El activista enarbolaba lo más sagrado de EU, afirma
▲ Simpatizantes rezan durante una vigilia de oración por Charlie Kirk en el condado de Lake, en Tavares, Florida.Foto Afp
David Brooks y Jim Cason Corresponsales
Periódico La Jornada Viernes 12 de septiembre de 2025, p. 26
▲ El sospechoso de haber disparado contra el líder ultraconservador en la Universidad del Valle de Utah, que ayer seguía prófugo.Foto Afp
Nueva York., El presidente Donald Trump y una amplia gama de sus aliados usaron el asesinato del líder ultraconservador Charlie Kirk para declarar la guerra contra la izquierda y otros opositores en Estados Unidos.
Trump elogió a Kirk como una figura heroica que enarbolaba todo lo más sagrado de Estados Unidos. “Por años, aquellos en la izquierda radical han comparado a estadunidenses maravillosos como Charlie a nazis y los peores asesinos masivos y criminales del mundo”, declaró Trump el miércoles poco después del asesinato. “Este tipo de retórica es directamente responsable del terrorismo que estamos viendo en nuestro país hoy día”. Agregó que “la violencia de la izquierda radical ha dañado a demasiada gente inocente y tomado demasiadas vidas”. En su mensaje, aseguró que perseguirá a toda persona y organización responsable de esta violencia.
Trump ha usado el término de “izquierda radical” contra casi todo opositor, desde el ex presidente Joe Biden a manifestantes en las calles. Este jueves, su ex estratega político y figura clave en el movimiento de derecha Steve Bannon declaró que “Charlie Kirk es una baja de guerra. Estamos en guerra en este país”.
Katie Miller, esposa del asesor principal del presidente Trump, Stephen Miller, repitió lo que parece ser el nuevo mensaje conservador que se está empleando en torno al asesinato: “Nos llamaron Hitler, nazis, y racistas. Ustedes tienen sangre en las manos”.
El supremacista blanco Matt Forney equiparó el asesinato de Kirk al incendio del Reichstag en 1933 que fue usado por Hitler para tomar poder. “Es tiempo para una represión total de la izquierda, todo político demócrata debería ser arrestado y su partido prohibido”.
Laura Loomer, influyente comentarista e íntima asesora personal de Trump, afirmó este jueves: “cada una de las agrupaciones de izquierda que financian protestas violentas deben ser clausuradas y enjuiciadas”.
Trump señaló que Kirk había viajado “alegremente por el país dialogando con todos”, promoviendo la libertad y la justicia. Construyó un movimiento de jóvenes conservadores por todo el país y fue clave en la elección del republicano.
Pero la realidad es que Kirk fue un fomentador explícito de odio racista y xenófobo. “Islam es la espada que la izquierda está usando para cortar la garganta de América”, afirmó recientemente en un discurso. Con frecuencia proponía que gente que no estaba de acuerdo con él debería ser deportada. En una cita, sostuvo que “los nazis no fueron objetivamente malvados” y en otra ocasión declaró que el reverendo Martin Luther King Jr era “horrible”.
Por el momento, se desconocen los motivos del asesino. Mientras el presidente de inmediato y sin mayor información declaró que los responsables del delito era lo que llama la “izquierda radical”, las principales figuras demócratas del país, junto con organizaciones civiles, condenaron el asesinato y llamaron a un fin de toda violencia política en Estados Unidos.
El periodista Mehdi Hasan reportó ayer que en los hechos la violencia política más extrema ha provenido de la derecha. Dio como ejemplos que fue un simpatizante de Trump quien asesinó a una diputada estatal demócrata y su marido en Minnesota en junio; el hombre acusado de incendiar la casa del gobernador demócrata de Pensilvania en abril fue un trumpista, y el hombre que envió bombas caseras a los hogares de Barack Obama, Joe Biden y Hillary Clinton hace unos años fue un simpatizante de Trump.
Algunos comentaristas también recuerdan que el acto de violencia política inédita en la historia del país fue un intento de golpe de Estado con el asalto violento del Capitolio el 6 de enero de 2021, incitado por Trump. Durante ese episodio, fueron simpatizantes del mandatario quienes intentaron colgar a su vicepresidente y buscaron a la presidenta de la Cámara Baja para secuestrarla.
Durante los últimos años, se ha debatido el peligro de que la polarización política de Estados Unidos podría generar cada vez más violencia en un país con la población más armada del mundo. A la vez, el mandatario está amenazando con enviar tropas militares a otras ciudades, después de desplegar fuerzas armadas en Los Ángeles y Washington DC, todas entidades gobernadas por sus opositores.
Y esta disputa se extiende a nivel internacional. Este jueves, el subsecretario de Estado, Christopher Landau, amenazó con castigos, incluyendo negar visas, a extranjeros que “elogian, racionalizan o se burlan” de la muerte de Charlie Kirk.
