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02 de agosto de 2025 21:13
Washington. A pesar de todas las promesas del presidente Donald Trump de una “época dorada” económica, una serie de indicadores débiles esta semana reveló una situación potencialmente preocupante, a medida que el impacto de sus políticas se hace evidente.
El aumento del empleo disminuye. La inflación comienza a aumentar. El crecimiento se ha desacelerado en comparación con el año pasado.
A más de seis meses desde que inició su segundo mandato, la oleada de incrementos a los aranceles de Trump y su nueva ley de impuestos y gastos han transformado los sistemas comercial, manufacturero, energético e impositivo de Estados Unidos a su gusto.
Está ansioso por atribuirse el mérito de cualquier victoria que pueda suceder —y busca a quién culpar si la situación financiera comienza a tambalearse.
Pero hasta ahora, este no es el auge que prometió el presidente republicano, y su capacidad para culpar a Joe Biden —su predecesor demócrata— por cualquier desafío económico se ha desvanecido, ya que la economía mundial depende de cada una de sus palabras y publicaciones en redes sociales.
Cuando el informe de empleo del viernes resultó ser decididamente desalentador, Trump ignoró las advertencias de los datos y despidió a la directora de la agencia que elabora las cifras mensuales de empleo.
“Cifras importantes como esta deben ser justas y precisas; no pueden manipularse con fines políticos”, escribió Trump en su red social Truth Social, sin ofrecer pruebas que respalden su afirmación. “La economía está EN AUGE”, afirmó.
Política de riesgo
Es posible que las cifras decepcionantes sean dificultades iniciales debido a la rápida transformación causada por Trump y que un crecimiento más sólido se reanude —pero también pueden ser un anticipo de más disrupciones por venir.
El uso agresivo de aranceles, órdenes ejecutivas, recortes de gastos y cambios en el código tributario por parte de Trump conlleva un riesgo político significativo si no es capaz de generar prosperidad para la clase media.
Los efectos de sus nuevos aranceles tardarán varios meses en repercutir en la economía, justo cuando muchos aliados de Trump en el Congreso estén en campaña para las elecciones intermedias.
“Considerando lo temprano que estamos en su mandato, Trump ya ha tenido un impacto inusualmente grande en la economía”, dijo Alex Conant, estratega republicano de Firehouse Strategies, firma de asuntos públicos que diseña campañas estratégicas para clientes empresariales.
“El impacto inflacionario completo de los aranceles no se sentirá sino hasta 2026. Desafortunadamente para los republicanos, ese es también un año electoral”.
La Casa Blanca presentó la avalancha de acuerdos comerciales previos al anuncio arancelario del jueves como prueba de la destreza negociadora de Trump.
La Unión Europea, Japón, Corea del Sur, Filipinas, Indonesia y otras naciones que la Casa Blanca declinó nombrar acordaron que Estados Unidos podría aumentar los aranceles sobre sus productos sin hacer lo mismo con los productos estadounidenses. Trump simplemente estableció las tasas de los aranceles a otros países que carecían de acuerdos.
Estadunidenses serán quienes más sientan los costos de esos aranceles
Muchos estadunidenses serán quienes más sientan los costos de esos aranceles —impuestos pagados sobre las importaciones a Estados Unidos— en forma de precios más elevados, pero aún se desconoce en qué medida.
“Para la Casa Blanca y sus aliados, un aspecto clave de la gestión de las expectativas y la política económica de Trump es mantenerse alerta en lo que respecta a la percepción pública”, dijo Kevin Madden, estratega republicano.
Apenas 38 por ciento de los adultos aprueba la gestión de la economía por parte de Trump, según una encuesta realizada en julio por The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research (The Associated Press-Centro NORC para la Investigación de Asuntos Públicos), una organización apartidista de investigación para guiar decisiones políticas y económicas con base en ciencias sociales.
Esta cifra es inferior a la del final del primer mandato de Trump, cuando la mitad de los adultos aprobaba su liderazgo económico.
