domingo, 14 de septiembre de 2025

Brasil: ahora, a ver qué pasará.

Eric Nepomuceno
La semana terminó con datos concretos. El desequilibrado ultraderechista Jair Bolsonaro fue condenado a 27 años y tres meses de cárcel. Seis de sus auxiliares más directos, cinco de ellos militares retirados, también están sujetos a penas que van de 19 a 26 años de cárcel.
Ahora entramos en una nueva etapa. Acorde a la legislación, todos, Bolsonaro inclusive, pueden recurrir. Pero como las penas fueron determinadas por el Superior Tribunal Federal (STF), instancia máxima de la Justicia, a lo sumo lograrán alguna reducción de sus condenas. Nada, en todo caso, que los libre de ser enviados a una cárcel por un periodo mínimo de seis años, acorde a la condena de cada uno.
En el caso de Bolsonaro, su mejor perspectiva es que de los 27 años y tres meses tenga que permanecer detenido solamente 14 años y medio.
El juicio terminó formalmente el viernes, cuando los abogados de defensa podrían pedir más tiempo para analizar las decisiones. Pero desde el día anterior ya se sabía que la condena impuesta por el Superior Tribunal Federal sería validada. La sorpresa ocurrió el jueves, cuando uno de los integrantes del STF, el juez Luiz Fux, optó por declarar inocente a Bolsonaro.
En Brasil, el STF –que cuenta con 11 integrantes– suele trabajar dividido en grupos de cinco, y muy raramente actúa con todos sus integrantes. El motivo de esa división es el elevadísimo número de casos que recurren a la instancia máxima de la Justicia.
La acusación contra Bolsonaro y sus cómplices fue juzgada por uno de los grupos de cinco.
El jueves le tocó el turno de votar a Fux. Su intervención duró casi 13 horas y sorprendió a todos, inclusive a sus colegas de toga. Con enfática vehemencia, que no era esperada y mucho menos el larguísimo tiempo de voto, dijo no haber encontrado vestigios concretos de la participación de Bolsonaro en la planificación de un intento de golpe para impedir la toma de posesión de Lula da Silva, luego de su victoria frente a Bolsonaro en las elecciones de 2022, quizá la más disputada en la historia de la República brasileña.
En seguida votó la jueza Cármen Lúcia, cuya participación duró poco menos de dos horas. Con énfasis similar al de su colega, condenó a Bolsonaro. Y por fin vino el voto del juez Cristiano Zanin, confirmando el voto de la magistrada.
Quedan pendencias. La defensa de Bolsonaro puede pedir reducción de la pena que le fue impuesta, pero nadie –ni siquiera sus abogados– parece creer en esa posibilidad.
Y queda una alerta: sondeos muestran que mientras 50 por ciento de los encuestados creen en la culpa del ultraderechista en el intento de llegar a un golpe de Estado, 40 por ciento dicen no creer y 10 por ciento no se manifiestan.
Tampoco se sabe hacia dónde el juez Alexandre de Moraes, que preside el juicio, determinará que el ultraderechista sea conducido. La defensa argumenta que a raíz de la edad de Bolsonaro –70 años– y de la fragilidad de su salud, él sea conducido a prisión domiciliar. Situación en que, a propósito, ya se encuentra, por haber violado determinaciones del mismo juez Moraes.
Si quedan unas tantas dudas y tendencias, se impone una certeza concreta: nunca en la historia de la República brasileña la instancia suprema de Justicia actuó con semejante severidad y de tal manera para imponer la tan necesaria –y que valga la repetición– justicia.

