miércoles, 30 de julio de 2025

Sismo de magnitud 8.8 en Rusia provoca un tsunami y alertas en Japón y Hawái.

La ola provocada por el movimiento telúrico inundó parcialmente la ciudad rusa de Severo-Kurilsk, informó el ministerio de Emergencias de Rusia, al tiempo que llamó a los residentes a permanecer en los terrenos altos de la localidad hasta que la amenaza de maremoto desapareciera. 
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Afp, Ap, Reuters y The Independent
29 de julio de 2025 20:16
La Agencia Meteorológica de Japón ajustó su advertencia, diciendo que esperaba olas de tsunami de hasta 3 metros que llegarían a grandes zonas costeras. Foto Ap
Tokio. Un terremoto de magnitud 8.8 sacudió ayer el oriente de Rusia y provocó un tsunami en el Pacífico norte, el cual provocó que se emitieran alertas para Alaska, Hawai, Japón, Ecuador, México y Nueva Zelanda.
La ola provocada por el movimiento telúrico inundó parcialmente la ciudad rusa de Severo-Kurilsk, informó el ministerio de Emergencias de Rusia, al tiempo que llamó a los residentes a permanecer en los terrenos altos de la localidad hasta que la amenaza de maremoto desapareciera.
Las autoridades rusas señalaron que en la península los equipos de rescate y el cuerpo de bomberos examinaban los edificios en busca de afectaciones y afirmaron que no se reportaron víctimas de manera inmediata.
La agencia de noticias Tass de Rusia afirmó que en el momento del sismo la gente en Petropavlovsk-Kamchatsky salió de sus viviendas con pocas prendas, mientras algunos muebles se caían dentro de las casas, los coches se balancearon en las calles y los edificios se sacudieron notablemente. También reportó cortes de energía eléctrica y fallos en el servicio de telefonía móvil.
Los trabajadores de la planta nuclear de Fukushima, en el noreste de Japón, fueron retirados tras encenderse las alarmas sobre un posible escenario parecido a la tragedia de 2011, cuando una sacudida de magnitud 9 generó una enorme ola, la cual inundó las instalaciones y provocó fusiones en una planta nucleoeléctrica de esa central japonesa. Los operadores de la central no reportaron anomalías inmediatas.
Al momento, las autoridades de la región de Sajalín, en el lejano oriente ruso, declararon estado de emergencia en las islas Kuriles, donde olas de tsunami dañaron edificios y causaron inundaciones. En Ecuador, la Secretaría de Riesgos ordenó el desalojo preventivo de playas, muelles y zonas bajas en las turísticas islas Galápagos, debido a la alerta de tsunami.
En Crescent City, al norte de California, se encendieron las sirenas de advertencia de tsunami, mientras el gobernador Josh Green reportó, según datos de Midway Atoll, que las olas podrían levantarse hasta 1.8 metros, aunque dijo que era demasiado pronto para predecir su magnitud.
De los más intensos
El terremoto se produjo a las 8:25 de la mañana, hora de Japón. El Servicio Geológico de Estados Unidos afirmó que el sismo ocurrió a una profundidad de 20.7 kilómetros.
El temblor parecía ser el más fuerte en cualquier parte del mundo desde el ocurrido en marzo de 2011 frente al noreste de Japón, que tuvo una magnitud 9 y causó un enorme tsunami. Sólo se han registrado unos pocos terremotos más fuertes en todo el mundo.
Las sirenas también sonaron en Honolulu, Hawai, donde las autoridades instaron a las personas a trasladarse a terrenos más altos.
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico informó que se pronosticaban olas de uno a tres metros por encima del nivel del mar en algunas áreas costeras de Hawai, Chile, Japón y las Islas Salomón, así como en algunas costas de Rusia y Ecuador.
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico indicó que el maremoto podría causar daños a lo largo de todas las islas hawaianas.
El presidente Donald Trump instó a la población a mantenerse “fuertes y seguros” en una publicación en su red Truth Social.
El Centro Nacional de Alerta de Tsunamis de Estados Unidos, con sede en Alaska, emitió además advertencias para partes de las Islas Aleutianas de ese estado y un aviso para territorios de la costa oeste, incluyendo California, Oregon y Washington.