La Casa Blanca pinta un panorama más optimista, y afirma que la economía emerge de un periodo de incertidumbre tras la reestructuración de Trump y repite las ganancias económicas observadas en su primer mandato, antes del golpe de la pandemia.
“El presidente Trump está implementando la misma combinación de políticas de desregulación, comercio más justo y recortes de impuestos que promueven el crecimiento a una escala aún mayor. A medida que estas políticas entren en vigor, lo mejor está por venir”, sostuvo Kush Desai, portavoz de la Casa Blanca.
Políticas de Trump repercuten en el crecimiento económico, inflación y empleo
Las cifras económicas de la última semana muestran las dificultades que Trump podría enfrentar si las cifras continúan en su dirección actual:
— El informe de empleo del viernes reflejó que los empleadores estadunidenses han eliminado 37 mil empleos en el sector manufacturero desde la implementación de los aranceles por parte de Trump en abril, lo que contradice las afirmaciones previas de la Casa Blanca sobre una reactivación de las fábricas.
— La contratación neta se ha desplomado en los últimos tres meses, con un aumento de tan solo 73 mil empleos en julio, 14 mil en junio y 19 mil en mayo —una disminución combinada de 258 mil empleos respecto a lo indicado anteriormente. En promedio, el año pasado, la economía creó 168 mil empleos al mes.
— Un informe de inflación del jueves mostró que los precios aumentaron 2.6 por ciento durante el año que finalizó en junio, con un aumento en el índice de precios de gastos de consumo personal de 2.2 por ciento en abril. Los precios de artículos con un alto volumen de importación, como electrodomésticos, muebles, juguetes y juegos, se dispararon de mayo a junio.
— El miércoles, un informe sobre el producto interno bruto (PIB), el indicador más amplio de la economía estadunidense, mostró que éste creció a una tasa anual inferior a 1.3 por ciento durante el primer semestre del año, una disminución significativa respecto al crecimiento de 2.8 por ciento del año pasado.
“La economía simplemente como que avanza con dificultad”, dijo Guy Berger, investigador sénior del Burning Glass Institute, que estudia las tendencias del empleo. “Sí, la tasa de desempleo no ha aumentado, pero estamos creando muy pocos empleos. La economía ha crecido muy lentamente. Simplemente parece que persiste una economía lánguida”.
Trump achaca problemas económicos al presidente de la Fed
Trump ha intentado colgar la culpa de los problemas económicos a Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal (Fed), y expresó que la Fed debería recortar sus tasas de interés de referencia —aunque hacerlo podría generar una inflación más alta.
Trump ha respaldado públicamente a dos gobernadores de la Fed, Christopher Waller y Michelle Bowman, por votar a favor de recortar las tasas en la reunión del miércoles. Pero su lógica no es la que el presidente quiere escuchar: les preocupaba, en parte, la desaceleración del mercado laboral.
No obstante, esta es una apuesta económica enorme por parte de Trump y quienes impulsan tasas más bajas, con la creencia de que las hipotecas serán más asequibles como resultado e impulsarán la actividad de compra de viviendas.
Su política arancelaria ha cambiado repetidamente en los últimos seis meses, y las últimas cifras sobre impuestos a la importación son un sustituto de lo que el presidente anunció en abril —que provocó una caída de la bolsa. Esto podría no ser un simple ajuste puntual, como argumentan algunos miembros de la junta de la Reserva Federal y funcionarios del gobierno de Trump.
Por supuesto, Trump no puede decir que nadie le advirtió sobre las posibles consecuencias de sus políticas económicas.
Biden, entonces el presidente saliente, hizo precisamente eso en un discurso pronunciado en diciembre pasado en la Brookings Institution —una organización sin fines de lucro que realiza investigaciones para mejorar políticas en todos los niveles de gobierno—, en el que declaró que el costo de los aranceles acabarán por afectar a los trabajadores y las empresas estadounidenses.
“Parece decidido a imponer aranceles elevados y universales a todos los bienes importados a este país, con la creencia errónea de que los demás países asumirán el costo de esos aranceles, y no el consumidor estadunidense”, dijo Biden. “Yo creo que este acercamiento es un error enorme”.