Trump ha ordenado que las banderas sean izadas a media asta y su vicepresidente JD Vance está acompañando el cuerpo de Kirk y su familia de Utah para regresar a su casa en Arizona.
Anoche continuaba la búsqueda del responsable y averiguar quién es y por qué asesinó a Kirk, algo que por ahora nadie sabe.
Trump ha usado el término de “izquierda radical” contra casi todo opositor, desde el ex presidente Joe Biden a manifestantes en las calles. Este jueves, su ex estratega político y figura clave en el movimiento de derecha Steve Bannon declaró que “Charlie Kirk es una baja de guerra. Estamos en guerra en este país”.
Katie Miller, esposa del asesor principal del presidente Trump, Stephen Miller, repitió lo que parece ser el nuevo mensaje conservador que se está empleando en torno al asesinato: “Nos llamaron Hitler, nazis, y racistas. Ustedes tienen sangre en las manos”.
El supremacista blanco Matt Forney equiparó el asesinato de Kirk al incendio del Reichstag en 1933 que fue usado por Hitler para tomar poder. “Es tiempo para una represión total de la izquierda, todo político demócrata debería ser arrestado y su partido prohibido”.
Laura Loomer, influyente comentarista e íntima asesora personal de Trump, afirmó este jueves: “cada una de las agrupaciones de izquierda que financian protestas violentas deben ser clausuradas y enjuiciadas”.
Trump señaló que Kirk había viajado “alegremente por el país dialogando con todos”, promoviendo la libertad y la justicia. Construyó un movimiento de jóvenes conservadores por todo el país y fue clave en la elección del republicano.
Pero la realidad es que Kirk fue un fomentador explícito de odio racista y xenófobo. “Islam es la espada que la izquierda está usando para cortar la garganta de América”, afirmó recientemente en un discurso. Con frecuencia proponía que gente que no estaba de acuerdo con él debería ser deportada. En una cita, sostuvo que “los nazis no fueron objetivamente malvados” y en otra ocasión declaró que el reverendo Martin Luther King Jr era “horrible”.
Por el momento, se desconocen los motivos del asesino. Mientras el presidente de inmediato y sin mayor información declaró que los responsables del delito era lo que llama la “izquierda radical”, las principales figuras demócratas del país, junto con organizaciones civiles, condenaron el asesinato y llamaron a un fin de toda violencia política en Estados Unidos.
El periodista Mehdi Hasan reportó ayer que en los hechos la violencia política más extrema ha provenido de la derecha. Dio como ejemplos que fue un simpatizante de Trump quien asesinó a una diputada estatal demócrata y su marido en Minnesota en junio; el hombre acusado de incendiar la casa del gobernador demócrata de Pensilvania en abril fue un trumpista, y el hombre que envió bombas caseras a los hogares de Barack Obama, Joe Biden y Hillary Clinton hace unos años fue un simpatizante de Trump.
Algunos comentaristas también recuerdan que el acto de violencia política inédita en la historia del país fue un intento de golpe de Estado con el asalto violento del Capitolio el 6 de enero de 2021, incitado por Trump. Durante ese episodio, fueron simpatizantes del mandatario quienes intentaron colgar a su vicepresidente y buscaron a la presidenta de la Cámara Baja para secuestrarla.
Durante los últimos años, se ha debatido el peligro de que la polarización política de Estados Unidos podría generar cada vez más violencia en un país con la población más armada del mundo. A la vez, el mandatario está amenazando con enviar tropas militares a otras ciudades, después de desplegar fuerzas armadas en Los Ángeles y Washington DC, todas entidades gobernadas por sus opositores.
Y esta disputa se extiende a nivel internacional. Este jueves, el subsecretario de Estado, Christopher Landau, amenazó con castigos, incluyendo negar visas, a extranjeros que “elogian, racionalizan o se burlan” de la muerte de Charlie Kirk.
Trump ha ordenado que las banderas sean izadas a media asta y su vicepresidente JD Vance está acompañando el cuerpo de Kirk y su familia de Utah para regresar a su casa en Arizona.
Anoche continuaba la búsqueda del responsable y averiguar quién es y por qué asesinó a Kirk, algo que por ahora nadie sabe.
Fox News: una proyección de manual
Pedro Miguel
Irán, un grupo armado irregular, un país sudamericano, Centroamérica y un río de cocaína articulando todo lo anterior: con estos elementos, una nota divulgada hace unos días por Fox News busca explicar por qué Donald Trump ordenó destripar a un número incierto de desdichados que viajaban en una lancha, en un punto ignoto del Caribe, sabrá Dios de dónde a dónde y a saber con qué propósito.