Las autoridades de Nueva Zelanda, por otra parte, emitieron advertencias de “corrientes fuertes e inusuales y oleadas impredecibles” a lo largo de las costas de todo el país. La alerta de la agencia gubernamental de gestión de emergencias apuntó que la gente debería salir de las playas y alejarse de puertos, marinas, ríos y estuarios.
Nueva Zelanda está en el Pacífico Sur, a unos 10 mil kilómetros del epicentro.
Las alertas se extendieron hasta Australia, según el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico, con posibles olas de 0.3 a un metro a lo largo de la costa del país.
Medios japoneses reportaron que varias ballenas aparecieron misteriosamente en la costa de la ciudad de Tateyama, en la prefectura de Chiba, Japón.

Triste redición
El presidente Donald Trump sale del Marine One tras llegar al Jardín Sur de la Casa Blanca, el martes 29 de julio de 2025, en Washington. Foto Ap   Foto autor
Luis Linares Zapata
30 de julio de 2025 00:04
La agresiva línea política seguida por Donald Trump, tanto externa como al interior de su país, forma una nebulosa maraña de múltiples efectos. Éstos llevan insertados matices harto negativos que requieren delicado abordaje para su análisis. En el resto del mundo, por ejemplo, se ha ido acumulando un sentimiento de coraje, distancia y miedo. 
Dentro de su país se esparce otro, de corte opositor, que lleva línea creciente. Resistir las punzadas de diversa catadura, provenientes directamente de la meliflua voz, autoritaria y voraz del republicano, es la normalidad nacional. Ambos embates tienden a fundirse, más que a formar núcleos de realidades complejas y complementarias. 
El resultado que va emergiendo, apoyado por las contradicciones inducidas, no favorece la imagen de una potencia mundial conductora. Por el contrario, dibuja una tendencia que proyecta un liderazgo de extrema derecha capitalista, muy cercano al fascismo. Tomar posturas firmes, ya sea para contener sus efectos dañinos o inaceptables o para afirmar valores y medios distintos, son cursos de acción que llevan a enfrentar al poderoso arbitrario. 
Lo cierto es que en muchos de sus repetidos desplantes Trump ha logrado buena parte del cometido: someter al mundo, incluyendo a los que eran sus aliados. Algunos, no sin buena dosis de ironía, sus incondicionales. Japón es un ejemplo por demás ilustrativo. La inversión prometida en Estados Unidos por esta potencia (500 mil millones de dólares) para rebajar aranceles, será supervisada y aprobada por Trump directamente. La misma Unión Europea (UE), acaba de aceptar 15 por ciento adicional modificando el 1.3 por ciento promedio arancelario anterior. 
Además, la UE comprará 700 mil millones de energía estadunidense, en sustitución de la rusa, aunque bastante más cara. Por si fuera poco, otro gran paquete de similar valor en armamento. La única voz que sobresale es de una Francia, aislada y tardía. Todo ese paquete recién acordado, emerge condicionado por la invasión rusa en el Donbás ucranio que –según el propio Trump– fue inducido por el mismo Joe Biden. 
Proceso sustentado en cuestionable propaganda inductora de miedos entre los europeos a ser invadidos. La incapacidad de la UE para presentar un frente unido y sólido le ocasiona la actual debilidad negociadora y lo paga caro. Pero lo de veras preocupante, no sólo para sus ciudadanos que lo sufren de manera directa, es la misma y compulsiva conducta del estadunidense, quien ha llevado a cabo intervenciones en numerosos frentes de implicaciones delicadas. 
Lo resienten los derechos humanos afectados, las libertades de la enseñanza privada en universidades. Harvard es la única que ha decidido demandarlo, aun aceptando los enormes costos: miles de millones de dólares en juego. La administración del trumpismo desea controlar decisiones básicas de la educación superior. Pondrá delicadas directrices bajo su conservador control. Y no para en mientes, ha demandado a medios de comunicación, acusándolos de atacarlo o de ayudar a sus rivales electorales (Harris). 
Una enorme fusión de empresas de medios estuvo en medio del conflicto. Una vez doblegada la difusora y pagar millones para la biblioteca del magnate, se aprobó el negocio. Recientemente se alió con Musk para juntos demandar e indagar a una ONG investigadora que los critica y estudia. Estas acciones en cualquier otro país, aunque sea de corte semidemocrático, causarían escándalos mayúsculos. Aquí en México, acciones parecidas: retener y condicionar el presupuesto y supervisar normas de la UNAM sería inaceptable. 