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02 de agosto de 2025 21:13
Washington. A pesar de todas las promesas del presidente Donald Trump de una “época dorada” económica, una serie de indicadores débiles esta semana reveló una situación potencialmente preocupante, a medida que el impacto de sus políticas se hace evidente.
El aumento del empleo disminuye. La inflación comienza a aumentar. El crecimiento se ha desacelerado en comparación con el año pasado.
A más de seis meses desde que inició su segundo mandato, la oleada de incrementos a los aranceles de Trump y su nueva ley de impuestos y gastos han transformado los sistemas comercial, manufacturero, energético e impositivo de Estados Unidos a su gusto.
Está ansioso por atribuirse el mérito de cualquier victoria que pueda suceder —y busca a quién culpar si la situación financiera comienza a tambalearse.
Pero hasta ahora, este no es el auge que prometió el presidente republicano, y su capacidad para culpar a Joe Biden —su predecesor demócrata— por cualquier desafío económico se ha desvanecido, ya que la economía mundial depende de cada una de sus palabras y publicaciones en redes sociales.
Cuando el informe de empleo del viernes resultó ser decididamente desalentador, Trump ignoró las advertencias de los datos y despidió a la directora de la agencia que elabora las cifras mensuales de empleo.
“Cifras importantes como esta deben ser justas y precisas; no pueden manipularse con fines políticos”, escribió Trump en su red social Truth Social, sin ofrecer pruebas que respalden su afirmación. “La economía está EN AUGE”, afirmó.
Política de riesgo
Es posible que las cifras decepcionantes sean dificultades iniciales debido a la rápida transformación causada por Trump y que un crecimiento más sólido se reanude —pero también pueden ser un anticipo de más disrupciones por venir.
El uso agresivo de aranceles, órdenes ejecutivas, recortes de gastos y cambios en el código tributario por parte de Trump conlleva un riesgo político significativo si no es capaz de generar prosperidad para la clase media.
Los efectos de sus nuevos aranceles tardarán varios meses en repercutir en la economía, justo cuando muchos aliados de Trump en el Congreso estén en campaña para las elecciones intermedias.
“Considerando lo temprano que estamos en su mandato, Trump ya ha tenido un impacto inusualmente grande en la economía”, dijo Alex Conant, estratega republicano de Firehouse Strategies, firma de asuntos públicos que diseña campañas estratégicas para clientes empresariales.
“El impacto inflacionario completo de los aranceles no se sentirá sino hasta 2026. Desafortunadamente para los republicanos, ese es también un año electoral”.
La Casa Blanca presentó la avalancha de acuerdos comerciales previos al anuncio arancelario del jueves como prueba de la destreza negociadora de Trump.
La Unión Europea, Japón, Corea del Sur, Filipinas, Indonesia y otras naciones que la Casa Blanca declinó nombrar acordaron que Estados Unidos podría aumentar los aranceles sobre sus productos sin hacer lo mismo con los productos estadounidenses. Trump simplemente estableció las tasas de los aranceles a otros países que carecían de acuerdos.
Estadunidenses serán quienes más sientan los costos de esos aranceles
Muchos estadunidenses serán quienes más sientan los costos de esos aranceles —impuestos pagados sobre las importaciones a Estados Unidos— en forma de precios más elevados, pero aún se desconoce en qué medida.
“Para la Casa Blanca y sus aliados, un aspecto clave de la gestión de las expectativas y la política económica de Trump es mantenerse alerta en lo que respecta a la percepción pública”, dijo Kevin Madden, estratega republicano.
Apenas 38 por ciento de los adultos aprueba la gestión de la economía por parte de Trump, según una encuesta realizada en julio por The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research (The Associated Press-Centro NORC para la Investigación de Asuntos Públicos), una organización apartidista de investigación para guiar decisiones políticas y económicas con base en ciencias sociales.
Esta cifra es inferior a la del final del primer mandato de Trump, cuando la mitad de los adultos aprobaba su liderazgo económico.
