump asumió la presidencia se ha depreciado 1.31 por ciento, equivalente a 26 centavos.
Sin embargo, una cosa es que la moneda estadunidense se debilite en términos generales y otra que el peso pierda fuerza en relación con el dólar.
Incertidumbre por aranceles impacta a sectores estratégicos
▲ Las instituciones financieras y los mercados no son inmunes a la incertidumbre, según el análisis de S&P.Foto Afp
Jessika Becerra
Periódico La Jornada Domingo 20 de abril de 2025, p. 12
Los aranceles impuestos por Estados Unidos a las exportaciones, así como los constantes cambios en la forma de aplicarse, orillan a los distintos sectores económicos a detener sus inversiones y a modificar sus metas de crecimiento para sobrevivir en un entorno de incertidumbre, según los análisis de Moody’s, Standard and Poor’s (S&P) y Fitch.
Para S&P, los proveedores de autopartes y las compañías especializadas en metales y minería, petróleo y gas, agroindustria, bienes duraderos y bebidas alcohólicas son las que se encuentran en esta situación.
Moody’s, por su parte, destaca que el impacto será en el consumo, en los sectores agrícola, automotor y tecnológico, que hará que se eleve el costo de los bienes e insumos a nivel global.
La firma sostiene que los sectores enfocados en la maquinaria y el equipamiento, los alimentos y las bebidas alcohólicas meten freno a sus procesos productivos para librar los efectos de las nuevas políticas comerciales.
Trasladar costos a clientes
Para Moody’s, las empresas del sector comercio que dependen considerablemente de las ventas en el mercado estadunidense son las más afectadas.
Es probable que estas compañías trasladen parte del costo de los aranceles a los clientes, mediante aumentos de precios y absorban el resto a través de márgenes de rentabilidad más bajos para reducir el impacto en las ventas, destacó la firma en su análisis Agitación arancelaria y comercial: cómo medimos las consecuencias crediticias.
Los márgenes de rentabilidad de las empresas reducirán, mientras su flujo de efectivo disminuirá al igual que sus gastos y contrataciones, incluso, podrían presentar dificultades para pagar sus deudas.
Además, los aranceles elevarán los precios de los productos, lo que desincentivará el consumo y afectará a industrias que no son directamente impactadas por esa política, como las aerolíneas, los servicios y el entretenimiento.
Moody’s comentó que podría haber interrupciones en la cadena de suministro del sector productivo, ya que las empresas podrían retrasar la descarga de los cargamentos, reducir los pedidos y el inventario, con la expectativa de que sus gobiernos negocien una reducción de las tasas arancelarias.
Las compañías evaluarán cómo trasladar la producción u obtener suministros de menor costo, lo que probablemente provocará una pausa en los pedidos, una reducción de la producción y escasez de ciertos componentes, lo que podría disparar los precios de ciertos materiales, advirtió Moody’s.
La institución financiera explicó que los gobiernos locales con economías vinculadas al almacenamiento y la logística, en particular los que están cerca de los cruces fronterizos o los puertos marítimos, también experimentarán un crecimiento más lento.
Por último, la volatilidad de los mercados financieros dificultará la fijación de precios de los activos, por lo que habrá menos fusiones y adquisiciones, y una menor capacidad de las empresas para realizar ofertas públicas iniciales o emitir acciones.
Los fabricantes de automóviles, proveedores de autopartes y originadores de productos químicos serán los más afectados, ya que estas industrias ya atravesaban múltiples dificultades antes de los aranceles.
Los metales y la minería no se quedará atrás, según el análisis Cómo los aranceles estadounidenses podrían afectar a las entidades mexicanas calificadas en todos los sectores, de S&P.
En el documento expuso que los aranceles reducirán la demanda de metales básicos como zinc, cobre y plomo.
La confianza para llevar a cabo sus planes también ha reducido en las cadenas productoras de whisky, coñac, tequila y cervezas así como aquellas que utilizan ingredientes no procedentes de Estados Unidos como el cacao o el café.
Incluso, las instituciones financieras no son inmunes a la incertidumbre en opinión de S&P. Si los aranceles se mantienen en 2026, la demanda de productos crediticios y de seguros será menor por la reducción de la actividad económica.