Presionar, desde el gobierno, a la par de demandas judiciales de aliados a ONG opositoras, solidificarían los endebles, supuestos aires de dictadura, que le achacan a los morenos. Pero la conducta de Trump va mucho más allá de afanes autoritarios, como ordenar a jueces y gobierno brasileños de liberar al enjuiciado ex presidente Jair Bolsonaro, acusado de golpista. Al ser su aliado continental, Trump pide, ordena, dejarlo en paz. 
Con toda seguridad, Brasil rechazará, con energía, esta intromisión lateral a los aranceles de 50 por ciento de nuevo cuño. Ésta y otras incursiones, dictatoriales, seguramente las hará para defender a sus otros derechosos candidatos latinoamericanos. Todos ya bien identificados. Por si no fuera suficiente la condena de tribunales de su país, Trump prosigue su aventura indetenible de negocios al amparo de su oficina. La reciente visita a su campo de golf escocés es promocional de su colección mundial. 
No acaban ahí sus búsquedas de riqueza adicional: lanzó una criptomoneda con su nombre que ya le dejó mil millones de dólares. Violentó normas oficiales para aceptar el avión regalado que después será suyo. De todo este desbarajuste, emerge, indetenible, un modelo del más rancio y feroz imperialismo discapacitado, ribeteado de ambiciones de dominio planetario para redimir su decadencia.

Doble discurso de la Iglesia ante la delincuencia
Garfias y varios obispos ubicados en zonas de alta conflictividad afirman que el objetivo principal es una colaboración entre la Iglesia, las autoridades y sociedad civil, para acercarse a los grupos delictivos. Foto Facebook Carlos Garfias   Foto autor
Bernardo Barranco V.
30 de julio de 2025 00:02
El presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), monseñor Ramón Castro Castro, se deslindó del arzobispo de Morelia, Carlos Garfias, quien insiste en la necesidad de que la sociedad civil y los gobiernos entablen conversaciones con el narco para sosegar la violencia que se vive en muchas entidades del país. 
Las posturas de los obispos quedaron de manifiesto en un taller impartido en la Universidad Pontifica de México (14 y 15 de julio). Unos 40 curas y 30 laicos de distintos estados participaron en el Taller para el fortalecimiento de capacidades de negociación en sacerdotes y agentes, organizado por la Iglesia católica. 
En un comunicado, la presidencia de la CEM aclaró el 15 de julio que el taller no pretendía entablar negociaciones ni diálogos con organizaciones criminales. ¿Por qué del título de “fortalecer capacidades de negociación”? Contradiciendo el enfoque de Carlos Garfias, la CEM pretendió aclarar: “La apuesta no es buscar el diálogo con los grupos delictivos para construir la paz del país, sino socializar metodologías que funcionan con todos los sectores para construir caminos de paz”. 
Garfias y varios obispos ubicados en zonas de alta conflictividad afirman que el objetivo principal es una colaboración entre la Iglesia, las autoridades y sociedad civil, para acercarse a los grupos delictivos, “ayudar a que el delincuente se rehabilite” y mejorar las condiciones humanitarias de la población disminuyendo la violencia en el país. 
El jesuita Jorge Atilano se pliega a la CEM y señala que el objetivo del taller “fue reparar daños y fortalecer la paz desde lo local” en diálogo con actores nacionales e internacionales. Sobre la postura del arzobispo de Morelia, dijo: “Quizá el arzobispo Garfias tiene ese interés de mediar con el narco, pero no es la propuesta oficial”; así lo dijo el también coordinador ejecutivo del Diálogo Nacional. El taller, sin duda, reabrió el episodio de la disputa entre los obispos. 
A partir de los asesinatos de los jesuitas en la Sierra Tarahumara, en Chihuahua, la iglesia ha endurecido su discurso ante la política de seguridad de la 4T y reprocha la creciente militarización del país. Este grupo hizo firmar a los candidatos a la Presidencia de México un comunicado en favor de la paz. La entonces candidata Claudia Sheinbaum lo firmó críticamente y bajo protesta, pues no estaba de acuerdo con los fundamentos del documento. 