La Casa Blanca pinta un panorama más optimista, y afirma que la economía emerge de un periodo de incertidumbre tras la reestructuración de Trump y repite las ganancias económicas observadas en su primer mandato, antes del golpe de la pandemia.
“El presidente Trump está implementando la misma combinación de políticas de desregulación, comercio más justo y recortes de impuestos que promueven el crecimiento a una escala aún mayor. A medida que estas políticas entren en vigor, lo mejor está por venir”, sostuvo Kush Desai, portavoz de la Casa Blanca.
Políticas de Trump repercuten en el crecimiento económico, inflación y empleo
Las cifras económicas de la última semana muestran las dificultades que Trump podría enfrentar si las cifras continúan en su dirección actual:
— El informe de empleo del viernes reflejó que los empleadores estadunidenses han eliminado 37 mil empleos en el sector manufacturero desde la implementación de los aranceles por parte de Trump en abril, lo que contradice las afirmaciones previas de la Casa Blanca sobre una reactivación de las fábricas.
— La contratación neta se ha desplomado en los últimos tres meses, con un aumento de tan solo 73 mil empleos en julio, 14 mil en junio y 19 mil en mayo —una disminución combinada de 258 mil empleos respecto a lo indicado anteriormente. En promedio, el año pasado, la economía creó 168 mil empleos al mes.
— Un informe de inflación del jueves mostró que los precios aumentaron 2.6 por ciento durante el año que finalizó en junio, con un aumento en el índice de precios de gastos de consumo personal de 2.2 por ciento en abril. Los precios de artículos con un alto volumen de importación, como electrodomésticos, muebles, juguetes y juegos, se dispararon de mayo a junio.
— El miércoles, un informe sobre el producto interno bruto (PIB), el indicador más amplio de la economía estadunidense, mostró que éste creció a una tasa anual inferior a 1.3 por ciento durante el primer semestre del año, una disminución significativa respecto al crecimiento de 2.8 por ciento del año pasado.
“La economía simplemente como que avanza con dificultad”, dijo Guy Berger, investigador sénior del Burning Glass Institute, que estudia las tendencias del empleo. “Sí, la tasa de desempleo no ha aumentado, pero estamos creando muy pocos empleos. La economía ha crecido muy lentamente. Simplemente parece que persiste una economía lánguida”.
Trump achaca problemas económicos al presidente de la Fed
Trump ha intentado colgar la culpa de los problemas económicos a Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal (Fed), y expresó que la Fed debería recortar sus tasas de interés de referencia —aunque hacerlo podría generar una inflación más alta.
Trump ha respaldado públicamente a dos gobernadores de la Fed, Christopher Waller y Michelle Bowman, por votar a favor de recortar las tasas en la reunión del miércoles. Pero su lógica no es la que el presidente quiere escuchar: les preocupaba, en parte, la desaceleración del mercado laboral.
No obstante, esta es una apuesta económica enorme por parte de Trump y quienes impulsan tasas más bajas, con la creencia de que las hipotecas serán más asequibles como resultado e impulsarán la actividad de compra de viviendas.
Su política arancelaria ha cambiado repetidamente en los últimos seis meses, y las últimas cifras sobre impuestos a la importación son un sustituto de lo que el presidente anunció en abril —que provocó una caída de la bolsa. Esto podría no ser un simple ajuste puntual, como argumentan algunos miembros de la junta de la Reserva Federal y funcionarios del gobierno de Trump.
Por supuesto, Trump no puede decir que nadie le advirtió sobre las posibles consecuencias de sus políticas económicas.
Biden, entonces el presidente saliente, hizo precisamente eso en un discurso pronunciado en diciembre pasado en la Brookings Institution —una organización sin fines de lucro que realiza investigaciones para mejorar políticas en todos los niveles de gobierno—, en el que declaró que el costo de los aranceles acabarán por afectar a los trabajadores y las empresas estadounidenses.
“Parece decidido a imponer aranceles elevados y universales a todos los bienes importados a este país, con la creencia errónea de que los demás países asumirán el costo de esos aranceles, y no el consumidor estadunidense”, dijo Biden. “Yo creo que este acercamiento es un error enorme”.