La fábula, firmada por Efrat Lachter, hilvana declaraciones de la portavoz del Departamento de Estado, Anna Kelly, de un agente retirado de la DEA de nombre Brian Townsend y de Danny Citrinowicz, “investigador del Instituto de Israel de Seguridad Nacional”, para argumentar que el crimen perpetrado por las fuerzas militares estadunidenses fue “la más reciente jugada de una campaña mayor para desmantelar el creciente narcoimperio de Hezbollah en Venezuela” (https://is.gd/3Dlme9).
Se adjunta un video en el que Marco Rubio truena contra el “narcoterrorismo”, un general retirado con cara de mala persona dice que “debemos ser consistentes en ese empeño” y la opositora venezolana María Corina Machado se relame los labios fantaseando con la caída en cadena de los gobiernos de su país, de Cuba y de Nicaragua.
O sea: la resistencia chiíta libanesa “se ha vuelto financiadora y lavadora de dinero de grupos narcoterroristas como el Tren de Aragua”, que es la conexión entre Irán y “la diáspora chiíta en Centro y Sudamérica” y que esto la convierte en un factor indispensable para “la estrategia de Irán en el hemisferio occidental”.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, por su parte, le permite a Hezbollah operar en Venezuela “sin ser perseguido”, de lo cual el mandatario y sus amigos “se benefician financieramente”.
El “cártel de los Soles”, afirma una de las voces citadas, “compuesto por militares de alto rango, gestiona y protege” los “cargamentos masivos de cocaína”. “¿Y quién blanquea todo este dinero del narcotráfico? Hezbollah”.
El batiburrillo amontona alegremente acusaciones sin ofrecer una sola prueba; parece una mera enumeración de enemigos diabólicos que, por serlo, han de estar necesariamente conectados entre sí. Pero esta asociación entre tráfico de cocaína, Irán, movimientos armados y Sudamérica lo lleva a uno a recordar que sí, que algo así ha existido en la realidad.
Ocurrió en los años 80 del siglo pasado, cuando el gobierno de Ronald Reagan, por medio de la CIA y del Departamento de Estado, organizó un sofisticado esquema de tráfico de drogas –sí, de cocaína– de Colombia a Estados Unidos, pasando por territorio mexicano y otro de venta de armas al archienemigo gobierno de la República Islámica, todo ello con el propósito de obtener fondos con los cuales comprar armas para entregarlas a los grupos de la contra nicaragüense que, por ese entonces, trataban de derrocar al gobierno sandinista de Nicaragua.
Fue un atajo muy astuto para burlar la prohibición del Congreso –la llamada Enmienda Bolland– de dar asistencia a los contrarrevolucionarios.
Esto último no es una mera aglomeración de paranoias: la vertiente del suministro de armas a Irán fue ampliamente documentado en el reporte final elaborado por la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia (https://is.gd/ShB4Rv). Las operaciones de narcotráfico fueron probadas por el reportero del San Jose Mercury News, quien fue misteriosamente asesinado tras la divulgación de su reportaje (https://is.gd/sP1zXY).
Y aunque sus conclusiones fueron desmentidas con sacrosanta indignación por medios mainstream ( Los Angeles Times, The New York Times y The Washington Post), a la postre, la propia CIA acabó reconociendo que “pasó por alto” las actividades de la contra en el tráfico de cocaína y crack (https://is.gd/TNt67b) (https://is.gd/KMh1Z2) y que en ocasiones disuadió a la DEA de investigarlas.
Según algunos, esa “disuasión” llegó a tanto como el asesinato del agente de la DEA Enrique Kiki Camarena Salazar, perpetrado en Guadalajara en febrero de 1985 (https://is.gd/KzBSMF) (https://is.gd/RLplc3), no necesariamente por Rafael Caro Quintero y Ernesto Don Neto Fonseca, sino acaso por el cubano anticastrista Félix Ismael Rodríguez, quien trabajaba para la CIA.
Dice una definición de proyección: “Para la sicología, la proyección representa un mecanismo de defensa que tiene lugar cuando las emociones atraviesan etapas conflictivas, sea por causas internas o externas, y consiste en adjudicar a otros individuos o incluso cosas el propio sentir, las ideas o reacciones que no se puedan aceptar, dado que al intentar sentirse identificado con ellas se sufre un estado de muchísima ansiedad que provoca rechazo, como si de un órgano incompatible se tratara” (https://is.gd/2zZGPx). Aplica también para medios de (des)información y para países.
navegaciones@yahoo.com
“Mega-operativo” de la DEA
Simón Vargas Aguilar *
En el ajedrez geopolítico del narcotráfico, todo parece indicar que la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) ha comenzado a mover piezas que podrían continuar golpeando las estructuras nacionales e internacionales (Venezuela-China-Irán) del cártel de Sinaloa.