Más allá de los matices entre los prelados, se manifiesta un doble discurso. La relación entre Iglesia católica y crimen organizado data de la década de 1970. Con recurrencia aparecen, no sólo escándalos por las llamadas narcolimosnas, sino episodios de mediación con el crimen organizado. 
Recordemos la controversia en la opinión pública y en la clase política sobre las reuniones a inicios de 2024, y los acuerdos que tuvieron los cuatro obispos de Guerrero con grupos delincuenciales como La familia michoacana, Los Tlacos y Los Ardillos. Y más atrás, el entonces obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, pactó con los criminales una tregua electoral, para no seguir asesinando candidatos. Hay un olvido político porque la CEM, entonces, apoyó y justificó los encuentros y los pactos entre obispos y organizaciones delincuenciales. 
Hay diferentes criterios entre los obispos mexicanos: algunos, ante la creciente violencia en el país, ven la necesidad local de dialogar y negociar con el crimen organizado; otros obispos se escandalizan o ven inoportuno evidenciar los vínculos históricos. Desde hace 40 años el crimen organizado ha penetrado los aparatos policiales, el Poder Judicial, sectores empresariales, partidos políticos. Es lógico suponer que también ha tocado a las iglesias, en particular a la católica. 
Más allá de matices entre prelados, se manifiesta un doble discurso, porque la relación de intercambios y acuerdos entre obispos y crimen organizado tiene una larga historicidad. Recordemos algunas joyas mediáticas que revelan grandes donativos y prebendas de organizaciones criminales a la Iglesia católica. 
1) 1997. El sacerdote Raúl Soto, canónigo de la Basílica de Guadalupe, indicó en homilía que más mexicanos deberían seguir el ejemplo de los narcotraficantes Rafael Caro Quintero y Amado Carrillo, que entregaron varias donaciones millonarias a la Iglesia. 
2) 1993. El asesinato de Jesús Posadas Ocampo por capos de la droga. 
3) En esas fechas, el padre Gerardo Montaño es el enlace del cártel de Tijuana. 
4) Los misteriosos encuentros de los hermanos Arellano Félix con el nuncio Girolamo Prigione en la sede apostólica de México. Negocian con Carlos Salinas de Gortari en diciembre de 1993. 
5) En 2005 Ramón Godínez, obispo de Aguascalientes y ex secretario de la CEM, reconoció recibir donativos del narco y bendecir el dinero blanqueado. 
6) 2009. El presidente de la CEM, monseñor Carlos Aguiar Retes, recomendaba con insistencia evangelizar el mundo del narco e incorporar a los capos arrepentidos. 
7) Agosto de 2020. El Marro, capo del cartel Santa Rosa de Lima, admite haber dado cuantiosos recursos y terrenos a la diócesis de Celaya. 
8) Agosto de 2022. Norberto Rivera en la mira de la FBI, debido a su estrecha relación con el empresario mexicano Fernando Pyro de la O, señalado por presunto lavado de dinero del narco. 
Finalmente: ¿La Iglesia ha sido beneficiaria de esta extraña relación con el crimen organizado? Los obispos católicos creen ver desde afuera la violencia desmedida del país ¿No reconocen que la Iglesia misma es también corresponsable del deterioro?

En EU, 80 por ciento de condenados por narcotráfico son ciudadanos de ese país
Un millón de arrestados por drogas al año
El mismo porcentaje de quienes ingresan fentanilo son estadunidenses: expertos
Jim Cason y David Brooks   Corresponsales
Periódico La Jornada  Miércoles 30 de julio de 2025, p. 23
Washington y Nueva York. La abrumadora mayoría –más de 80 por ciento– de los condenados por el delito federal de tráfico de drogas en Estados Unidos son ciudadanos del país, y cuatro de cada cinco personas arrestadas acusadas de tráfico de fentanilo también son estadunidenses, indican datos oficiales.
En el contexto del creciente coro acusatorio contra México por su papel en el consumo de drogas ilícitas en Estados Unidos, La Jornada examinó los datos disponibles sobre quiénes son los arrestados y encarcelados por narcotráfico en el territorio estadunidense y quién transporta las sustancias ilegales a este país desde el extranjero.
