Alonso Urrutia y Alma Muñoz
Periódico La Jornada Miércoles 16 de abril de 2025, p. 17
▲ La cuota sobre el jitomate afectará a productores en el Bajío y en el sur del país, donde las cosechas comenzarán hasta julio.Foto cortesía El Debate
La presidenta Claudia Sheinbaum confió en que durante los 90 días que faltan para que entre en vigor la cuota compensatoria de 20.91 por ciento a los jitomates mexicanos exportados a Estados Unidos se alcance un acuerdo para evitar su aplicación. Reprochó que el Departamento de Comercio estadunidense no haya notificado al gobierno mexicano esta decisión, eso está mal, pues sólo se avisó a los abogados de los productores mexicanos.
Sheinbaum destacó que aun cuando el Departamento de Comercio decidiera mantener esta decisión –a pesar de que en sucesivas ocasiones México ha demostrado que no hay dumping en el precio de este producto–, no hay sustituto del jitomate mexicano en Estados Unidos, salvo un pequeño porcentaje que viene principalmente de Florida. La cantidad de jitomate que se exporta a Estados Unidos no es sustituible por ningún otro en todo el mundo, porque además el jitomate se corta fresco y se lleva fresco.
El titulat de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Julio Berdegué subrayó que 90 por ciento de los jitomates que Estados Unidos importa provienen de México. “Seis de cada diez jitomates que comen son hechos en México. ¿Cuál va a ser la consecuencia? Que sus tomates van a ser más caros, les van a salir más caras sus ensaladas, su ketchup y todo”.
Conflicto de 1996
Explicó que el conflicto con los jitomates mexicanos data de 1996 cuando productores de Florida interpusieron una demanda en Estados Unidos por un presunto dumping. Desde entonces, el Departamento de Comercio inició una investigación según la cual sí había un precio por debajo del costo real, pero desde esa época ha habido “Acuerdos de suspensión de una investigación antidumping” por lo cual no se ha aplicado esta cuota compensatoria.
Se han realizado cinco acuerdos de manera sucesiva, el último de ellos en 2019, en un contexto similar. Siempre el Departamento de Comercio ha anunciado que se retira de estos acuerdos de suspensión y ordena aplicar la cuota, pero finalmente no han entrado en vigor. Es una cuota ajena a los cambios a la política arancelaria del presidente Donald Trump.
Es importante decir: este no es un acuerdo con el gobierno mexicano; es entre el Departamento de Comercio de Estados Unidos y productores mexicanos, agrupados en sus asociaciones. Sinaloa es un muy importante productor, pero también están los productores de Sonora, dijo Berdegué.
Estas investigaciones de dumping son comunes y México tiene dos casos activos contra productores estadunidenses. Una por precio subsidiado, cuya investigación antidumping concluyó en 2012.
México ha determinado no aplicar cuotas compensatorias al pollo de Estados Unidos, porque ha habido conversaciones. Recientemente la Secretaría de Economía inició otra investigación sobre las importaciones de pierna de cerdo. México no pretende activar estas cuotas en respuesta a la decisión del Departamento de Comercio sobre los jitomates mexicanos.
“Quedan 90 días. Ya lo hicieron en 2019, igualito que ahorita, muy parecido y ahí se negoció. México se defendió, dio sus argumentos y se llegó al acuerdo que estaba vigente. Lo que va a pasar probablemente es que va a suceder exactamente lo mismo: vamos a empezar a conversar, a dialogar –como siempre ha dicho la Presidenta–, buscamos el diálogo y vamos a ver en qué termina esto.”
El titulat de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Julio Berdegué subrayó que 90 por ciento de los jitomates que Estados Unidos importa provienen de México. “Seis de cada diez jitomates que comen son hechos en México. ¿Cuál va a ser la consecuencia? Que sus tomates van a ser más caros, les van a salir más caras sus ensaladas, su ketchup y todo”.
Conflicto de 1996
Explicó que el conflicto con los jitomates mexicanos data de 1996 cuando productores de Florida interpusieron una demanda en Estados Unidos por un presunto dumping. Desde entonces, el Departamento de Comercio inició una investigación según la cual sí había un precio por debajo del costo real, pero desde esa época ha habido “Acuerdos de suspensión de una investigación antidumping” por lo cual no se ha aplicado esta cuota compensatoria.
Se han realizado cinco acuerdos de manera sucesiva, el último de ellos en 2019, en un contexto similar. Siempre el Departamento de Comercio ha anunciado que se retira de estos acuerdos de suspensión y ordena aplicar la cuota, pero finalmente no han entrado en vigor. Es una cuota ajena a los cambios a la política arancelaria del presidente Donald Trump.
Es importante decir: este no es un acuerdo con el gobierno mexicano; es entre el Departamento de Comercio de Estados Unidos y productores mexicanos, agrupados en sus asociaciones. Sinaloa es un muy importante productor, pero también están los productores de Sonora, dijo Berdegué.
Estas investigaciones de dumping son comunes y México tiene dos casos activos contra productores estadunidenses. Una por precio subsidiado, cuya investigación antidumping concluyó en 2012.