El Sur Global toma las riendas de su destino
Hay alternativas al modelo hegemónico, destaca experto mexicano
Xinhua
Periódico La Jornada   Domingo 14 de septiembre de 2025, p. 15
El fortalecimiento de la cooperación entre los países del Sur Global responde a una necesidad histórica y marca un cambio profundo en el sistema internacional, afirmó el comunicólogo mexicano, Ulises Leyva, director de Medios de Comunicación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México.
En entrevista reciente con Xinhua, durante su participación como invitado en el Foro de Medios de Comunicación y Think Tanks del Sur Global 2025, efectuado en Kunming, en la provincia china de Yunnan, Leyva sostuvo que el significado de la cooperación Sur-Sur es unívoco.
“Somos más que una suma de países: somos una fuerza colectiva que redefine el equilibrio mundial y convierte al Sur Global en protagonista de su propio destino.”
De acuerdo con Leyva, durante décadas, muchas naciones del Sur fueron vistas como actores periféricos en la arena global, pero hoy en día son capaces de construir rutas propias de desarrollo.
“Fortalecer nuestra cooperación significa pasar de ser receptores de políticas externas, a diseñar en conjunto nuestras propias rutas.”
El experto subrayó que la cooperación es también “un acto de soberanía compartida”, ya que al sumar experiencias, recursos y capacidades, los países del Sur logran reducir brechas tecnológicas, comerciales y culturales.
No se trata únicamente de integrarse en cadenas productivas, puntualizó el entrevistado, sino de construir cadenas de valor con identidad propia.
Leyva expuso que este proceso permite elaborar narrativas comunes frente a grandes desafíos como el cambio climático, la preservación cultural, la soberanía alimentaria y la innovación tecnológica.
“Juntos podemos mostrar que hay alternativas al modelo hegemónico, basadas en el respeto a la diversidad y en la solidaridad.”
Sobre el Foro de Medios de Comunicación y Think Tanks del Sur Global, el directivo del INAH lo describió como “una plataforma estratégica que conecta ideas con acción”, así como un espacio que ha sido crucial para impulsar investigaciones conjuntas, programas de intercambio y una agenda mediática propia.
Para avanzar en la cooperación, consideró necesario que los países del Sur Global fortalezcan tres frentes básicos.
“Primero, construir redes de investigación que generen conocimiento útil. Segundo, desarrollar plataformas de información conjunta que contrarresten estigmas y sesgos mediáticos. Y tercero, impulsar proyectos de formación para periodistas, investigadores y comunicadores que respondan a nuestras realidades”, consideró el director de Medios del INAH.
El especialista resaltó que el desarrollo de China constituye “un referente poderoso para el Sur Global”, pues demuestra que es posible crecer de forma acelerada, reducir la pobreza y avanzar en innovación tecnológica sin renunciar a la identidad cultural, así que este aprendizaje “tiene un valor incalculable para países como México”.

Rusia estudia plan de México para elevar aranceles a importaciones
“El mencionado plan de las autoridades mexicanas fue anunciado estos días. Rusia estudia este asunto y se le prestará la atención debida”, dijo el embajador en ese México, Nikolái Sofinski. 
Foto: @mae_rusia   Foto autor
Sputnik
13 de septiembre de 2025 19:12
Rusia analiza los planes del gobierno de México para subir los aranceles a las importaciones de productos rusos de 20 por ciento actual a 50 por ciento en 2026, aseguró el embajador en ese país latinoamericano, Nikolái Sofinski.
“El mencionado plan de las autoridades mexicanas fue anunciado estos días. Rusia estudia este asunto y se le prestará la atención debida”, dijo el diplomático a Sputnik.
El pasado jueves, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, confirmó su proyecto para aumentar los aranceles a las importaciones de productos de Rusia, China y otros países del 20 por ciento actual a un 50 por ciento en 2026.
La mandataria agregó que los nuevos aranceles que contiene el Paquete Económico 2026 enviado el 8 de septiembre al Congreso son parte del Plan México para atraer inversiones extranjeras y nacionales que hagan avanzar a la segunda economía latinoamericana del lugar 12 al 10 a nivel mundial en 2030.
El nuevo nivel de impuestos a las importaciones, que debe aprobar el Poder Legislativo en octubre, sería aplicado a países como China, Corea del Sur, India, Indonesia, Rusia y Tailandia, de acuerdo al proyecto de ingresos y gastos del gobierno federal del año próximo, de acuerdo con lo explicado por la Secretaría de Economía.
La secretaría federal de Economía difundió una lista de 19 sectores de importaciones y más de mil 400 nuevas “fracciones arancelarias”, que incluyen autos, vestidos, plástico, productos de manufactura, aluminio y vidrio, entre otros, procedentes de China y otras naciones sin tratado de libre comercio con el país norteamericano.
La presidenta mexicana aseguró que las medidas están dentro de las reglas establecidas de la Organización Mundial de Comercio que permiten subir los aranceles a las importaciones hasta determinados límites.
Sheinbaum negó que su nueva política comercial esté relacionada con las negociaciones con su par estadunidense, Donald Trump, que amenaza con aranceles de 30 por ciento a las exportaciones mexicanas.