Aranceles de Trump afectan negocios de bienes de consumo de Warren Buffett
Warren Buffett, presidente y director ejecutivo de Berkshire Hathaway, habla durante una entrevista con Liz Claman en el programa "Countdown to the Closing Bell" de Fox Business Network, el 7 de mayo de 2018, en Omaha, Nebraska. Foto Ap Foto autor
Reuters
02 de agosto de 2025 20:38
Nueva York. Berkshire Hathaway, propiedad de Warren Buffett, dijo el sábado que sus negocios de bienes de consumo se vieron afectados por la política comercial del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que elevó los aranceles a los productos importados.
El grupo de productos de consumo del conglomerado, que incluye empresas como Fruit of the Loom, Jazwares y Brooks Sports, registró ingresos por 189 millones de dólares en el segundo trimestre, un descenso de 5.1 por ciento respecto al año anterior, debido a menores volúmenes, aranceles y reestructuraciones empresariales.
Berkshire dijo que los aranceles produjeron retrasos en pedidos y envíos.
Aún así, la empresa reportó que los ingresos del fabricante de calzado Brooks aumentaron 18.4 por ciento en el segundo trimestre, al incrementarse las ventas de unidades.
El conglomerado de Buffett es seguido de cerca por los inversores, ya que su amplia gama de negocios en diferentes sectores se considera un microcosmos de la economía estadounidense en general.
En mayo, durante la reunión anual de Berkshire, Buffett defendió firmemente el libre comercio, afirmando que los aranceles no deberían ser un “arma”, y agregó: “Un comercio equilibrado es bueno para el mundo”.
El sábado, el conglomerado dijo que sus ingresos operativos del segundo trimestre cayeron 4 por ciento a 11 mil 160 millones de dólares, desde 11 mil 600 millones de dólares un año antes.
Gobierno español libra guerra contra alojamientos turísticos
Recientemente, Airbnb o Booking han anulado más de 65 mil anuncios por exigencia judicial
▲ El alza de los precios de alquiler y de venta de casas son causa de protestas.Foto Afp
Armando G. Tejeda Corresponsal
Periódico La Jornada Domingo 3 de agosto de 2025, p. 17
Madrid. Juan José Alou es un ciudadano español que vive en Palma de Mallorca, uno de los centros turísticos más importantes del país. A sus 59 años y con un trabajo estable, pero precario, tiene que vivir en una auto caravana (casa rodante) porque no tiene otra alternativa.
Acceder a la vivienda es algo imposible, aun cobrando bien, explica, en lo que resume una de las raíces del que se ha convertido en uno de los problemas principales de la sociedad española: el acceso a la vivienda.
Y, ante la presión por el malestar social, el gobierno español, presidido por el socialista Pedro Sánchez, entró en guerra abierta contra los alojamientos turísticos, sobre todo contra las plataformas multinacionales que las gestionan, es decir Airbnb o Booking, que en los últimos días han tenido que anular de sus portales más de 65 mil anuncios por requerimiento judicial y están a la espera de que la justicia confirme la presunta ilegalidad de otros 55 mil.
España recibe al año más de 100 millones de turistas, pero además en la suma global, es decir entre los extranjeros y los autóctonos, el flujo de turistas al año al interior del país roza los 300 millones. De ahí que la irrupción de los llamados pisos de alojamiento turístico, que surgió a partir del año 2010, tuviera una gran expansión en los principales centros de llegada de turistas, como Madrid, Barcelona, las Islas Baleares o el archipiélago canario.
Este nuevo fenómeno trajo consigo problemáticas inéditas, como la gentrificación de los barrios, la expulsión del centro histórico de las urbes de las familias o residentes tradicionales, el encarecimiento de los insumos y, por supuesto, la escasez de vivienda de alquiler de larga temporada.
El negocio ha sido tan suculento que muchos han preferido explotar su vivienda así, ya que la diferencia económica llega a ser hasta cuatro veces más que la renta habitual.