México ha determinado no aplicar cuotas compensatorias al pollo de Estados Unidos, porque ha habido conversaciones. Recientemente la Secretaría de Economía inició otra investigación sobre las importaciones de pierna de cerdo. México no pretende activar estas cuotas en respuesta a la decisión del Departamento de Comercio sobre los jitomates mexicanos.
“Quedan 90 días. Ya lo hicieron en 2019, igualito que ahorita, muy parecido y ahí se negoció. México se defendió, dio sus argumentos y se llegó al acuerdo que estaba vigente. Lo que va a pasar probablemente es que va a suceder exactamente lo mismo: vamos a empezar a conversar, a dialogar –como siempre ha dicho la Presidenta–, buscamos el diálogo y vamos a ver en qué termina esto.”
Jitomate: sobresalto innecesario
El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció el lunes que en 90 días su país se retirará del Acuerdo de Suspensión de la Investigación Antidumping sobre Tomates Frescos de México firmado en 2019, debido a que, desde su perspectiva, dicho arreglo no ha logrado proteger a los productores de tomate estadunidenses de las importaciones mexicanas a precios injustos. Con esta medida, a partir del 14 de julio la mayoría de los jitomates importados desde México pagarían una cuota compensatoria de 20.91 por ciento.
Lo primero a tener en cuenta en el aviso del Departamento de Comercio es que no tiene relación con la embestida arancelaria del presidente Donald Trump, sino que responde a una demanda de los productores de jitomate de Florida, quienes desde 1996 tratan de imponer barreras artificiales a la competencia de sus pares mexicanos con el pretexto de una supuesta práctica de dumping, es decir, de que la hortaliza del sur del río Bravo se vende a precios menores a los de mercado a fin de eliminar a sus competidores. En estas tres décadas, el diferendo siempre se ha resuelto mediante acuerdos de suspensión como el suscrito durante el primer mandato del republicano.
El segundo dato por considerar es que seis de cada 10 jitomates consumidos en Estados Unidos provienen de México, y no hay ningún país cuyo nivel de producción le permita reemplazarnos en el corto plazo. Por ello, la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (Caades), admite que el arancel de 20 por ciento tendría un fuerte impacto en la exportación, pero confía en establecer negociaciones en las cuales se modificarán los precios de referencia, así como los requisitos de monitoreo y seguimiento, y se firmará una nueva suspensión, como siempre se ha hecho.
Con estos antecedentes, el impacto mediático que ha tenido la noticia se explica por la crispación natural ante la ininterrumpida andanada de ataques del magnate y su administración contra rivales, socios y amigos, parte de cuya virulencia radica en hacer públicas decisiones que, bajo las buenas costumbres diplomáticas, se comunican primero en privado. Así lo señaló la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien, además de rechazar las acusaciones de dumping, exhibió la falta de tacto del Departamento de Comercio al no haber notificado a la cancillería ni a las secretarías de Economía o de Agricultura y Desarrollo Rural, sino a la representación legal de los productores.
Como remarcó la mandataria, el proceso de revisión del acuerdo se ha hecho muchas veces y siempre ha ganado México, por lo que no hay motivos de alarma. Incluso de aplicarse el arancel, el sobreprecio se trasladaría a los consumidores estadunidenses por no haber proveedores que puedan sustituir la producción mexicana. Lo demás es puro ruido que se inscribe en la majadería con que el gobierno trumpiano conduce su política exterior e interior y en la propensión del magnate a convertir cualquier asunto en una agresión comercial.
México, SA
Carlos Fernández-Vega
▲ Durante la gestión de Elvira Concheiro en la Tesorería de la Federación se revelaron diversas anomalías en el pago de impuestos pagados por medio de la banca.Foto La Jornada
La banca que opera en México es una verdadera sanguijuela: succiona a su clientela con altísimas tasas de interés y decenas de onerosas comisiones por todo; chupa multimillonarias cantidades de fondos de ahorro para el retiro no reclamados; jinetea voluminosos recursos de la nación, como el pago de impuestos; no pagó un solo centavo por el rescate zedillista (Fobaproa, que cargaron, íntegro, a los mexicanos); durante años logró que el gobierno federal le diera un trato tributario de excepción (léase evasión legalizada), que incluía la devolución de cantidades estratosféricas por razones fiscales; se hincha de utilidades con dinero ajeno y muchísimo más.
Hasta el cierre del sexenio de Enrique Peña Nieto, de acuerdo con los informes oficiales, los bancos siempre aparecieron entre los principales beneficiarios de la devolución de impuestos que año tras año autorizaba el gobierno federal, práctica que erosionaba severamente las arcas nacionales, por los multimillonarias cantidades involucradas.
Con la reprivatización salinista (1991-1992) de las instituciones estatizadas (1982) por José López Portillo, la banca dejó de ser parte del país para, sin más, convertirse en dueña del país, y durante el régimen neoliberal gozó de todas las mieles e impunidad que le garantizaba su gerente en turno en Los Pinos.