Los datos del gobierno confirman que mexicanos y otros extranjeros participan en el tráfico de drogas, pero la abrumadora mayoría de los convictos por ese delito son ciudadanos estadunidenses.
Estados Unidos tiene una de las poblaciones encarceladas per cápita más grande del mundo, y después de una década de reducción, el número de personas en prisión empezó a subir de nuevo a partir de 2022, de acuerdo con los datos más recientes del Sentencing Project, un centro de investigaciones independiente dedicado al tema de justicia penal.
Casi 2 millones de personas están en cárceles, conforme a análisis de Prision Policy Initiative, otro proyecto no partidista dedicado al tema de detenciones en más de 5 mil centros federales, estatales y locales.
Casi un millón de personas son arrestadas cada año en Estados Unidos por delitos relacionados con la droga, la mayoría por simple posesión. No todos son encarcelados. De los casi 2 millones que sí están en prisión actualmente, uno de cada cinco se encuentra en una celda por algún crimen relacionado con sustancias ilícitas, reporta el Drug Policy Alliance, otra organización independiente que ha abogado por despenalizar estupefacientes y promover un modelo de salud pública que aborde la adicción.
Pero los acusados por tráfico de drogas en Estados Unidos son enjuiciados en tribunales federales y encarcelados en prisiones del mismo nivel.
De los 154 mil 155 individuos encarcelados en prisiones federales hasta marzo de 2025, 62 mil 260 –aproximadamente 40 por ciento– cumplen condenas por el delito de tráfico de drogas, según la United States Sentencing Commission, una agencia oficial autónoma dentro de la rama judicial del gobierno.
Sin respuesta gubernamental
La Jornada solicitó datos sobre la nacionalidad de los individuos que cumplen condenas en las prisiones federales acusados de tener un papel de liderazgo o de supervisor en el narcotráfico, pero un portavoz la United States Sentencing Commission respondió que no proporcionan información al público sobre el porcentaje de estadunidenses en este rubro.
Tendencia al alza
Estas tendencias continúan hacia el futuro. Un 80 por ciento de los condenados por el crimen federal de tráfico de drogas en el año fiscal de 2024 –los datos más recientes– también eran ciudadanos estadunidenses. Conforme a una revisión de datos de la Sentencing Commission desde 1991 a 2024, la droga ilícita más traficada en Estados Unidos es la metanfetamina, la cual representa el motivo de arresto de 54 por ciento de los convictos. La segunda es la cocaína en polvo (17.3 por ciento) y la tercera en este periodo fue el fentanilo (11.9 por ciento).
Entre 84 y 85 por ciento de los traficantes de fentanilo y de metanfetaminas convictos eran ciudadanos estadunidenses, mientras 38 por ciento de los convictos por cocaína en polvo son extranjeros.
Ya que el gobierno de Trump se ha enfocado en condenar a los cárteles mexicanos por traficar fentanilo a Estados Unidos, La Jornada buscó datos sobre quiénes transportan esa droga a este país.
Varios informes del gobierno de Washington confirman que más de 80 por ciento del fentanilo que ingresa a Estados Unidos es transportado a través de cruces legales y por ciudadanos estadunidenses.
Datos oficiales obtenidos por American Immigration Council confirma que la gran mayoría de los arrestados por trasladar fentanilo a Estados Unidos en la frontera con México son estadunidenses.
En total, 81.2 por ciento de todo lo confiscado en puertos a lo largo de la frontera suroeste (especifícamente en San Diego, Tucson, El Paso y Laredo) entre 2019 y junio de 2024 eran (transportados) por ciudadanos estadunidenses, reportó la organización en marzo de este año.
Resultados de la DEA
Los datos oficiales sobre incautaciones de sustancias ilícitas en Estados Unidos son un poco difíciles de evaluar en torno de comparaciones con otros años y por tipo de droga. El Departamento de Justicia señala que desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca, el 20 de enero, hasta el 15 de julio, la Agencia para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) ha incautado 44 millones de pastillas de fentanilo, equivalentes a 4 mil 500 libras (2 mil 41 kilos); casi 65 mil libras de metanfetamina (más de 29 mil kilos), 201 mil 500 libras de cocaína (91 mil 399 kilos) y ha realizado más de 2 mil 105 arrestos relacionados con fentanilo.