El 8 de septiembre de 2025, de acuerdo con diversos medios de comunicación, la agencia anunció un operativo internacional que dejó 617 detenidos, más de 10 toneladas de drogas incautadas y un botín de 11 millones de dólares en efectivo, sin dar mayores explicaciones.
Ejecutado por 23 divisiones nacionales y siete regiones extranjeras, este “megaoperativo” se presenta como un triunfo contra las redes globales del cártel, a quien se responsabiliza de inundar Estados Unidos con veneno sintético.
Pero, ¿es esto un desmantelamiento real o sólo otra ofensiva más? El núcleo de esta operación radica en las declaraciones y traiciones internas del propio cártel, un colapso familiar que la DEA ha explotado con singular maestría.
La aceptación de culpa de Ismael El Mayo Zambada no es un capricho, implica cooperación con fiscales federales, detallando rutas de distribución desde laboratorios en Sinaloa hasta mercados en América, Europa y Asia.
Zambada, traicionado por su propio socio, Joaquín Guzmán López, quien lo entregó a cambio de inmunidad parcial, ha roto el código de omertá que lo mantuvo intocable por décadas. También El Chapo se siente traicionado por su padrino El Mayo Zambada con los testimonios de Rey Zambada y Jesús Vicente Zambada Niebla.
Es así que las declaraciones de El Mayo probablemente permitan el mapeo de alianzas con pandillas, flujos financieros en paraísos fiscales y, por supuesto, la cooperación de políticos, empresarios y altos mandos militares.
Aunque Joaquín Guzmán Loera pudo ser suficiente para hundir en una crisis a muchos países, su legado familiar ha sido el verdadero talón de Aquiles; sus hijos, conocidos como Los Chapitos, lideran la facción más violenta del cártel, ahora teniendo de aliada estratégica a la mafia china.
Y es que no podemos perder de vista que en mayo de 2025, 17 familiares directos, incluyendo la madre de Ovidio y parientes cercanos de El Chapo, cruzaron la frontera en San Diego, entregándose a la FBI y al ICE como parte de un acuerdo negociado con la administración Trump.
México confirmó el traslado, pero lo enmarcó como “negociación humanitaria”, aunque en lo que verdaderamente se traduce es en testimonios sobre información sensible a cambio de asilo o protección.
Esta rendición familiar, orquestada tras la captura de El Mayo, ha proporcionado inteligencia suficiente que impulsó las redadas de agosto, siendo que la DEA ha convertido al cártel en su propio informante.
Sin embargo, los 617 detenidos, desde mulas en Kentucky hasta distribuidores en California y otros países, plantean un enigma inquietante: ¿qué y a quiénes podrían llegar a delatar? Muchos optarán por exhibir sus entornos, pero sus silencios serán estremecedores.
Probablemente, hablarán de la corrupción en todos los niveles, revelarán las conexiones con sus socios estadunidenses, banqueros que lavan millones o farmacéuticas que miran hacia otro lado en el tema precursores químicos y aludirán sobre las operaciones en países aliados.
Esta selectividad no es inocente, es un cálculo que permite a la DEA publicitar victorias mientras la avalancha del narcotráfico apenas se vislumbra, aunque sin duda seguirá durante muchos años.
¿Qué planteará esta avalancha de datos? ¿Estamos empezando a ver la punta del iceberg? La agencia, toda la comunidad de inteligencia y oficinas de la aplicación de la ley acumulan cientos de carpetas, análisis financieros y evidencias satelitales, y aunque el operativo decomisó drogas por valor de millones, desafortunadamente las estructuras persisten. La información podría desatar congelamientos de activos y extradiciones de funcionarios cómplices.
El timón de esta cruzada lo lleva Terrance C. Cole, administrador de la DEA desde el 23 de julio de 2025, confirmado por el Senado.
Terry Cole, con poco más de 20 años en la agencia, conoce México como pocos, se ha desempeñado en diversos cargos clave en la lucha contra el narcotráfico en nuestro país, Colombia, Afganistán y Medio Oriente, pero además se ha destacado por su trabajo de investigación, análisis y operatividad sobre cárteles mexicanos y sus apoyos institucionales.
Este megaoperativo desmantela cárteles y estructuras operativas y financieras de poder, pero no el sistema del narcotráfico; la demanda de drogas persiste y la soberanía de varios países se erosiona.
Con colaboraciones inducidas y movimientos calculados, la DEA y todo el sistema relacionado acumulan poder, pero, ¿verdaderamente se podrán salvar vidas o sólo se exhibirá el poderío estadunidense? El trabajo debe ser bien coordenado o el iceberg puede poner en riesgo a todos.
*Consultor en temas de seguridad, inteligencia, educación, religión, justicia y política