Lo anterior viene a colación por el descarado jineteo de impuestos federales (como en tantos otros renglones) que olímpicamente practicaba la banca privada que opera en el país. A través de ella, los contribuyentes pagaban puntualmente sus obligaciones fiscales y los barones del dinero tardaban y tardaban en enterarlos a la Tesorería de la Federación para obtener rendimientos (a todas luces ilegales) e incorporarlos a sus haberes.
La presidenta Sheinbaum afirmó que tal práctica ya se terminó; ya no hay este problema de que jineteaban, sudaban, también se dice así, el dinero y se quedaban con los intereses, ya no. Ahora, detalló, lo que se paga de impuestos, lo máximo que tarda en enterarse es al otro día. De todas maneras, pedí al secretario de Hacienda que hicieran una revisión de esto y ver, además de los bancos privados, qué otras opciones tenemos para que la gente pueda pagar sus impuestos. Pero ya no es como antes. Algunos bancos ya no participan, lo puedo decir: Banco Azteca (Ricardo Salinas Pliego) ya no participa como parte de la Tesorería, y hay otros que sí (la mitad de los existentes).
Y para dar idea de esa ilegal práctica de la banca, la mandataria se remitió a la investigación realizada por la Tesorería de la Federación, divulgada en abril de 2024, entonces a cargo de Elvira Concheiro. La Jornada (Jessika Becerra) lo reseñó así:
La Tesorería de la Federación metió en cintura a los bancos que tiene contratados como auxiliares para recibir el pago de impuestos en las ventanillas de sus sucursales, pues detectó 18 mil incumplimientos al mes en promedio, lo que significa que las contribuciones llegan a destiempo o no se reciben. Cada incumplimiento le cuesta a la Tesorería 903 pesos y el costo promedio por atender los incumplimientos de un mes es de 126 mil 417 pesos, según una revisión reciente a las operaciones de los bancos desde 2016. Además, los bancos cobraban comisiones.
Entonces, Concheiro detalló: hemos calculado que hay aproximadamente 18 mil incumplimientos al mes en promedio, un número muy considerable; son millones de operaciones y se tiene que atender cada una de ellas, investigar por qué no se dio la información, por qué no se entregaron los recursos a tiempo o por qué no llegaron. Cuando se comete un incumplimiento importante, la Tesorería multa a los intermediarios bancarios, pero en muchas ocasiones esas multas no se cobran; se les descuenta 70 por ciento si llegan a pagarse. Había un ambiente general muy relajado. Todo era para que los bancos se sintieran muy cómodos haciendo estas operaciones; los términos eran inconvenientes para el erario, en cierta medida abusivos.
Bien, pero hay que estar a las vivas, porque la banca no deja piedra sin labrar.
Las rebanadas del pastel
Puntual denuncia de Hugo López-Gattel, subsecretario de Salud con AMLO: Mario Delgado, titular de la SEP, hace lo mismo que sus antecesores (la calderonista Josefina Vázquez Mota y el peñanietista Aurelio Nuño), es decir, protege los intereses de las corporaciones de comida y bebida chatarras (Bimbo, Coca-Cola, Pepsi Cola, etcétera) cuyos productos lesivos a la infancia el gobierno pretende erradicar de las escuelas. En su estrategia para lograr la meta, el funcionario las incluyó. Traiciona a la 4T.
X: @cafevega cfvmexico_sa@hotmail.com
Retrocede el peso ante un dólar fortalecido
Clara Zepeda
Periódico La Jornada Miércoles 16 de abril de 2025, p. 19
Las dudas de Wall Street contagiaron a los mercados cambiario y accionario mexicano, que no pudieron sostener las amplias ganancias con que iniciaron la sesión de ayer.
La moneda mexicana frenó su apreciación, con una cotización de 20.1235 pesos por dólar en el mercado spot (al mayoreo), al depreciarse 0.1 por ciento respecto al lunes.
De acuerdo con datos del Banco de México, el tipo de cambio operó entre un máximo de 20.1370 y un mínimo de 19.9620 pesos por dólar. Así, el tipo de cambio rompió su racha de dos días de ganancias ante el fortalecimiento global del dólar, que subió 0.52 por ciento desde sus mínimos de 2022. El Nasdaq descendió 0.05 por ciento, a 16 mil 823.17 puntos, mientras el Dow Jones y el S&P 500 cedieron 0.39 y 0.17 por ciento, respectivamente.
Los sectores tecnológico y automotriz tuvieron resultados mixtos. Nvidia ganó 1.35 por ciento; en tanto, Ford cayó 2.63. Tesla subió 0.7, Apple retrocedió 0.22 y General Motors descendió 1.33 por ciento.
Por su parte, el Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) ganó 0.48 por ciento, hasta 52 mil 643.04 puntos, apoyado por las ganancias de América Móvil (2.47 por ciento) y Banorte (2.23 por ciento).
El barril de crudo Brent del Mar del Norte para entrega en junio cayó 0.32 por ciento, a 64.67 dólares. Su equivalente estadunidense, el West Texas Intermediate, para entrega en mayo, retrocedió 0.33 por ciento, a 61.33 dólares.