Los problemas estructurales en la vivienda en España han provocado que actualmente una de cada cuatro personas, es decir 25 por ciento de la población, considera que la vivienda es el principal problema del país, según el Centro de Investigaciones Sociológicas.
Y ese porcentaje va en en aumento en los últimos años, de la mano del alza continua de los precios del alquiler y de la venta y dificultades para hallar una vivienda asequible.
De acuerdo con los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, menos de 20 por ciento del parque inmobiliario de España está en alquiler y apenas 2.7 por ciento es social.
Esta última cifra contrasta con la media de la Unión Europea y con la de algunos países con políticas sólidas de vivienda protegida, como los Países Bajos, Austria o Dinamarca, donde el alquiler social supera 20 por ciento del parque de vivienda.
Varias causas del problema
España no ha construido casi nada de vivienda social en los últimos 15 años, de los cuales al menos siete ha gobernado la coalición de izquierdas que actualmente dirige el país.
Y así lo explica el ciudadano mallorquín que vive en su auto caravana: Todo esto es debido a las malas gestiones que hemos tenido en los últimos años de abrir las puertas a los pisos turísticos, con lo que ahora todo el mundo quiere cobrar mil euros en una semana en lugar de mil euros por un mes. Y eso ha llevado a que gente que trabaja, como yo, tenemos que vivir en una caravana sí o sí. No tenemos otra opción.
Francesc González Reverté y Pablo Díaz Luque son catedráticos de la Universidad Abierta de Cataluña y elaboraron un análisis enfocado precisamente en el problema estructural de la vivienda y el auge de los pisos turísticos.
“Cuando el acceso a la vivienda se ve restringido a la oferta del sector privado, cualquier actor extra que compita por la vivienda en el mercado, como las plataformas de alquiler turístico, lo tensiona más y deriva en situaciones de desigualdad social.
Y esto es el resultado de dejar el acceso a la vivienda, casi exclusivamente, en manos del sector privado, de la ausencia de políticas sólidas de vivienda social y de la falta de suelo para uso residencial en áreas urbanas con demanda creciente”.
En el informe explican que en ciudades turísticas con un mercado de la vivienda tensionado, el alquiler temporal turístico ejerce una presión extra que termina por generar el aumento de los precios de alquiler, el incremento general del precio de la vivienda y, en los casos más graves, el desplazamiento residencial de personas que son apartadas del mercado de compraventa y de alquiler.
Advierten que es importante “reflexionar sobre una tercera vía ante el problema de la vivienda temporal que exige la negociación entre actores para así aprovechar los recursos –las viviendas– de elevado valor social potencial. Para poder pasar de una situación hipotética ideal –el potencial que ofrecen las personas propietarias– a una real –transformar las viviendas a alquiler social–, hacen falta políticas de intervención sólidas”.
La mayoría de turistas está en los hoteles, alegan
El consejero delegado de Airbnb en España, el madrileño Jaime Rodríguez de Santiago, explicó a La Jornada que “la inmensa mayoría de los turistas en Europa llegan a hoteles, que suponen hasta siete veces más de turistas que los alojamientos turísticos, que sólo es una pieza más del fenómeno.
“Las causas de las vivienda en España son profundas, así que la eliminación del alquiler de corta duración ni reduce el turismo ni va a solucionar el problema del incremento de la vivienda.
Airbnb es una marca visible, poderosa, es el símbolo de una transformación del sector turístico. Y nunca es del agrado de los incumbentes, con lo que hay una reacción contra los nuevos competidores. En un debate que debería ser más racional, hemos acabado en uno emocional de extremos, del todo o nada. Hay espacio para hacer regulaciones inteligentes. Tomar una decisión entre todos”.
En cualquier caso, los datos de infracciones de este tipo de plataformas también son públicos, además de los miles de anuncios de propiedad que no cumplen con los requisitos legales.
La Agencia de Actividades impuso 92 sanciones a pisos turísticos sin la preceptiva licencia en el año 2024, de las cuales 89 fueron por valor de 30 mil euros (630 mil pesos) cada una y las tres restantes por valor de 60 mil euros (un millón 260 mil pesos), por reincidencia.