En este escenario, consideramos que los bancos restringirían aún más sus políticas crediticias, centrándose en clientes de alta calidad y productos garantizados.
Fitch, por su parte, destacó que los sectores más afectados serán el automotor, manufactura, el de desarrolladoras de viviendas y el de materiales de construcción.
“La incertidumbre en torno a las relaciones comerciales empeoran significativamente el entorno empresarial para las empresas mexicanas, exacerbando las preocupaciones macroeconómicas y amenazando las perspectivas de nearshoring en México”, aseveró.
Los agroalimentos desbancan a las remesas como primer generador de divisas en México
Foto Arturo Campos Cedillo Foto autor
Braulio Carbajal
19 de abril de 2025 08:15
Las exportaciones agroalimentarias desbancaron a las remesas como el principal generador de divisas del país, esto en un contexto en el que las transferencias de los connacionales se han desacelerado y los envíos de productos del campo a Estados Unidos aumentaron pese a las constantes amenazas arancelarias del presidente Donald Trump.
De acuerdo con datos oficiales, entre enero y febrero de 2025 el valor de las ventas al extranjero de productos agroalimentarios registró un total de 9 mil 282 millones de dólares, dejando atrás a las remesas, que terminaron los dos primeros meses del año en 9 mil 119 millones de dólares.
En el primer bimestre hubo una industria que generó más divisas que los migrantes: la automotriz, con 21 mil 808 millones de dólares, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía; sin embargo, este sector depende en buena parte de importaciones de piezas automotrices, maquinaria, productos metálicos y demás insumos, por lo que no es comparable.
Las exportaciones agroalimentarias también superaron a otros rubros importantes de generación de divisas, como el turismo, que reportó 6 mil 881 millones de dólares, y a las exportaciones petroleras, que tuvieron un valor de 3 mil 529 millones de dólares. Otro segmento importante es la inversión extranjera directa; sin embargo, la Secretaría de Economía actualiza ese dato cada trimestre.
A raíz de la crisis sanitaria provocada por el covid-19, las remesas comenzaron a crecer al grado de que en 2020 registraron un aumento de 11.4 por ciento para alcanzar un nivel sin precedente de 40 mil 607 millones de dólares, saltando al primer lugar entre los mayores generadores de divisas, dejando en segundo lugar al sector agroalimentario. En 2024, repitió con más de 64 mil millones de dólares.
No obstante, las remesas han comenzado a perder fuerza. De acuerdo con datos del Banco de México, en febrero pasado el país recibió 4 mil 459 millones de dólares, lo que implicó una disminución anual de 0.8 por ciento.
Los envíos de febrero, según muestran datos del banco central, fueron 4.3 por ciento menores a los de enero de este año, con lo que se acumulan cuatro meses consecutivos a la baja, algo que no se veía desde el periodo de septiembre 2011 a enero 2012 y antes de eso desde julio a noviembre de 2009.
Por el contrario en el primer bimestre de 2025 el valor de las exportaciones agroalimentarias mostó un incremento de 2.1 por ciento respecto a los 9 mil 90 millones de dólares reportados en igual periodo de 2024.
Un reporte del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas muestra que la cerveza se ubicó como el principal producto agroalimentario exportado por México, con un valor de mil 62 millones de dólares en los primeros dos meses de este 2025, lo que implicó un aumento de 4.9 por ciento frente a los mil 130 millones de dólares de igual periodo del año pasado.
En segundo lugar se ubicaron las berries (zarzamoras, fresas, arándanos y frambuesas) con 871 millones de dólares, que no obstante, significó una caída anual de 3.8 por ciento; en contraste, el aguacate mostró un aumento anual de 31.5 por ciento al pasar de 611 millones de dólares a 804 millones de dólares.
Más atrás se colocó el tequila, con un aumento anual de 10 por ciento al ir de 621 millones a 683 millones de dólares, mientras el tomate cayó 0.5 por ciento al pasar de 634 millones a 631 millones de dólares. En el caso de los chiles, se registró un aumento de 7 por ciento en las exportaciones, al ir de 480 millones a 513 millones de dólares; el azúcar tuvo un crecimiento de 2.2 por ciento al pasar de 385 millones a 393 millones de dólares.