Además, a lo largo del pasado año, se restableció la legalidad en 251 viviendas turísticas ilegales, lo que supone un incremento respecto a 2023, cuando esta cifra fue de 138.
La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, insistió en la urgencia de terminar con los pisos turísticos ilegales que expulsan a las familias de sus barrios y terminar con el fraude en los alquileres de temporada que algunos arrendatarios usan para especular con el precio de la vivienda.
La guerra es abierta y se prevé que se recrudezca aún más ante el aumento del problema de fondo y estructural de la vivienda.
Uso de datos de la IA podría subir los precios de la electricidad, dice el FMI
Expertos consideran que el efecto en el consumo es incierto
▲ La energía que requirió la inteligencia artificial en 2023 estuvo al nivel de la demanda en Alemania y Francia.Foto Afp
Alejandro Alegría
Periódico La Jornada Domingo 3 de agosto de 2025, p. 18
La mayor demanda de electricidad para mantener los centros de datos que sustentan la inteligencia artificial (IA) no sólo pone en riesgo las inversiones en el sector energético, sino también los costos de este insumo, de acuerdo con especialistas del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Al igual que la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés), analistas del organismo mundial consideran que el mayor uso de la tecnología, en particular para mantener en funcionamiento la infraestructura, está generando incertidumbre (https://tinyurl.com/2mvcmr3u).
El efecto neto sobre la demanda eléctrica es aún incierto, lo que podría retrasar las inversiones energéticas y provocar un aumento en los precios, señalaron Christian Bogmans, Patricia Gómez-González, Giovanni Melina y Sneha Thube en un artículo del FMI.
De acuerdo con los especialistas, las autoridades y las empresas deben trabajar para que la IA alcance su potencial, pero también es necesario que se minimicen los costos.
El reporte refiere que la IA es una fuente emergente de productividad y crecimiento económico que además está redefiniendo el empleo y la inversión, pues también es un factor que puede impulsar el mayor dinamismo económico mundial anual.
Pero esto también se traduce en una mayor demanda de energía para los centros de procesamiento de datos, lo que significa presión para las redes de suministro eléctrico.
Refirió que datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) indicaron que los centros de datos de todo el mundo consumieron más de 500 teravatios-hora de electricidad en 2023.
Este dato representó más del doble del consumo eléctrico anual entre 2015 y 2019, pero está al mismo nivel de la energía consumida por Alemania o Francia en 2023.
Los especialistas apuntaron que la OPEP considera que la demanda de energía de este tipo de infraestructura tecnológica puede triplicarse para 2030, lo cual significa que consumirán mil 500 teravatios-hora.
De alcanzar ese nivel, los centros de datos consumirían el mismo volumen de energía que India, país que es considerado la tercera nación con mayor consumo a nivel global.
El reporte del FMI también señala que estos niveles superarían con creces el estimado del consumo de los vehículos eléctricos, ya que para finales de la década, supondrían 1.5 veces más electricidad que la utilizada por estos automóviles.
El auge en la construcción de nuevos almacenes para albergar datos en la nube y responder a las preguntas dirigidas a la IA hace patente la urgencia a la que se enfrentan las autoridades, que necesitan estrategias energéticas eficaces con las cuales garantizar que una oferta adecuada sea capaz de responder a una demanda en aumento, señalaron los especialistas.
Destacaron que la creciente demanda energética del sector tecnológico estimulará la oferta total, lo que se puede traducir en un leve incremento en los precios de la electricidad.
Por el contrario, si la estrategia en el sector energético para satisfacer la demanda es lenta, se corre el riesgo de que se observen aumentos más perceptibles, lo cual perjudicará a los consumidores y a las empresas, y posiblemente frenen el crecimiento del propio sector de la IA.
Los expertos consideraron que aplicar políticas que incentiven el uso de múltiples fuentes de energía puede mejorar la oferta de electricidad, ayudar a mitigar las subidas de precios y contener las emisiones.